Literatura de Oriente Medio
Al Maestro mauro Martina quien me motivo a profundizar en la literatura árabe
Introducción
El proceso de evolución de la cultura occidental se
retroalimenta de impulsos desde oriente hacia occidente, Egipto, Grecia,
Italia, Anatolia, España; de igual
manera los pueblos indoeuropeos, cada uno de ellos le aportan parte de su
esencia, bajo los influjos de Oriente.
La India en su relación que pudiera
considerarse intermedia entre ambos mundos, el medio oriental y el mediterráneo
europeo es muy aparte de esas influencias. Su literatura y pensamiento tiene un
origen muy distinto al nuestro como descendientes de las culturas mencionadas.
Si
todas tienen su origen en los pueblos indoeuropeos III que se desplaza hacia
occidente desde el Asia central, vericuetos que a unos los llevó bordeando el Caspio y el Mar Negro
hacia los Cárpatos y, a los indios hacia el sur desde Gargan
penetrando al mismo territorio pero siguieron por Irán, Afganistán y
el Hindu-Kush, todo esto se basa por los rastros de dioses míticos que
dejaron en esos territorios.
La literatura
hebrea antigua se concentra principalmente en los diversos libros bíblicos,
algunos de los cuales, como el “Cantar de los Cantares” o “El Libro de Job”,
poseen un notable tono literario. También en el “Talmud”, el otro libro
sagrado del hebraísmo, abundan las partes narrativas. La literatura hebrea
medieval más importante se cultiva en España, con grandes figuras como el
poeta Selomó ibn Gabirol (s. XI) o el filósofo Maimónides (s. XII).
La literatura árabe se inicia con “Las
Casidas”, composiciones orales cantadas por los beduinos desde el siglo VI
a. C. “El Corán” (siglo VII) que da lugar a una rica producción
religiosa y mística, a la vez que fija el árabe literario. La riqueza de
vocabulario de éste contribuyó al gran desarrollo de la poesía, con nombres
como Abu Nuwas (siglo VIII) o Al-Mutanabbí (siglo IX). Otro de
los géneros predilectos árabes es el cuento, que culmina en la enorme
recopilación de Las mil y una noches. Más tarde, el árabe será sustituido como
lengua literaria por el persa, idioma en el que escriben Omar Khayyam (s. XII),
autor del Rubaiyat, o Hafiz (siglo XIV).
En
la literatura
egipcia los más arcaicos testimonios (III milenio a. C.),
son composiciones litúrgicas, literatura sapiencial (Instrucción de Ptahhotep)
cantos de trabajo y textos de agudo pesimismo, como el Diálogo de un hombre
cansado de la vida con su espíritu. Más adelante (II milenio a. C.)
florecerá la narrativa, en la que destacan las Aventuras de Sinuhé o el Cuento
de un náufrago, y la poesía sacra, con el célebre Himno al Sol.
Literaturas antiguas de Oriente Medio
La Cultura India. Dos
periodos caracterizan a la Cultura india. El Periodo Védico. Este
periodo es el más antiguo de la civilización india, comprende unos mil años Del
tercer al segundo milenio antes de nuestra era y se conoce como periodo védico
habitado por los drávidas según textos antiguos llamados Vedas. Esos
contingentes era bajos de estatura y de piel oscura y habían superado otras
tribus originarias logrando un desarrollo a la par de la civilización egipcia y
mesopotámica. Se cree que fundaron ciudades como Mahenjo-Daro y Harapa,
en el valle del Indo; y Barigaza y Supara, en el Nervada.
Desarrollaron la agricultura, el comercio y la industria del bronce. Su
religión fue politeísta. Rindieron culto a la Diosa Madre, a un dios
fecundador quien aparece en las inscripciones con un gran pene, también
adoraron a los animales selváticos. Esta civilización fue menguada por la
invasión indoaria, incluso su lengua y escritura sánscrita que casi
desaparece o queda muy poco en los anales de los vedas.
Periodo Brahmánico. Cuando
el subcontinente es invadido por la migración indoaria caracterizándose
por su clase sacerdotal . Esta a su vez se divide en la etapa Pre-Búdica, importante por su mayor desarrollo bajo el poder despótico de
los brahmanes, formado por la clase sacerdotal descendiente de los
arios, procedentes del Mar Caspio, cerca del segundo milenio a. C.,
invadiendo el valle del Indo y del Ganges; ellos introdujeron el
caballo, las armas de hierro y el carro de combate. De las luchas por las
conquista surgieron los poemas épicos el Mahabarata y el Ramayana.
En la etapa Búdica sucede
una reacción del pueblo indio contra los abusos del brahmanismo,
que culminó con el triunfo de la doctrina budista, gracias al triunfo del líder militar Chandragupta Mauria, quien
sometió y unió el norte de la India, donde fundo el imperio Mauria, con
su capital en la ciudad de Pataliputra (actual Patna), a orillas del Rio
Ganges. (Plaza, p. 1).
Desde el punto de vista en su origen
indoeuropeo, el sánscrito ha desarrollado su literatura sin influencias
de los antiguos griegos cuya sintaxis la vemos reflejada en el resto del mundo
por el latín.
La cultura hindú es ahistórica y si la
hemos historiado ha sido en base a sincronismos con muestro mundo
occidental, domina en ella lo fantástico, lo inconexo e irracional. No se
encuentra en ella la claridad de ideas basada en el raciocinio, la lógica de
los griegos, todo ello tiene poca cabida pues es una cultura dominada por la
religión, es como una huida del mundo, rechazo a la acción, una búsqueda
permanente del ascetismo, muy diferente a nuestro universo occidental.
Las líneas de desarrollo de Grecia
nacen de la épica y la lírica, posteriormente la prosa y el
teatro, de ahí procede la literatura latina que nace a partir de las
traducciones en un sincretismo que favorece al imperio romano por su falta de antecedentes
fuertes que le dieran bases a una cultura particular.
La Literatura india lo primero es
la lírica ritual de los vedas; la épica se desarrolla en el Ramayana
y el Mahabarata. La época Gupta es la del teatro y la prosa
nace de comentarios al Veda, y un poco sobre los brahmanes, los Upanisads
y posterior a todo ello, las teorías gramaticales, principios de ética
y política.
Es claro que al mencionar dichos géneros
partimos desde una visión occidental y las interacciones que sucedieron desde
las campañas de Alejandro y posterior
recuperación de territorios incluso de la conquista de territorios
griegos.
Si la cultura India es más antigua
puede ser que la griega haya sido influenciada por ella antes de constituirse
en estado griego como las filosofías monista del Vedanta y la de Parménides,
la dualista del Samkhya y de Heráclito y Anaxágoras
o el tema de la transmigración del alma o del ascetismo o del materialismo Budista
y de Demócrito; de las destrucciones del mundo en varias etapas en la
tradición india y de la tradición maya (los aztecas adoptaron esa tradición que
los llevó a dejarse conquistar por los europeos ante la destrucción inminente
de su mundo).
Si analizamos estos apuntes y agregamos
otros como las tradiciones bíblicas de la creación del mundo, los diluvios
universales, la torre de Babel que se repiten en la cultura hebrea, Maya y la occidental cuyo origen va
más atrás desde las tradiciones de la antigua India. Algunos estudiosos
lo toman como coincidencias o tratarse de universales humanos.
La literatura hebrea medieval más
importante se cultiva en España, con grandes figuras como el poeta Selomó ibn
Gabirol (s. XI) o el filósofo Maimónides (s. XII).
“Suprimid la Biblia con la imaginación,
y habréis suprimido la bella, la grande literatura española, o la habréis
despojado al menos de sus destellos más sublimes, de sus más espléndidos
atavíos, de sus soberbias pompas y de sus santas magnificencias.”
José Donoso (Discurso de Ingreso en la
R.A.E.)
La cultura hebrea y judíaes una cultura de la palabra: los
textos sagrados; un pueblo obligado en el exilio y en la peregrinación que la
literatura lo personifica como “El judío errante” , a falta de un sitio
el pueblo judío no se podía fundar sobre la posesión de territorios sino la
falta de uno que le diera nacionalidad o un patrimonio arqueológico o material.
Su más grande identidad ha sido su palabra escrita y oral y tradicional, su
riqueza espiritual y fe en un Dios único, capaz de incidir en muchas otras
religiones, incluso con los personajes de su propia historia, como el
cristianismo y el islam, ha sido por estos medios que el pueblo judío ha
guardado su historia y su memoria, y a través del poder de ellas ha fundado su identidad.
A veces, por ignorancia o
analfabetismo lector decimos que no tienen literatura, cuando ha sido que a
partir de la Biblia se da la mayoría de las historias, temas, creencias, y
reglas morales y sociales de la civilización occidental. Y no es poca, lo que
pasa que le reconocemos otras ciudadanías a los escritores y escritoras judías
que han transformado al mundo con sus ideas, ingenio, poder de abstracción de
los temas del alma, de la conciencia, de la filosofía y del fin último que nos
hace ser mejores como estudiosos, aprendices, y un afán y sed del conocimiento.
Por eso no es de extrañar la gran riqueza de la literatura judía, quienes
abarcan los temas vinculados a la propia cultura y la ajena.
Literatura árabe. Debido a la extensión
de la lengua árabe por todo Oriente Medio y el norte de África a partir del
siglo VIII, modernamente suelen considerarse árabes las personas que tienen
como lengua materna el árabe, sea cual sea su origen o su religión, y por extensión
los naturales de los llamados países árabes.
Un árabe (en árabe, عربي ; transliteración: ʿarabī) también, pero en
desuso, en castellano llamado "alarbe" (del árabe andalusí: alʿaráb, y
este del árabe clásico: ʿarab, árabes),
es originalmente una persona natural de la península arábiga y otros territorios circundantes de lengua árabe, o alguien de este origen. No sobra decir que muchas de sus comunidades se dice ser
herederos directos de Noe, particularmente de su hijo Sem, por lo
que se llaman semitas.
Después de
varios siglos de ser dominados por diversas potencias. Ahora son los habitantes
de la Arabia Saudita o Arabia Saudí, denominada oficialmente
Reino de Arabia Saudita (en árabe, المملكة العربية السعودية [al-Mamlaka
al-ʿarabīya as-saʿūdīya]), es un país de Asia Occidental ubicado en la
península arábiga, cuya forma de gobierno es la monarquía absoluta. Pero, no
olvidemos que los pueblos originales árabes todavía tienen posesión de diversos
países como Egipto, Líbano (en árabe: لبنان Lebnān), oficialmente la República
Libanesa (en árabe: الجمهوريّة ...
En Beirut existe la influencia arquitectónica propia de países árabes, con
grandes mezquitas para la población musulmana.
Durante
mucho tiempo los árabes permanecieron en la península asiática conocida como
arábiga, tal vez con otra denominación por los mismos habitantes nómadas de sus
desiertos, pastores de camellos y caravaneros que unían el océano Índico con el
Mediterráneo y sobre la inmensidad de los mantos petroleros que desde el siglo
XX les cambió su estatus económico.
El
nacimiento de un árabe genial e iluminado, Mahoma, a mediados del siglo
VII quien predicaba una nueva religión, el islamismo, el último monoteísmo semítico que el Oriente
Medio exportará al mundo. Pronto toda la península fue sometida y se
convirtieron en musulmanes, bajo el poder de Alá, el Dios único. La gran
Siria fue conquistada tambaleando al Imperio Bizantino, derribaron el imperio
persa y siguieron los pasos de Alejandro. Ifrīqiya, llamada hoy El
Magreb, fue el camino fácil hacia la Península Ibérica, el Calpe hispánico,
la conquista de Gibraltar, Monte de Grafíaāriq, el conquistador. La incursión en la península más occidental
de Europa se transformó en una conquista, porque estaba gobernada por una
monarquía alógena y caduca, la visigoda, y encontraron el apoyo de los rivales
del rey Rodrigo.
“No es ningún descubrimiento decir hoy
que la cultura árabe fue penetrando - o infiltrándose por toda la cuenca
mediterránea, al par que la expansión islámica de los siglos VII y VIII:
primero el Norte de África, luego la Península Ibérica, y, de ahí, pasan al
resto de Europa una serie de elementos culturales que van a pervivir hasta
nuestros días”. (Del
Moral, p. 193).
La
vía siciliana. Ya hemos dicho que una de las vías
de penetración de la cultura árabe en Europa es a través del Reino árabe de Sicilia
(siglo lX al XI). Por él van penetrando en Italia una serie de temas y formas
poéticas que nada tienen que ver con la literatura árabe italiana, heredera del
legado romano.
En
la naciente poesía popular, trasmitida por vía oral, hay una serie de cantos,
algunos de los cuales se conservan recogidos en colecciones del siglo XIIL Sus
temas son los mismos de las muwaééaéas y jarchas hispanoárabes: el tema de alborada,
la mal casada, súplicas de un amante a una doncella que se resiste y luego cede,
etc.
Algunos
críticos los divide en varios
apartados:
1.
Canciones de la primitiva poesía siciliana en las que se encuentran, no sólo
combinaciones estróficas muy similares a las de la muwaéSaÓa, sino
también una modalidad llamada «contrasto», es decir: diálogo o
alternancia de poemas entre uno y otro amante, de gran semejanza a la naqida
árabe de la literatura clásica.
2.
En la poesía religiosa popular, que era el canto de las multitudes que seguían
a las ordenes mendicantes, como el poeta Jacopone di Todi, encontramos
cierta analogía con las zejelezcas de Ibn Quzmãn.
3.
En la ballara siciliana o canzone a ballo, encontramos estrofas o
estancias que coinciden con la quintilla andaluza y con la cuarteta
de Ibn Quzman.
4.
También los cantos carnavalescos guardan relación con la lírica popular
hispanoárabe, no sólo en la forma, sino también en los temas: el descaro y la
sátira recuerdan la lírica de Ibn Quzmãn.
5.
En diferentes cantos populares de diversas regiones italianas, se encuentra una
evolución o derivación de los metros hispanoárabes, por lo que se llega a la
conclusión de que la huella cultural árabe dejada por el islam en Sicilia pasa
tras la conquista cristiana al resto de las regiones italianas en forma de
cantos populares trasmitidos vía oral y se extiende por todas las regiones en
varias de sus manifestaciones poéticas, religiosas o profanas. (Et. Al.
Vallicrosa, pp. 201-202).
Los
cambios en la Península Ibérica en el siglo VIII parecen ser nada más
nominales. Al-Ándalus, fue el nombre de toda la Península Ibérica, así
que los andalusíes fueron los musulmanes de la actual Andalucía, pero también
los de Aragón y Cataluña, los de Valencia y los nacidos en las dos Castillas.
Para los habitantes y nuevos conquistadores lo más notable sería la lengua y la
escritura que traían los nuevos dueños de la Península Ibérica, se había
ordenado que el árabe fuese la lengua oficial. Uno de los problemas que no se
han planteado, es la comunicación lingüística entre los árabes y los habitantes
de la Península en estos primeros tiempos.
“Las
Mil y Una Noches”. Es,
en cierto modo, el resumen y compendio de todas estas colecciones de origen
árabe, persa e indio, recogiendo muchos cuentos de las colecciones anteriores e
incorporando otros nuevos.
Al
principio se trataba de una de tantas colecciones de origen indio o iranio,
llamado Hazar Afsané (Mil Cuentos), que, traducidos al árabe y dividida
en 1000 noches, contenía aproximadamente 200 cuentos cuyo núcleo principal o
hilo conductor es la historia de Sherezade. Estos cuentos habían sido
despreciados entre las clases cultas de Oriente que las consideraban un género
inferior, pero a raíz del éxito que tuvieron en Occidente. los árabes
reivindicaron la paternidad de la obra.
La lírica medieval. Desde el
711, a la existencia de cristianos y musulmanes se unen los judíos, además de
los mudéjares, musulmanes en territorio cristiano, y los mozárabes,
cristianos en territorio musulmán; hubo largas épocas de coexistencia,
comprensión y tolerancia, y de influencia de unos con otros.
En este contexto brota la lírica románica peninsular en sus varias
manifestaciones: la mozárabe, la galaicoportuguesa y la castellana. Esta lírica
peninsular la compone una colección de jarchas, breves
canciones que los poetas musulmanes y hebreos utilizaban para finalizar sus
poemas cultos, llamados muwassahat. La jarcha más vieja es anterior
al año 1000.
Las jarchas son una interpretación femenina del amor de un simbolismo y una
subjetividad llena de sensualidad. Corresponden a la cultura urbana de las
florecientes ciudades de la España musulmana, y son un perfecto ejemplo del
mudejarismo social y cultural de los tres pueblos y religiones de la España
medieval.
Las jarchas originales son de exclusiva temática erótica. Las sencillas
canciones de los mozárabes son recogidas y utilizadas por los grandes y
exquisitos poetas no cristianos y no románicos que las incorporan a sus
composiciones.
¿Qué diferenció a las culturas indias y
griegas si tuvieron un origen común indoeuropeo?
Lo que puede ser herencia mitológica de la India en
Grecia, sincretismo u origen común del Partenón griego los hace comunes
en sus creencias védicas, incluso en la métrica con la lírica griega de Eolia,
coincidencia de elementos formales de la épica india con Homero y la épica
yugoeslava, etc.
En cuanto a influjos anteriores la fábula
mesopotámica, la literatura sumeria el Libro de Ahikar, influyó en la
fábula griega e india. Se han encontrado fábulas iguales en las tres culturas
con ligeras variantes como la encina y la caña, el águila y la zorra
(o la serpiente, como en la cultura náhuatl), el águila y la tortuga,
etc.
Podemos decir que la literatura
sapiencial de Mesopotamia (y de Egipto) ejercieron su influjo en todas las
literaturas orientales, incluida la hebrea, la griega y la india. de igual
manera la astrología mesopotámica en la India y en Grecia.
En cuanto al sincretismo de las culturas
griegas e indias en lo religioso se da un fenómeno peculiar ya que las escuelas
filosóficas griegas aceptadas en India era para las clase populares pues los
consideraban guerreros más que pensadores, en cambio la religión india era para
las clases brahmánicas, lo más elevado espiritualmente.
Las milenarias civilizaciones asiáticas desarrollaron tradiciones
literarias antiguas y duraderas. En la cultura occidental ha sido
particularmente notable la incidencia de las grandes obras hebreas y árabes.
Las literaturas del Extremo Oriente, por su parte, aunque más alejadas geográficamente, testimonian la
brillantez de sus culturas.
De los pueblos que desde el IV milenio
a. C. habitaron en Mesopotamia (sumerios, babilonios, asirios,
hititas) pervive una literatura compuesta fundamentalmente por textos e
himnos religiosos y por poemas épicos sobre los orígenes míticos del mundo. En
ellos encontramos motivos, como los del diluvio, comunes a otras
civilizaciones. (Et. Al. Rodríguez pp.
1-9).
¿Qué es la literatura de oriente medio del siglo XX
y sus características?
La literatura india de fines de siglo XIX
y principios del siglo XX
Después de la independencia de los
pueblos norteamericanos, la supremacía mundial de la Gran Bretaña sucedió bajo
el reinado de la reina Victoria Hannover durante la segunda mitad del siglo
XIX.
En el Indostán suceden dos hechos muy
importantes, en 1857 el Motín de los Cipayos o La gran rebelión
nacional motivo por el cual Inglaterra toma parte para aplastar la rebelión
y decidir la formación del Raj británico por lo que llegó a su fin la potestad
de la compañía inglesa de las indias orientales a favor de la corona del Reino
Unido. El segundo hecho fue la coronación de la reina Victoria como emperatriz
de la India en 1877.
En Inglaterra la política alterna se da
por fracasos y triunfos de liberales y conservadores como estrategia imperial,
el fracaso en la campaña afgana derrota en las urnas al conservador Disraeli
y triunfa el liberal Gladstone en 1880.
Mientras que territorialmente en el
Indostán se van formando provincias
dependientes del virrey bajo administración directa mientras que un cuarto de
la población son dirigidas por los príncipes indios.
El British Raj lo encabezaba un
virrey nombrado por el partido gobernante en el Reino Unido subordinado al Secretario
de Estado para la India, parte del primer ministro en turno, mientras que la
administración indirecta la dirigían los príncipes nativos subordinados a la corona
imperial, particularmente en la defensa y relaciones con otros país, todo ello
a cambio de riquezas y títulos, además de decidir en algunos temas domésticos
como exonerar al gobernante e imponer residentes en las cortes, así como el
tamaño de la milicia.
Para decidir los distritos se basaron en
dinastías anteriores o a las de mayor tributo o a notables musulmanes
encumbrados por los propios ingleses por las conquistas de las indias
orientales con su apoyo al imperio.
Esto llegó a formar más de seiscientos
estados. Esta división debilitaba las regiones y no les daba oportunidad de al
menos desear una independencia (Nehru. 1949, p. 428).
Durante la Primera Guerra Mundial la
simpatía de los príncipes logró que un contingente muy grande participara en
esa lucha manteniendo su lealtad a la corona los mismos que apoyaron para
aplastar las revueltas de 1857, todos ellos se convertían en edecanes del
virrey en las celebraciones del Raj.
Gran Bretaña llegó a dominar ese extenso
territorio el cual se consideraba La Joya de la corona, por las enormes
utilidades que le brindaba y la lealtad de príncipes, terratenientes y la élite
musulmana, todos bajo el control del virrey y la corona inglesa.
El subcontinente se convirtió en un gran
exportador de sus productos cuyos beneficios fiscales enriquecía a la corona
además de obtener un gran mercado de los productos ingleses por la clase
gobernante del Indostán, todo lo que exportaban a Europa y la China le rendían
tributo económico al imperio inglés, sin
dejar de lado el mercado oriental hacia y, de la gran China.
Pertenecer al ejército del British Raj
era una oportunidad para los nativos por los altos sueldos que ofrecían, el
problema era que no podían acceder a ningún cargo oficial por lo que nada más
se integraban al frente de guerra y los ingleses se quedaban en la retaguardia
segura y poco honorable. Pronto el imperio explotó la idea de que el ejército
estaba formado por “razas guerreras y valientes de los rajputs, gurkhas,
punyabíes sijs e islámicos” como personas
privilegiadas del imperio, fuerza militar importante en la Guerra afgana
del último cuarto del siglo XIX y las dos guerra mundiales. Costumbre imitada
por los norteamericanos al valerse de latinoamericanos, negros y minorías al
frente de sus batallas sin otro fin que el enriquecimiento inmoral, objetivo de
sus guerras.
En la India, para fines del último cuarto
del siglo XIX se vislumbraba un naciente nacionalismo impulsado por las grandes
manifestaciones de los estados europeos que habían logrado la formación de sus
países considerando a ciertas comunidades como propias de una misma
nacionalidad, así en el Indostán surgieron movimientos integrados por la inteligentsia
de la élite nativa. Algunos recordaban el fracaso británico en la guerra
con Afganistán donde fueron derrotados lo que demostraba cierta debilidad por
lo que los movimientos separatistas fueron creciendo.
Literatura árabe. Debido a la extensión de la lengua árabe por todo Oriente
Medio y el norte de África a partir del siglo VIII, modernamente suelen
considerarse árabes las personas que tienen como lengua materna el árabe, sea
cual sea su origen o su religión, y por extensión los naturales de los llamados
países árabes.
Un árabe (en árabe, عربي ; transliteración: ʿarabī) también, pero en
desuso, en castellano llamado "alarbe" (del árabe andalusí: alʿaráb, y
este del árabe clásico: ʿarab, árabes),
es originalmente una persona natural de la península arábiga y otros territorios circundantes de lengua árabe, o alguien de este origen. No sobra decir que muchas de sus comunidades se dice ser
herederos directos de Noe, particularmente de su hijo Sem, por lo
que se llaman semitas.
Después de
varios siglos de ser dominados por diversas potencias. Ahora son los habitantes
de la Arabia Saudita o Arabia Saudí, denominada oficialmente
Reino de Arabia Saudita (en árabe, المملكة العربية السعودية [al-Mamlaka
al-ʿarabīya as-saʿūdīya]), es un país de Asia Occidental ubicado en la
península arábiga, cuya forma de gobierno es la monarquía absoluta. Pero, no
olvidemos que los pueblos originales árabes todavía tienen posesión de diversos
países como Egipto, Líbano (en árabe: لبنان Lebnān), oficialmente la República
Libanesa (en árabe: الجمهوريّة ...
En Beirut existe la influencia arquitectónica propia de países árabes, con
grandes mezquitas para la población musulmana.
Durante
mucho tiempo los árabes permanecieron en la península asiática conocida como
arábiga, tal vez con otra denominación por los mismos habitantes nómadas de sus
desiertos, pastores de camellos y caravaneros que unían el océano Índico con el
Mediterráneo y sobre la inmensidad de los mantos petroleros que desde el siglo
XX les cambió su estatus económico.
El
nacimiento de un árabe genial e iluminado, Mahoma, a mediados del siglo
VII quien predicaba una nueva religión, el islamismo, el último monoteísmo semítico que el Oriente
Medio exportará al mundo. Pronto toda la península fue sometida y se
convirtieron en musulmanes, bajo el poder de Alá, el Dios único. La gran
Siria fue conquistada tambaleando al Imperio Bizantino, derribaron el imperio
persa y siguieron los pasos de Alejandro. Ifrīqiya, llamada hoy El
Magreb, fue el camino fácil hacia la Península Ibérica, el Calpe hispánico,
la conquista de Gibraltar, Monte de Grafíaāriq, el conquistador. La incursión en la península más occidental
de Europa se transformó en una conquista, porque estaba gobernada por una
monarquía alógena y caduca, la visigoda, y encontraron el apoyo de los rivales
del rey Rodrigo.
“No es ningún descubrimiento decir hoy
que la cultura árabe fue penetrando - o infiltrándose por toda la cuenca
mediterránea, al par que la expansión islámica de los siglos VII y VIII:
primero el Norte de África, luego la Península Ibérica, y, de ahí, pasan al
resto de Europa una serie de elementos culturales que van a pervivir hasta
nuestros días”. (Del
Moral, p. 193).
La
vía siciliana. Ya hemos dicho que una de las vías
de penetración de la cultura árabe en Europa es a través del Reino árabe de
Sicilia (s. lX al XI). Por él van penetrando en Italia una serie de temas y
formas poéticas que nada tienen que ver con la literatura árabe italiana,
heredera del legado romano.
En
la naciente poesía popular, trasmitida por vía oral, hay una serie de cantos,
algunos de los cuales se conservan recogidos en colecciones del siglo XIIL Sus
temas son los mismos de las muwaééaéas y jarchas hispanoárabes: el tema de
alborada, la mal casada, súplicas de un amante a una doncella que se resiste y
luego cede, etc.
Millás
Vallicrosa que estudió este tema los divide en varios apartados:
1.
Canciones de la primitiva poesía siciliana en las que se encuentran, no sólo
combinaciones estróficas muy similares a las de la muwaéSaÓa, sino también una
modalidad llamada «contrasto», es decir: diálogo o alternancia de poemas entre
uno y otro amante, de gran semejanza a la naqida árabe de la literatura
clásica.
2.
En la poesía religiosa popular, que era el canto de las multitudes que seguían
a las ordenes mendicantes, como el poeta Jacopone di Todi, encontramos
cierta analogía con las zejelezcas de Ibn Quzmãn.
3.
En la ballara siciliana o canzone a ballo, encontramos estrofas o estancias que
coinciden con la quintilla andaluza y con la cuarteta de Ibn Quzman.
4.
También los cantos carnavalescos guardan relación con la lírica popular
hispanoárabe, no sólo en la forma, sino también en los temas: el descaro y la
sátira recuerdan la lírica de Ibn Quzmãn.
5.
En diferentes cantos populares de diversas regiones italianas, se encuentra una
evolución o derivación de los metros hispanoárabes, por lo que se llega a la
conclusión de que la huella cultural árabe dejada por el islam en Sicilia pasa
tras la conquista cristiana al resto de las regiones italianas en forma de
cantos populares trasmitidos vía oral y se extiende por todas las regiones en
varias de sus manifestaciones poéticas, religiosas o profanas. (Et. Al.
Vallicrosa, pp. 201-202).
Los
cambios en la Península Ibérica en el siglo VIII parecen ser nada más
nominales. Al-Ándalus, fue el nombre de toda la Península Ibérica, así
que los andalusíes fueron los musulmanes de la actual Andalucía, pero también
los de Aragón y Cataluña, los de Valencia y los nacidos en las dos Castillas.
Para los habitantes y nuevos conquistadores lo más notable sería la lengua y la
escritura que traían los nuevos dueños de la Península Ibérica se había
ordenado que el árabe fuese la lengua oficial. Uno de los problemas que no se
han planteado, es la comunicación lingüística entre los árabes y los habitantes
de la Península en estos primeros tiempos.
“Las
Mil y Una Noches”. Es,
en cierto modo, el resumen y compendio de todas estas colecciones de origen
árabe, persa e indio, recogiendo muchos cuentos de las colecciones anteriores e
incorporando otros nuevos.
Al
principio se trataba de una de tantas colecciones de origen indio o iranio,
llamado Hazar Afsané («Mil Cuentos»), que, traducidos al árabe y
dividida en 1000 noches, contenía aproximadamente 200 cuentos cuyo núcleo
principal o hilo conductor es la historia de Sherezade. Estos cuentos
habían sido despreciados entre las clases cultas de Oriente que las
consideraban un género inferior, pero a raíz del éxito que tuvieron en
Occidente. los árabes reivindicaron la paternidad de la obra.
La lírica medieval. Desde el
711, a la existencia de cristianos y musulmanes se unen los judíos, además de
los mudéjares, musulmanes en territorio cristiano, y los mozárabes,
cristianos en territorio musulmán; hubo largas épocas de coexistencia,
comprensión y tolerancia, y de influencia de unos con otros.
En este contexto brota la lírica románica peninsular en sus varias
manifestaciones: la mozárabe, la galaicoportuguesa y la castellana. Esta lírica
peninsular la compone una colección de jarchas, breves
canciones que los poetas musulmanes y hebreos utilizaban para finalizar sus
poemas cultos, llamados muwassahat. La jarcha más vieja es anterior
al año 1000.
Las jarchas son una interpretación femenina del amor de un simbolismo y una
subjetividad llena de sensualidad. Corresponden a la cultura urbana de las
florecientes ciudades de la España musulmana, y son un perfecto ejemplo del
mudejarismo social y cultural de los tres pueblos y religiones de la España
medieval.
Las jarchas originales son de exclusiva temática erótica. Las sencillas
canciones de los mozárabes son recogidas y utilizadas por los grandes y
exquisitos poetas no cristianos y no románicos que las incorporan a sus
composiciones.
¿Cuál es la importancia y trascendencia de la
literatura en esta época y como influyeron los acontecimientos políticos y
sociales en cada uno de los autores?
“El siglo XX fue una época de muchos cambios en el mundo, de grandes
crisis que evolucionaron al mundo y todo ello se ve reflejado en la literatura
de ese siglo ya que se vio afectado también por los acontecimientos sociales y
políticos la literatura, es la más clara manifestación de esos cambios y cada
autor expresó a su manera su propia visión y sentir en cada una de sus obras”. (Apuntes de
la materia).
En la literatura angloíndia Rugyard
Kippling. La
interrelación del pueblo indio y británico creo una cosmovisión distinta en el
subcontinente "permeados por el colonialismo, el capitalismo y el
nacionalismo" (Cimoli, p. 9), p surasiático or lo que la literatura se
enriqueció con diversas estrategias literarias. En este imaginario los autores
británicos fueron importantes. En las reflexiones sobre el país sobresalió Joseph
Rudyard Kipling quien nació en 1865 en Bombay en la sociedad india británica.
Su padre John Lookwood Kipling
inmerso en la cultura dirigía el museo y escuela de Artes de Lahore.
En su educación figuró su niñera quien le
enseño hindi y lo llevaba a todas partes donde se hablaba la lengua nativa. De
hecho el inglés lo empezó a hablar desde la traducción de su lengua nativa por
lo que no lo dominaba en sus años mozos. La familia lo envió a Inglaterra donde
fue internado en un colegio militar para hijos de oficiales. Gracias a las
relaciones en el British Raj, su padre lo llevó a la Exposición Universal
de París en 1878.
Al regreso a casa fue corresponsal de The
civil and Military Gazette de Lahore, donde escribió sobre visitas de virreyes
a príncipes indios, visitas protocolarias de países vecinos, en ellos jugaba
polo, tenis, tiro o bridge con militares
pases de revista militares. Existen crónicas de Kipling de sus viajes y
retiros de verano, siendo sus experiencias con la convivencia con los indios de
diferentes religiones, empleados islámicos, excursiones, festejos nativos y
exclusivos para solteros europeos, incluso en tenidas masónicas de la cual
formaba parte.
Regresó a la Britania y se casó con la
americana Caroline Balestier. Tuvo tres hijos. Viajó por todos los dominios
británicos en el mundo.
A pesar de ser británico indio su amor
por el imperio le hacía tener enemigos pues siempre apoyaba leyes injustas de
dominación india como el no permitir la igualdad de derechos de jueces indios y
británicos como el que un juez indio pudiese juzgar a un inglés. También daba
su apoyo a militares de alto rango en violaciones de Lesa humanidad como la
matanza de Amristar en 1919.
Era común esa visión de algunos
escritores como Rabindranath Tagore quien se expresaba: “… de la
India como un zoológico donde los nativos tenían que ser controlados por el
látigo, combinado con «una promesa de que hubiera huesos en la comida e incluso
un poco del afecto debido a las mascotas»” (Guha, p. 101).
George Orwell decía
que Kipling era "el profeta del imperialismo británico en su
fase expansionista" e "historiador no oficial del Ejército Británico
antes de la Primera Guerra Mundial" odiado por la clase media y
vendido emocionalmente al régimen victoriano, muchos críticos no fueron buenos
con el escritor quienes aseguraban una relación de odio-amor con la India, por
su mentalidad paternalista y colonialista.
A pesar de su actitud sobre su tierra
natal se interesó por el mundo social, cultural y religioso indio de fines del
siglo XIX, más que nada del sur de Asia y no de Medio Oriente como muchos lo
señalan. Describe a la India como una región intemporal, rural e inmensa,
desoladas montañas, bazares callejeros y de exótica fauna que describe en sus
relatos. Su obra literaria además de las crónicas periodísticas fueron novelas
poemas y cuentos.
Resaltó una de género picaresco Kim
(1902) en la cual cuenta la historia del hijo de un soldado irlandés durante el British Raj, cuando querían
controlar a los nacionalistas indios y evitar el expansionismo ruso a costas
del territorio del subcontinente indio. No resalta mucho la agraviada comunidad
india y su resistencia a la dominación lo único que le favorece es haber tocado
esos temas que le molestaban a la clase gobernante británica. De la misma manera
críticos como Rolland recalca la aversión de Kipling “hacia los
intelectuales bengalíes, semillero del nacionalismo secular”. (et. al. Cimoli,
p.11-12).
Rabindranath Tagore. (Calcuta, 7 de mayo de 1861-ibíd., 7 de agosto de 1941), fue un poeta
bengalí, poeta filósofo del movimiento Brahmo Samaj (posteriormente convertido
al hinduismo), artista, dramaturgo, músico, novelista y autor de canciones que
fue premiado con el Premio Nobel de Literatura en 1913, convirtiéndose así en
el primer laureado no europeo en obtener este reconocimiento.
Literatura hebrea y su influencia en
la literatura universal
Convergencia de la literatura griega y
la hebrea
La literatura y el conocimiento
histórico parte del análisis de dos cultura, dos pueblos, dos textos que
conforman los cimientos de la cultura europea: la Biblia y las dos
epopeyas griegas: La invasión de Troya, La Ilíada y La Odisea, de tal
manera que la historia de Europa tiene como dos poderosas columnas: el mundo
clásico y la Biblia.
En cuanto a la cultura griega es
sabido la gran influencia que la cultura occidental ha tenido desde su época
antigua ya que fue una gran tentación para los imperios alrededor del
Peloponeso para su dominación y absorción de sus tradiciones. Por otra parte,
la cultura hebrea a través de la más poderosa de sus armas como fue y ha sido
la Biblia.
La Biblia está presente en muchas de
nuestras manifestaciones culturales, no sólo del pasado, sino también del
presente. Nuestras mentes y creatividad artística y literaria en todos los
géneros está impregnada de su contenido de tal manera que configura nuestro
pensamiento, discurso, moral, religión e instituciones, ni se diga de los
personajes bíblicos y sus expresiones, todos ellos son “referentes que aparecen continuamente en el
lenguaje oral y escrito, popular y culto”.
Autores y autoras judíos del siglo XX
En
la materia La Literatura de Europa del siglo XX, se habló de algunos de los
escritores y escritoras de origen judío más importantes en el panorama
literario del siglo. Hablamos de Primo Levi, Franz Kafka, Ana Frank, entre
otros, todos judíos y mártires y sobrevivientes de El Holocausto, la lectura de
sus obras nos permiten vislumbrar el valor y la diversidad de sus escritos.
Un aspecto
importante que no debemos dejar de lado en nuestra literatura hispanoamericana
es la gran influencia de la Biblia en cada uno de los temas, relatos,
estructura narrativa, simbolismos, ideología cristiana en pro o en contra. Se
necesitaría hablar de literatura tan exótica para nosotros como la china para
no aceptar que haya tanto sincretismo en cada uno de los discursos, géneros,
asuntos tratados con tanta similitud en la literatura de habla hispana como en
la literatura hebrea.
Tal vez haya
algunos géneros que difieren o no se consideran como sucede con la literatura
china, pero los aspectos que los difiere tal vez sean susceptibles a ser
esclarecidos y aceptados como parte de una tradición común. Es muy importante
reconocer que la literatura como atributo universal no es nada más una “fuente
de noticias, es en sí misma un dato histórico" (Díaz, p. 517).
En nuestra literatura
hispanoamericana es común aderezar anécdotas de los personajes o iniciar un
diálogo o una discusión con alguna frase o dicho popular sin saber el origen de
tales frases.
Al inicio de este ensayo dijimos que
todo estaba impregnado por la epopeya griega y la Biblia, tal parece que esto
es para despertar alguna polémica erudita, pero no es necesario. Los sencillos
dichos a los que le adjudicamos algo de sabiduría en verdad son referencias o
expresiones bíblicas, solo para citar algunas tenemos por costumbre concluir
algún juicio judicial de gran envergadura como el que se contrataron personas
para aparecer como culpables de algún delito que pueda terminar la carrera
política, judicial o social de algún personaje. “Es un chivo expiatorio”
decimos. Pues bien. En la antigua judea se acostumbraba a enviar un chivo a los
desiertos para que sufriera por las penas de toda una comunidad, (Lev 16), después
de ese ritual los usureros principalmente, los comerciantes ladrones, los
personajes del clero o la justicia se sentía libres de toda culpa y, claro,
habría que incluir a todo el pueblo para tener cómplices en esa exculpación. Ese
sacrificio incluía el culparles a los chivos por catástrofes o desgracias que
sufría la comunidad hebrea. Lo curioso es que en antiguo todo mundo tocaba al
chivo para transmitirle sus culpas.
Muchos trabajadores atribuyen el
cansancio y la explotación que sufren a la consigna de que “deben ganar el
pan con el sudor de su frente” (Gen
3,17), como fue castigado Adán y Eva por consultar el árbol de la sabiduría, conocer
del bien y del mal o el que Adán quisiese saber para qué servía el apéndice no
vermicular. Cuantas falsas interpretaciones sobre tan sólo al adquirir o
ejercitar el conocimiento era pecado capital, argumentos usados para juzgar a
los científicos de la Edad Media, que
con sus descubrimientos rebatían el absolutismo religioso que nos mantenía en
la ignorancia. Partimos de muchas leyendas o relatos de la biblia como aquella
que a la mujer desobediente del marido se puede convertir en “estatua de sal”. O el
que la religión que por cierto le da un valor inconmensurable a la riqueza en
sus arcas y la soberbia de adornarse con joyas y metales preciosos hoy nos
parece como “adorar al becerro de oro” ,
¿acaso conoces a alguien más viejo que Matusalén? o tienes tanta paciencia como
Job, eres tan poderoso como Sansón o la sabiduría de Salomón, tal vez tengamos
a nuestro lado a una Lalila que nos cortará la cabellera.
En cuanto a la justicia decimos que
un personaje protegido, ya sea por ser testigo “colaborador” como ahora se le
dice, lo instalan para protegerlo en una “ciudad levítica”. Cuenta la
biblia que al repartirse el territorio judío entre las tribus, se le dejó a la comunidad
de Levi que se encargara de las funciones propias del culto hebreo por
lo que tendría autoridad en todos los territorios y quedaría excluido de
aplicársele cualquier ley mientras esté cumpliendo con su cargo.
Más influencia podríamos descubrir
tanto en el lenguaje popular como en el lenguaje judicial, erudito, religioso,
moral y social.
En la literatura egipcia
los más arcaicos testimonios (III milenio a. C.), son composiciones litúrgicas,
literatura sapiencial (Instrucción de Ptahhotep) cantos de trabajo y
textos de agudo pesimismo, como el Diálogo de un hombre cansado de la vida con
su espíritu. Más adelante (II milenio a. C.) florecerá la narrativa, en la que
destacan las Aventuras de Sinuhé o el Cuento de un náufrago, y la
poesía sacra, con el célebre Himno al Sol.
Naguib Mahfuz,
desconocido para el público de habla hispana cuando le concedieron el gran
premio literario apenas se había publicado su obra antes de la fecha, posterior a ellos, aparece un gran número de
publicaciones en su lengua vernácula y que al tener notoriedad como autor,
despertó la curiosidad entre los lectores de nuestra lengua. Rápidamente
aparecen a fines de l988 tres novelas, las dos primeras traducidas de la
versión inglesa: “El callejón de los milagros”
("Zuqaq al-Middaq") y “Miramar”. La primera ve la luz en l947
y lleva por título el nombre de una de las calles de El Cairo, Middaq, formando
parte de la etapa realista del autor.
La época del
relato se remonta a las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial en ella se
narra la vida cotidiana de un callejón y cómo influyó esa guerra en la
sociedad, principalmente en las comunidad pobres. Esta novela alcanzó grandes
ventas y se hizo muy popular. Vicente
Leñero la adaptó a la idiosincrasia mexicana para la película llamada El
callejón de los milagros ya que debería ser: “El Callejón Middaq” en su traducción literal.
Pronto se tradujo la novela Miramar cuyo nombre se refiere a una pensión.
No se trata de las anécdotas que suceden en la pensión sino la historia de Zohra,
la criada, se narra las distintas visiones que tienen los huéspedes sobre ella,
una campesina de una personalidad fuerte y atrayente quien ejerce una
influencia inusitada en todos los habitantes de la pensión. Una buena obra para
analizar los personajes femeninos que buscan su destino vital de una manera
optimista a pesar de todas las dificultades. Esta novela fue escrita antes de
1967 y fue la última escrita por el autor con este tipo de personajes ya que su
contexto cambió con los resultados de la Guerra de los seis días.
Después de
esos eventos el autor escribe la tercera novela, Amor
bajo la lluvia[1]
(l973) en ella se vislumbra un cambio radical en los personajes “ofrece una
tipología femenina totalmente diferente, como diferente es también la técnica
narrativa”. (Del Amo, p. 118). En esta obra se da énfasis en los diálogos como
si fuese un guion cinematográfico
Después de
este nuevo experimento se dedica a escribir cuentos dialogados, de ahí surgen
varios cuentos que traducidos les llaman Dialogadas
1967-l971, diez relatos
publicados entre esas dos fechas , el autor ya no quiere escribir novelas
publicando varias colecciones de cuentos: "La taberna del Gato
Negro", 1968), "Bajo la marquesina", 1969), "Cuento sin
principio ni fin", 197l) y ("Luna de miel", l97l). Las
traducciones eran en inglés por lo que la edición de esos cuentos adquirió
nuevo título y hoy se conocen como Cuentos
ciertos e inciertos
segunda edición, ya que después del galardón todo lo escrito por el autor
estaba agotado. Esta segunda selección
de cuentos es más numerosa que Dialogadas, se escogieron 17 cuentos de 6
colecciones donde destacan "El murmullo de la locura", l938), 6
relatos tomados de "Qué mundo, Señor", 1963), uno de ("La casa
de la mala fama", 1965) cuatro de Jammarat al-Qitt al-Aswad, tres de Tahta
al-mizalla
y uno de Hikaya bi-la bidaya wa-la nihaya. Entre las dos selecciones se cuenta 27
cuentos.
Algo curioso es que los traductores
de la primera edición en español escribieron con seudónimo su autoría por las
recientes amenazas sucedidas al autor de Versos Satánicos, de Salmán Rushdi por lo que se
volvió a impedir su publicación. Recientemente ya los traductores escriben su
nombre verdadero.
En la actualizad solamente se han
traducido algunas 19 obras, entre ellas las colecciones de cuentos y novelas. Por
supuesto seleccionados de muchas más que forman el legado del escritor, pero
que nos dan una idea aproximada del estilo y particularidad de la “Literatura
mahfuzianas y su significado en el panorama de la literatura árabe
contemporánea”. (Del Amo, p. 121).
Gracias
a Naguib Mahfuz, el mundo árabe recibía por primera vez el premio Nobel
de literatura. En su discurso de aceptación, él se presenta como el hijo de dos
civilizaciones, por un lado la faraónica y por el otro la musulmana,
comprometido con la revolución de la filosofía contra la pobreza. A él se le
llamó el padre de las letras árabes. "Tengo grandes esperanzas
de que los escritores de la literatura de mi país tendrán el placer de sentarse
con pleno valor entre sus escritores internacionales, que han difundido la
fragancia de la alegría y la sabiduría en este mundo plagado de dolor",
dijo Mahfouz en su discurso del premio Nobel.
literatura marroquí. El pan a
secas. Al-jubz-al-hafi (1973) Mohamed Chukri. La literatura marroquí
bajo la censura. Es época de hambre en el Rif. (Los rifeños son una
etnia bereber que habitan en el Rif, al norte de Marruecos.1 Su lengua materna
es el idioma rifeño, que está dividido en varios dialectos inteligibles cada
uno a los demás hablantes de los otros dialectos rifeños. Una parte
significativa de la población también habla árabe magrebí, español o francés
como segunda o incluso tercera lengua Fuente: página WEB de Wikipedia .
Es
la huida de una familia hacia el Tánger para tratar de superar la miseria en
todos los sentidos, los malos tratos del padre amargado por las circunstancias,
el pequeño Mohamed ante esa situación huye del entorno familiar. Es un camino
duro, un camino de aprendizaje de la vida real que vive su comunidad. El miedo
ante los otros el hambre y la violencia en las calles es lo que vive y aprende.
Probará el sexo y el abuso en una geografía de miseria y explotación, descubre
el dolor, la injusticia y la compasión. Es una historia cruda, inimaginable contada
por las vivencias del autor, una voz necesaria y acusatoria de la literatura magrebí
contemporánea y prohibida por más de dos décadas.
El pan
a secas o El pan desnudo fue adaptado al cine
en 2000. Una vida dura del autor quien vivió el analfabetismo hasta después de
los veinte años . al autor lo ubican en
la “extirpe de los malditos” con poca producción literaria pero tan intensa y
llena de amor a la humanidad y odio a las injusticias.
Chukri una
vez superado su analfabetismo regresa Tánger y empieza a escribir su primer
relato, “Violencia en la playa”, apareció en la revista Al-Adab en 1966.
Pronto se codea con grandes escritores y por el conocimiento de varias lenguas
incluido el español empieza a traducir obras de Machado, Aleixandre y Lorca.
Chukri
conoció el éxito internacional gracias a su novela autobiográfica El pan a
secas (1973); publicada en otros países, ya que en Marruecos fue censurada
hasta el año 2000 que se autorizó su versión árabe. Escribe “Tiempo de
errores” (1992) y “Rostros, amores, maldiciones” (1996), son las
otras dos novelas que conforman la trilogía de su vida. Mohamed Chukri murió en
Rabat en 2003.
¿Qué influencia de la literatura y narrativa de
Oriente medio hay en relación con la literatura actual?
La cultura Occidental y más propiamente la cultura
de este mundo globalizado se le puede considerar como un maremágnum de signos,
señales, símbolos, cada vez más difícil de desentrañar. Toda esta simbología
nos remiten a una anterior, de otras culturas que de alguna manera ha sido
material en nuestro sincretismo, se religioso, fabuloso, literario o
fantasmagórico. Los textos resultantes son cada vez más densos o sencillos que
giran alrededor de un signo, una señal un símbolo, una idea o un arquetipo, por lo que resulta en una literatura más
espesa paulatinamente. Este proceso va desde la imitación compuesta
hasta el término de intertextualidad. Hay algo bueno en cada uno, nunca
ocultan su procedencia, tarde o temprano cae el telón y la legitimidad se
diluye en algo más grande, un telar interminable de donde se han de recortar
trozos para vestir de una manera distinta la literatura. Se supone que las
corrientes literarias se transmitían por unos circuitos de circulación bien
afianzados, en los que los demás componentes de la creatividad humana no se circunscriben
a bits, ni a Terabytes para poner orden o simplemente almacenar al mismo género
humano en sus manifestaciones culturales, tal vez esa información discurra por un territorio bien delimitado cuya
pertenencia es la esfera conceptual del arte o, tal vez, seamos una
lucecita a punto de extinguirse en el entramado al que han convertido el
cerebro humano como una especie de monstruo cibernético.
La India es aquel lugar mítico en el que
transcurrían las narraciones de Rudyard Kipling, y para saber cosas de ese enorme subcontinente asiático aquel
viejo inglés conservador y tan a menudo reaccionario sigue siendo una de las
mejores opciones. Lo es en 'Kim' y en 'El libro de la selva', y sobre todo en
las docenas de historias agrupadas en impagables
Quien viaje a India y quiera aprovechar
de verdad su estancia, no debería despreciar a Kipling ni a E. M. Forster (Pasaje a la India),
otro británico fascinado por aquel país de países. Hoy en día, por fortuna, el abanico
se ha ampliado hasta
adquirir dimensiones de fenómeno literario, pues no otra cosa hay que decir de
la eclosión de grandísimas novelas escritas, también en inglés por hindúes de
nacimiento u origen. La novela angloíndia ha conquistado el mundo porque ha
producido numerosas obras maestras que han sabido encontrar lectores en todas
partes. Combinando lo aprendido con el realismo mágico, y agarrándolo muy
fuerte a la tradición británica,
el resultado suele estar lleno de frescura y personalidad.
En el caso del poema de «If»
sobre el que habrán de pivotar las siguientes páginas pronto pudo advertir
Ruyard Kipling que su poema, incluido en la sección titulada «Brother Square
Toes» de Rewards and Fairies publicado en 1910, cobraría
independencia y que, extraído de su contexto natural de publicación y liberado
de las circunstancias que habían propiciado su escritura, iba adquiriendo la
cualidad de texto de culto. El propio autor lo había advertido en su
autobiografía “Something
of myself” publicada
póstumamente en 1937 cuando afirmaba:
El
texto tenía en cuenta un episodio histórico protagonizado por Leander Starr
Jameson y su incursión militar a finales de 1895 en la República de
Transvaal cuyo resultado derivó en una derrota. Frente a ese fracaso, Kipling
vio la posibilidad de crear un programa de conducta basado en la templanza y en
la necesidad de creer en uno mismo más allá de las vicisitudes coyunturales del
éxito y del fracaso. Lo convirtió, pues, en poema y lo integró en su Rewards
and Fairies. En cuanto que poema, el texto de Kipling atenuaba su
información contextual y permitía una lectura fuera de ese marco histórico y
concreto que le había dado carta de naturaleza.
Dicho
de otro modo, el lector no necesitaba esa información para comprender el texto;
podría decirse, incluso, que -de haberse hecho explícitas- esas circunstancias
harían más difícil la posibilidad de asunción vital por parte del receptor. La
mención de un receptor interno al final del poema: «my son» lo dotaba de una
intensa emocionalidad al convertirlo en una suerte de comunicación íntima
mediante la cual el emisor –asociado así a la figura del padre- dejaba en
herencia a su hijo algo valioso: el secreto de una forma de ser y estar en el
mundo.
A Rudyard
Kipling le sucede que se entendía mejor con la vida si entre medias había
un libro. Fue un autor exótico sin aceptar como conducta el exotismo. Un tipo
tocado por la necesidad de escribir para fijarse mejor en el mundo. Las
palabras fueron su toma de tierra. Y decidió vivir a pleno sol en la escritura,
contando historias en cuatro novelas, en más de 800 poemas, en numerosos
relatos, cientos de cartas y en unas memorias póstumas (publicadas en España
por Pre-Textos como 'Algo de mí mismo').
Su poema "La carga del hombre
blanco" dibuja a los norteamericanos como unos héroes dispuestos al
sacrificio por tal de salvar a Filipinas de la ignorancia y la pobreza como
amos benefactores.
Sin embargo el poema If fue
uno de los favoritos de Mahatma Gandhi.
Si…
Si puedes mantener la
cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la pierdan y te culpen a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.
Si puedes soñar sin que los
sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso,
y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.
Si puedes apilar todas tus
ganancias
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda nada
salvo la Voluntad, que les dice: “¡Resistid!”.
Si puedes hablar a las
masas y conservar tu virtud.
O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto,
con sesenta segundos de diligente labor
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!
Sobresale en los cuentos como “El
hombre que quería ser rey" donde describe el comportamiento de los
precursores del British Raj, como el polémico Robert Clive. Mientras que El libro de la selva fue una
colección del género (1894), libro en el que se incluía "Los servidores
de Su Majestad". En este último habla de las vivencias de un inglés y
su fox terrier de nombre Vixen
durante un desfile frente al virrey de la India y el emir de Afganistán. Este
relato lo reconocen como el orientalismo
y afirmación del dominio occidental de parte del escritor.
En Los servidores de su majestad,
el autor avanza en darle voz de los sujetos coloniales en particular a los
sujetos nativos. Habla de un debate entre los animales al servicio de los
ingleses y afganos del campamento. Describe en el cuento los diálogos de bueyes
y elefantes que desean emanciparse de la yunta y discuten las pocas
posibilidades de salir adelante y que no cuentan con el enorme elefante por ser
un cobarde.
"Los
animales presentes –bueyes, elefante, burro, mula, caballos y camellos-
balbucearon “Hukm hai” [“es una orden” en punjabí], tras la respuesta “órdenes”
del burro, ante la pregunta de porque debían combatir en el ejército; mientras
que las acciones posteriores de los bueyes terminaron reforzando las
características ya advertidas…. se levantaron para marcharse”.
“Los servidores de su majestad
Se puede hacer por quebrados
o por la regla de tres;
pero si uno va al derecho,
hay otro que va al revés.
Podéis cambiar el problema,
lo podéis replantear;
aunque uno diga que sí,
el otro dirá: «Ni hablar».
Dando vueltas desde lejanas tierras,
nos llevan a la guerra nuestros guías.
Mientras tanto, los hombres que nos
llevan polvorientos y sin hablar caminan,
pues no saben por qué, nosotros y ellos,
sufrimos esta marcha cada día.
En “Los servidores de su
Majestad”, los humanos tienen preeminencia cada vez que se habla y se
piensa sobre la guerra. Desde los estudios históricos, las crónicas y hasta los
filmes, el hombre es el gran tema. Pero lo que permanece fuera de campo, por
decirlo cinematográficamente, es el resto los animales.
Este autor en sus obras veía muy difícil que los
indios se autogobernaran, pero a la vez les reconocía el acatamiento de las
leyes británicas de parte de los nacionalistas. A algunos indios y afganos se les consideraba
como cargadores de cañones igual que los bueyes y a los demás animales como
parte del ejército, pero nunca con un rango de oficial por lo que:
“El mulo,
el caballo, el elefante, el buey obedecen al que los guía, y éste a su
sargento, y el sargento al teniente, y el teniente al capitán, y el capitán al
mayor, y el mayor al coronel, el coronel al brigadier (…), y el brigadier al
general, el cual, por su parte, obedece al virrey que es servidor de la
Emperatriz [Victoria]." (Op. Cit. Los servidores del rey).
Su fama, contemporánea a su época,
sobrevivió hasta nuestros días sobre todo gracias a su best-seller “El libro
de la selva”. Sin embargo, en la primera mitad del siglo XX, Kim,
otra obra maestra del escritor, competía de igual a igual entre los críticos
literarios para saber si era “mejor” que El libro de la selva. La
adaptación cinematográfica hecha por Walt Disney de las aventuras de
Mowgli dinamizó su fama a nivel internacional y ante un público muy amplio,
dejando a Kim, que también tuvo su versión de celuloide, muy detrás.
En Kim las referencias
masónicas son nítidas, empezando por su protagonista, un joven huérfano hijo de
masón. Esta obra pesó lo suficiente para que la balanza del Premio Nobel de
Literatura se decantara por Kipling. Empero, es común encontrar en la
producción publicista masónica que El libro de la selva fuese
“obviamente” un relato masónico, en el que se distinguiría la descripción de
una experiencia iniciática, sólo perceptible por quienes gozaron de la
iniciación masónica. En este sentido, Mowgli experimenta un aprendizaje
en varias etapas hasta convertirse a su vez en responsable y aleccionador. ¿Una
alegoría del recorrido de los grados masónicos? El debate sobre educación y
pedagogía era en la mayoría de las naciones de aquella época una constante de
la batalla política. ¿Participación original a ese debate? Esta interpretación
que caracteriza de manera rotunda este cuento de masónico carece de sólidos
argumentos. La masonería y los masones no son propietarios de ciertos valores,
sino que los comparten con otros tipos de asociaciones e individuos y viceversa.
¿No habría algunas escenas con “valores” anarquistas, comunistas, sólo
perceptibles por anarquistas o comunistas?
El hombre que quiso ser Rey. Esta
primera obra de alcance internacional la protagonizan dos masones, oficiando en
algunas escenas como tales. Referencias puntuales las hubo anteriormente en
otros cortos relatos pero sin llegar a este nivel. Esta primera novela de
Kipling, siendo masón activo, no siempre se cita como obra que use el tema
masónico. Sin embargo, no ofrece ninguna duda.
Muchos símbolos encontramos en los
relatos de Kipling, en los mencionados y en "El libro de la selva".
Lo que me llama la atención de estos autores angloíndios como Kipling y Tagore,
han sido premiados con el Novel de Literatura a pesar de su actitud colonialista
y poco afectiva en las luchas de la opresión imperialista, como lo demuestran
muchos estudiosos de sus obras.
Más allá del
autor de 'El libro de la selva', 'Kim' y 'Capitanes intrépidos', más
allá de esa literatura de la fantasía, más allá de la fama y el dinero, hay un
hombre con el alero dañado. Un tipo que a los cinco años sufrió el maltrato de
una cuidadora: "Recibía una paliza cada día... Empecé a leer todo lo que caía en mis manos, pero cuando
supo que eso me gustaba a los demás castigos sumó la privación de la lectura.
Fue entonces cuando empecé a leer a escondidas y a conciencia...", escribe
en sus memorias.
Ese fue el
origen de todo: la deficiencia de vivir cuando este ejercicio se parece
demasiado al daño. Así levantó en su casa un primer perímetro de alegría, con
los libros en la mano.
La cumbre de las novela sigue siendo el
daño sufrido en la infancia, pasados los años, el reflejo de lo vivido como se
trasluce en una de las primeras obras de Salman Rushdie, Hijos de
la medianoche,
galardonada con el primer 'Man Booker Prize' y luego con el premio especial
como 'Mejor Man Booker Prize del siglo XX'. Es la historia de un chico
nacido cuando India cree haber logrado el paraíso con la victoria contra el
Imperio, y todo lo que realmente ocurrió tras aquel día de júbilo. Una obra en
la que Rushdie, nacido en India pero residente en Inglaterra desde la
universidad, reconstruye su país en forma de mosaico abigarrado poblado por mil
voces, en una metáfora magnífica de la sociedad tal vez más poliforme que
existe sobre la tierra.
La mayor parte de la literatura india
presenta una reforma muy clara que hace contraste con la literatura antigua, no
obstante, el surgimiento de nuevas corrientes filosóficas, religiosas y
políticas en todo el territorio de la India harán que surjan nuevos fines y
mensajes dentro de la expresión literaria. De este modo influyen, por ejemplo,
los conflictos políticos por los que surge el sentimiento de independencia del
territorio indio en manos de los británicos. En esta lucha por la liberación
aparece influido por el hinduismo y por las doctrinas políticas de León
Tolstoi, Mahatma Gandhi que propone una rebelión pacifista que cambiaría el
rumbo no solo del país sino también de su cultura.
Rabindranath,
el poeta que bautizó de «mahatma» (‘gran alma’) a Mohandas Gandhi,
fue un claro ejemplo del cambio de mentalidad por el que el hinduismo y, en
parte, el budismo fueron las corrientes religiosas de referencia retornando en
un principio a las antiguas tradiciones. Retornando a la propia esencia de la
India y alejándose del yugo británico. Rabindranath Tagore La literatura
contemporánea en la India tiene muchos nombres pero sin duda alguna, el mayor
de ellos es Rabindranath Tagore, premio nobel de literatura en 1913. Fue
el primer escritor no occidental en recibir el Nobel de literatura, además del
único indio que ha recibido este gran honor. De origen bengalí, Tagore se
convirtió al hinduismo y cultivó la novela, la poesía, la música, el teatro y
la canción popular.
Rabindranath Tagore
revolucionó la literatura bengalí y la literatura india sobre todo con la
poesía y las historias cortas, las cuales introdujo el mismo en la literatura
bengalí. Sus cuentos cortos están escritos con una prosa poética y rítmica, cargada
de belleza y sensualidad y cuya principal temática es la vida de la gente
corriente. Tagore comenzó a escribir cuentos a la temprana edad de
dieciséis años, cargándolos de una exuberante vitalidad y espontaneidad. Fue un
gran filósofo, que acercó la literatura y el pensamiento hinduista al
occidental difundiendo la cultura por todo el mundo y uno de los mayores
pensadores del siglo XX. Su literatura está impregnada de una gran belleza,
religiosidad, amor por la naturaleza y por la tierra. Entre sus obras
encontramos títulos como “El rey y la reina, Malini, El asceta, El cartero
del rey, La luna nueva o La cosecha”.
En la obra del gran poeta y filósofo indio, Rabindranath Tagore, hay entre líneas bellas metáforas del amor, y gruesos pincelazos
en contra del egoísmo. Porque para Tagore, lo
universal es personal: existen profundos vínculos entre los hombres —como seres
individuales que comparten una historia—, y también entre los hombres y el
cosmos en su totalidad. La bella metáfora del amor
de Rabindranath Tagore (y sus lecciones contra el egoísmo).
“La naturaleza del hombre es espiritual y física,
pero sobre todo social, e incluso cósmica”.
Se
trata de una especie de cosmogonía de la vida: una relación de interdependencia en la que
nadie puede tener el papel protagónico, sino asumirse como
parte de un todo, porque nos necesitamos recíprocamente los unos a los otros.
¿Libertad? ¿Dónde quieres encontrar libertad? ¿No se
ha atado él mismo, lleno de alegría a la Creación? ¡Sí, él está atado a
nosotros todos para siempre!
Tagore,
como hombre de ciencia (que incluso mantuvo una estimulante charla con Albert
Einstein), retoma la manera de trabajar de las células en
forma coordenada y funcional, aplicándolo como principio de unidad material, así como divino
misterio de la existencia:
“Las
grandes unidades cooperativas pagan por una libertad mayor de libre
expresión, y comienzan a desarrollar en sus cuerpos nuevos órganos de poder,
nuevos instrumentos de eficiencia. Esto es la marcha de la evolución,
desdoblando siempre los potenciales de la vida.”
Lo
elemental de esta unidad, o divina existencia como la explora en su
libro “The Religion of Man”, es que nos lleve a comprender el papel del amor como
móvil de la existencia de los hombres:
“El amor es el significado último de todo lo que nos
rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el
origen de toda creación.”
No
hay lugar así para el egoísmo, pues ahí donde el hombre se aísla, se pierde.
Pero:
“[El
hombre] encuentra su gran y verdadero ser en sus vastas relaciones humanas. Su
cuerpo multicelular nace y muere; su multipersonal humanidad es inmortal.”
Un aspecto muy importante en la propuesta religiosa de
Rabindranath Tagore es llevar a Dios al plano del ser humano y al ser humano al
plano de Dios. Es decir, No se concibe Dios sin la existencia del hombre y para
el hombre su fin último es alcanzar la gran virtud de la divinidad. La religión
de Tagore basada en la divinización del hombre y la humanización de Dios.
Mientras explicaba el significado de la humanización de Dios, dijo:
'La humanización de Dios no significa simplemente que
Dios es Dios de la humanidad, sino que también significa que es el Dios en todo
ser humano”.
Así es que para Tagore Según la esencia de la
religión es la humanidad. La
naturaleza del hombre es espiritual y física, pero sobre todo social, e incluso
cósmica. Inmanencia
y trascendencia no son conceptos en contra de la naturaleza humana,
sino que somos atman (la
esencia espiritual) a la vez que Brahman (lo
absoluto).
Una
propuesta que de alguna manera echa por tierra la idea de que todo sufrimiento
ha sido causado por un comportamiento original de los primeros hombres y que
toda culpa reside en el hombre como una condición de nacimiento, una falta de redención
perpetua que nos lleva al estoicismo, al existencialismo y al considera inútil
todo comportamiento bueno, al fin y al cabo serás juzgado por culpas originales
y no tuyas.
Tagore nos lleva a un pensamiento más rico —un
legado de la tradición del pensamiento indio junto—; que busca una relación íntima entre todo lo
existente, las cosas, la naturaleza, el hombre y la divinidad como un estadio
final, un logro a partir del comportamiento moral en esencia, no la moral
social ni aparente, ni la demostración de religión en un escenario teatral en
búsqueda de aceptación por desarrollar el arte de la imitación, la coincidencia
y el acuerdo de ser “moral inquisidora” para los demás y no para uno mismo. .
Sin duda que la falsedad religiosa a la
que hemos llegado donde los líderes de la guerra se dicen ser voceros de un
dios y por lo tanto se justifican las masacres para saquear los recursos
naturales de otras naciones. más bien la
interdependencia de todo lo existente. Por eso no existe
negación del individuo en las reflexiones de Tagore.
De
hecho, en una carta que escribe a un traductor al inglés de su obra poética
—traducción a la que se resistía—, Tagore dice:
“Lo
que más me importa en el mundo es ser fiel a mí mismo.”
Lo
que Tagore intentó fue la comunión del atman y el Brahman. Son esas las profundas raíces de su
compromiso intelectual con lo universal y lo personal. Pensando de esta forma
en relaciones complejas, este
brillante hombre legó una filosofía extensa sobre las relaciones —humanas,
naturales, cosmogónicas—, y con ello una suerte de reflexión donde lo elemental
es el amor colectivo y la
cooperación entre todas las formas de vida.
Tagore se convirtió en una celebridad
internacional y un trotamundos incansable,
mientras su poesía marcaba las vidas de muchos escritores
y su ‘exótica’ imagen lanzaba un hechizo allá donde fuera.
De la prosa de Tagore, quizás las
obras que se tienen más en consideración son sus cuentos cortos. Se le atribuye
la introducción de este género en la literatura bengalí. Sus cuentos cortos
están escritos en una prosa rítmica, a menudo incluso poética, y cuya principal
temática son las vidas de la gente corriente. Un ejemplo es el cuento:
El Héroe
Madre,
figúrate que vamos de viaje, que atravesamos un país extraño y peligroso. Yo monto un caballo rubio al lado de tu
palanquín. El sol se pone; anochece. El
desierto de Joradoghi, gris y desolado, se extiende ante nosotros. El miedo se apodera de ti y piensas: ‘¿Dónde
estamos?’ Pero yo te digo: ‘No temas,
madre’. La tierra está erizada de cardos
y la cruza un estrecho sendero. Todos
los rebaños han vuelto ya a los establos de los pueblos y en la vasta extensión
no se ve ningún ser viviente. La
oscuridad crece, el campo y el cielo se borran y ya no podemos distinguir
nuestro camino. De pronto, me llamas y
me dices al oído: ‘¿Qué es aquella luz, allí, junto a la orilla?’ Se oye
entonces un terrible alarido y las sombras se acercan corriendo hacia nosotros. Tú te acurrucas en tu palanquín e invocas a
los dioses. Los portadores, temblando de
espanto, se esconden en las zarzas. Pero
yo te grito: ‘¡No tengas miedo, madre, que yo estoy aquí!’ Armados con largos
bastones, los cabellos al viento, los bandidos se acercan. Yo les advierto: ‘¡Deténganse, malvados! ¡Un
paso más y son muertos!’ Sus alaridos
arrecian y se lanzan sobre nosotros. Tú
coges mis manos y me dices: ‘¡Hijo mío, te lo suplico, escapa de ellos!’ Y yo contesto: ‘Madre, vas a ver lo que
hago’. Entonces espoleo a mi caballo y
lo lanzo al galope. Mi espada y mi escudo entrechocan ruidosamente. La lucha es tan terrible, madre, que morirías
de terror si pudieras verla desde tu palanquín.
Muchos huyen, muchos más son despedazados. Tú, inmóvil y sola, piensas sin duda: ‘Mi
hijo habrá muerto ya’. Pero yo llego,
bañado en sangre, y te digo: ‘Madre, la lucha ha terminado’. Tú desciendes del palanquín, me besas, y
estrechándome contra tu corazón me dices: ‘¿Qué habría sido de mí si mi hijo no
me hubiera escoltado?’ Cada día suceden
mil cosas inútiles. ¿Por qué no ha de ser posible que ocurra una aventura
semejante? Sería como un cuento de los libros.
Mi hermano diría: ‘¿Es posible? ¡Siempre lo tuve por tan poca cosa!’ Y la gente del pueblo proclamaría: ‘¡Qué
suerte la de la madre al tener a su hijo a su lado!’
60
En las playas de todos los mundos, se reúnen los
niños. El cielo infinito se en calma sobre sus cabezas; el agua, impaciente, se
alborota. En las playas de todos los mundos, los niños se reúnen, gritando y
bailando.
Hacen casitas de arena y juegan con las conchas
vacías. Su barco es una hoja seca que botan, sonriendo, en la vasta
profundidad. Los niños juegan en las playas de todos los mundos.
No saben nadar; no saben echar la red. Mientras el
pescador de perlas se sumerge por ellas, y el mercader navega en sus navíos,
los niños recogen piedritas y vuelven a tirarlas. Ni buscan tesoros ocultos, ni
saben echar la red.
El mar se alza, en una carcajada, y brilla pálida la
playa sonriente. Olas asesinas cantan a los niños baladas sin sentido, igual
que una madre que meciera a su hijo en la cuna. El mar juega con los niños, y,
pálida, luce la sonrisa de la playa.
En las playas de todos los mundos, se reúnen los
niños. Rueda la tempestad por el cielo sin caminos, los barcos naufragan en el
mar sin rutas, anda suelta la muerte, y los niños juegan. En las playas de
todos los mundos, se reúnen, en una gran fiesta, todos los niños.
Del libro Gitanjali. Sin
duda la obra más trascendente de Tagore es la poesía, llena de simbolismos y
encuentro consigo mismo, un diálogo interior en constante búsqueda de su yo
interior.
29
Estoy llorando, encerrado en la mazmorra de mi
nombre. Día tras día, levanto, sin descanso, este muro a mi alrededor; y a
medida que sube al cielo, se me esconde mi ser verdadero en la sombra oscura.
Este hermoso muro es mi orgullo, y lo enluzco con cal
y arena, no vaya a quedar el más leve resquicio. Y con tanto y tanto cuidado,
pierdo de vista mi verdadero ser.
Pero he visto que tu voluntad no se acaba nunca en
mí. Y cuando las palabras viejas se caen secas de mi lengua, nuevas melodías
estallan en mi corazón; y donde las veredas antiguas se borran, aparece otra
tierra maravillosa.
También
nosotros estamos encerrados en el nombre, no nos liberamos para buscar dentro
nuestro. Luchamos por encumbrarlo, ponerle lucecitas multicolores, usar las
grafías perfectas para iluminar el final que signa nuestra paternidad al uso de
las letras, esos jeroglíficos que no atinamos a descifrar, por ser tan ideal lo
que buscamos, lo que pretendemos, construir el edificio de nuestro gran nombre
hasta superar la legendaria Torre de Babel y confundir con ello, la futilidad
de la meta propuesta.
Cada uno de los lectores de Tagore interpretará
su propia versión, la mía es aquella que desnuda el alma y decir que el
personaje que escribe esto, no le entiendo ni le conozco y tal vez nuca podré saber
de él ni descifrarlo.
Tagore nos legó su filosofía y religión
amalgamada en un pensamiento único, el amor a los demás.
De su extensa producción literaria cabe
citar además los dramas Kacha y Devayani (1894), El cartero del rey (1913), Ciclo de la primavera (1916) y La máquina (1922); las novelas Gora (1910) y La casa y el mundo (1916);
los poemarios La luna nueva (1913), El jardinero (1913) y La fugitiva (1918), y algunas colecciones de sus
conferencias, como Sadhana (1912)
y La religión del hombre (1930). Recibió el premio
Nobel de Literatura en 1913.
De la literatura árabe tenemos
una gran tradición occidental al influjo de su incansable recorrido por el
mundo ante las circunstancias sufridas en los países de origen de la comunidad islámica.
Europa, África, Estados Unidos, la América hispanoparlante, son algunos de los
destinos en busca de paz, tranquilidad y libertades para sus familias y
prosperidad para sus negocios y un
espacio ideal para la literatura.
La
literatura latinoamericana de origen árabe. En México sucede una inmigración muy particular desde Porfirio
Díaz ya que no había muchas restricciones para quienes desearan vivir en el
país, así es que muchos de ellos, particularmente de El Líbano y Palestina
fueron quienes vieron grandes oportunidades para vivir y traer a sus familias.
Algunos regresaban a casarse y volvían a México ya casados, otros, hacían vida
plena en nuestra comunidad y se integraban. La capacidad para los negocios les
ayudó a prosperar y ser parte del desarrollo del país, algo que los otros
países perdieron a partir de La reconquista: echaron fuera la mano industriosa
y dedicada mientras que los países de origen se debilitaron económicamente. Los
mismo pasó con los judíos que llegaron a México y aportaron y siguen siendo parte fundamental de
la economía. Triste historia les espera a los países xenófobos que cierran la
puerta a la migración y su sociedad envejece y no prospera. México con la
doctrina de brazos abiertos se ha beneficiado de la llegada de buenos hombres,
estudiosos, pensadores y forjadores de instituciones como el Colegio de México,
hoy ya parte importante en el desarrollo del conocimiento.
“Con el paso del tiempo y con el nacimiento de las segundas o
terceras generaciones, las comunidades árabes se han integrado completamente a
la dinámica de nuestro país, participando activamente dentro de la vida
política, económica, social y cultural. Como ejemplo de ello, los autores
destacan a los políticos Emilio Chuayffet Chemor y José Murat Casab, el poeta
Jaime Sabines, el intelectual Jorge Sayeb Helú, el historiador Elías Trabulse
Átala, los actores Gaspar Henaine "Capulina" y Mauricio Garcés, y una
larga lista de personalidades”. (Rosa E. García Ita, p.
2).
Los
inmigrantes árabes, la mayoría al principio eran cristianos, procedentes del
Oriente Medio, conocidos como en América Latina con el nombre de “turcos”.
Provenían
del antiguo Imperio Otomano, Siria, Palestina y Líbano, que emigraban para no
ser obligados a enlistarse en el ejército, por la presión política y las
guerras sectarias, nació el movimiento literario propio y característico que es
conocido como la ‘literatura del Mahyar’ o llamada también ‘La
literatura árabe de la Emigración’.
Un grupo
de intelectuales fue encabezado por Gibran Jalil Jabran que fue un destacado
poeta, escritor y pintor libanés nacido en Becharré el 6 de enero de 1883 y
fallecido en Nueva York el 10 de abril de 1931.
Del mismo
modo, también se creó el círculo o liga andalusí (Al-Usba al-Andalusiyya), en
Sao Paulo, en Brasil, se trata de una asociación que se verá caracterizada por
su identificación con la poesía hispanoárabe.
Dentro del
universo del al-Ándalus, en escritores como Ibn Zaydum o Ben
Quzman y en la poética arabigoandaluza. Desde Rubén Darío hasta los
últimos contemporáneos existe una gran influencia árabe en la obra de precursor
modernista.
Le sirve a
Darío para asumir una postura estetizante proveniente de Francia, y que
terminaría sumiendo a los modernistas latinoamericanos en ese mundo árabe
adoptado por el escritor nicaragüense.
La
importancia de esta presencia árabe nos llevan hasta la misma emigración
española inmediatamente posterior al descubrimiento en que llegan al sur de
América los gitanos, árabes y judíos que habían ocultado su verdadera
procedencia para escapar de la persecución en España.
Toda la
literatura latinoamericana desde el siglo XIX hasta la actualidad, respira
árabe por alguno de sus poros, un hecho comprensible si se tiene en cuenta que
un número importante de ellos son descendientes de árabes que cambiaron su
verdadero nombre para escapar de persecuciones o simplemente para cambiar de
vida una vez instalados en América. Los árabes, emigraban sin voluntad de
regresar, de tal modo que se integraban plenamente en las sociedades adonde
llegaban, pero sin dejar de legar su pasado a las generaciones futuras. Todo
ello está en la génesis de la literatura latinoamericana hasta el día de hoy.
“Latinoamérica ha conformado su
identidad bajo el influjo y los aportes de diversas etnias y culturas, desde
las de sus pobladores originarios, pasando por el período colonial español, el
asentamiento cultural africano y la etnia árabe venida de Oriente Medio que se
instaló muy rápido en el continente”. (Zohra, p. 50).
Debemos
entender el impacto de los escritores latinoamericanos poniendo el énfasis en
la recreación de mundos imaginarios, cuya raíz es inequívocamente árabe. Otros
eligen la evidencia; pero en todos se advierte la fascinación y el impacto de
"Las Mil y Una Noches", incluso en Borges y en todos los escritores
del Boom".
Si
abundante es la nómina de escritores influenciados por lo árabe, más extensa y
contundente resulta la de los personajes, el personaje central de la obra
"Eva Luna", de la escritora venezolana Isabel Allende, y donde otro
personaje importante es un palestino.
Los
primeros habitantes de Macondo Cien Años de Soledad son gitanos árabes que
llegan con sus argollas y pantuflas dispuestos a vender sus baratijas; incluso,
cuando se organiza el pueblo, hay una calle a la cual se le da el nombre de Los
Turcos, precisamente el apelativo con que se denomina a los árabes en América
Latina. Recuerdo con afecto al gran turco Jorge Kafrune y su Samba de mi
esperanza, un canto a la libertad de la Argentina dictatorial, militar y
asesina, canción que le costó la vida, por apelar a la esperanza y ansia de
libertad de un pueblo masacrado por gobiernos cuya existencia me han parecido
incomprensibles ante un pueblo al que reconocemos su gran cultura. Pero bueno,
volvamos al grano y dejemos este asunto y dolor que la novela me inspira al
leerla.
Toda la
literatura latinoamericana desde el siglo IX hasta la actualidad respira árabe
por alguno de sus poros, un hecho comprensible si se tiene en cuenta que un
número importante de ellos son descendientes de árabes que cambiaron su
verdadero nombre para escapar de persecuciones o simplemente para cambiar de
vida una vez instalados en América. Los árabes, emigraban sin ganas de volver a
su país de origen, de tal manera que se integraban totalmente en las sociedades
adonde llegaban, pero sin dejar de recurrir a su pasado y a sus tradiciones
literarias para heredar a las generaciones futuras. Todo ello lo percibimos en
la génesis de la literatura latinoamericana y continúa hasta el día de hoy.
“La novela La mentira del escritor y
filósofo Mauro Martina no se escapa de la influencia árabe, es una novela rica
en aforismos, reflexiones, y reminiscencias del pasado, de las costumbres y
tradiciones; la conservación de los nombres en los personajes, sean estos de
cualquier nivel socioeconómico o el papel que el autor le asignó a cada uno,
todos se enorgullecen de su ascendencia árabe sean producto de su adaptación al
español o a la región de donde procede cada uno de ellos.
Lo interesante de la trama de la novela
es que aún en el desarrollo del drama que los envuelve, este lo adaptan
plenamente a las costumbres, comportamiento y la propia convivencia familiar;
el abuelo, hombre sabio dispuesto a dejar un legado más valioso que cualquier
valor material o económico:
“—Caminemos, linaje de mi sangre, —dijo el Abuelo
—,sentado en la mesa y con un libro en su mano derecha—, él decía que ese texto
lo había asistido en todas partes”. (Beltrán, Prólogo,
p. 11).
Nada nos es
extraño en el discurso de la novela, no si tomamos en cuenta las costumbres que
hemos heredado y que percibimos en el presente a través de la lectura de este
documento como es “La Mentira”. Idiosincrasia y herencia; ficciones,
modo de ser, supuestamente española lo vemos con mayor similitud entre la
comunidad hispanoamericana y la hispanoárabe asentada en las regiones de
América, particularmente en el Cono Sur
En La Mentira intuimos los grandes
preceptos de los filósofos hispanoárabes como Avicena y Averroes, de Tagore,
quienes precisaron algunas interpretaciones de Aristóteles después absorbidas
por los intelectuales judíos y cristianos. Tal como su influencia en nuestro
lenguaje con más del 8% de palabras de tal origen, cuyo más de 900 palabras
raíces derivan más de cuatro mil palabras de nuestro vocabulario...”.
Hijos del libro: Escritores
americanos judíos. “Sin los laberintos metafísicos y burocráticos de Kafka la
literatura europea moderna quedaría, sin duda, disminuida. La resta sería
también empobrecedora si se desconociera la minuciosa inquisición de Proust en
los misterios de la vocación literaria”. (Elmore, p. 2).
El proceso y En busca del tiempo
perdido son obras centrales en los cánones
germánico y francés, pero la identidad étnica de los autores colisiona –o, al
menos, entra en fricción—con los dominios de la nacionalidad y la lengua. Kafka
fue judío y checo de lengua alemana; Proust, judío y ciudadano de Francia.
En ambos casos, la pertenencia a la más itinerante de las minorías culturales
(hablo de «cultura», pues ni Proust ni Kafka practicaron la religión judía,
aunque Kafka intentó aprender hebreo y se interesó en la Kabbalah)
explica en parte que los escritores fuesen, de alguna manera, extranjeros en
sus propias sociedades. Es difícil imaginar estilos e imaginaciones más
diferentes que los de Kafka y Proust, pero bajo las divergencias se
intuye una vivencia compartida: la de quien, estando dentro, observa como si
estuviera aparte.
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2 En el
sitio (http://www.iberoamericanalibros.com/es/kontaktshop.html) se encuentra
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Además, están disponibles en Amazon. de, Amazon.com y Amazon.es
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Tomado de:
http://www.lagranepoca.com/archivo/28706-rudyard-kipling-historia-legado-gran-novelista.html
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Tomado de:
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