Por Guillermo Beltrán Villanueva
Al Maestro Juan Gil Martínez Tadeo
En algunas regiones de
nuestra nación se han adoptado las diversas danzas autóctonas, aunque
supeditado a las instituciones por lo que, los maestrantes de Educación en las
Artes tienen a su disposición un amplio terreno de investigación, asimilación y
promoción de nuestras danzas para integrarlas al folclor mexicano, aumentando el
vasto repertorio de interpretaciones dancísticas acorde a lo variado de
nuestras comunidades y mestizaje.
La danza tiene muchos
atributos, es una expresión artística que requiere de la representación de
otras disciplinas, exige una identificación plena con la música y el ritmo que
guía los pasos de la danza; la coreografía del teatro; el arte del diseños de
vestuarios; la historia y conocimiento de nuestra tradiciones, costumbres,
vestimentas representativas de épocas, se vale la paleontología para descubrir
materiales originales de vestuarios, adornos, prendas con significados
especiales, y por lo tanto, el maestro, investigador y ejecutante de la danza
adquiere una extensa cultura. Es todo un reto individual y de grupo, por lo que
promueve la socialización en las Artes; es espectáculo, misticismo conceptual
en lo mágico y religioso; es creatividad y educacional ya que fomenta la
expresión e interpretación de la historia, nuestra geografía nacional, nuestros
pueblos y sobre todo el valore de nuestros orígenes; “la investigación
e interpretación libre de los movimientos del cuerpo y la coreografía abierta a
la recreación constante de los danzantes, maestros y promotores”. (Esteve,
Ana, Víctor López. 2013).
Los niños se mueven
desde el vientre materno, es esencial para la vida ejercitar los músculos,
reforzar articulaciones y huesos para su desarrollo sano. Ellos nacen danzando
en una relación íntima con la madre; el niño no olvida esos lazos ni el
mecanismo por el que se acerca, a partir de ello, el joven y adulto
convive y se relaciona con los otros, por medio de un lenguaje corporal de
gestos y movimientos. Desarrolla la danza innata para comunicarse y expresar
sus sentimientos, emociones, miedos y alegrías. La ofrenda a sus antecesores y
divinidades, convertidas en procesos dancísticos, en actos místicos y
tradiciones nos dan arraigo e identidad. Los estudiosos de la comunicación
consideran de vital importancia el lenguaje corporal, las manos, el rostro, las
gesticulaciones, todo movimiento que enriquece la comunicación entre los seres
humanos, he ahí el gran legado a la humanidad de parte de la danza.
Emocional.
En cuanto a lo
emocional al reforzar las relaciones sociales para aquellos jóvenes que se sienten
rechazados, solos y, que les domina la timidez para relacionarse, en la
práctica de la danza poco a poco van venciendo sus complejos y su autoestima
crece exponencialmente, aprende a colaborar y a auxiliar a sus compañeros
cuando se le requiere, a compartir lo aprendido. Es excelente en las relaciones
de pareja cuando se practica en casa, incluso para la solución de problemas de
esta. En los encuentros de danza Inter escolar de grupos considerados
antagónicos cambia sustancialmente la idea de protagonismo por el de amistad.
La danza nos brinda alegría, tristeza, sentido de unidad, amor a la
tradición… “la técnica, mejoramiento del estado físico, sincronización,
perseverancia y automotivación entre muchas virtudes que enaltece en las
personas”. (Colegio Williams. 2021).
Migración.
“Cuando nuestros
compatriotas tienen que alejarse de sus orígenes, la danza mexicana los
reencuentra y enorgullece de sus tradiciones. “La práctica de la danza
mexicana en tierras extrañas ayuda al joven a no sentirse excluido en las
culturas adoptadas, sino orgulloso de esas raíces y reforzadas por los jóvenes
en su misma circunstancia de vivir en un país extraño y ajeno a nuestra
idiosincrasia”. ( Sarahí Lay Trigo. 2021).
La danza se enseña con
valores y legitimidad, el danzante demuestra sus habilidades al realizar sus
dinámicas con soltura, el dominio en los cambios de peso con gracia y
movimientos agradables y representan la belleza misma del evento. El acto
interpretativo de la danza se complementa con una respiración controlada, la
ejecución de rotaciones, saltos y estiramientos convirtiéndose cada cambio de
peso en la esencia misma de la danza y por ende se convierte en Arte Mayor. Es
de suma importancia al promover y enseñar la danza hacerlo con profesionalismo
y ética, predicar con el ejemplo. No se trata de salir del paso en las
actividades recreacionales y conmemoración del calendario escolar. Es triste
ver como en las graduaciones se presentan bailes de otros países e idiomas
porque están de moda o de paso, con lenguajes inapropiados para los niños y sin
más mérito que subirlo al estrado para que brinquen y salten. El niño no es
responsable por las malas prácticas, esa responsabilidad la tienen los
maestros, debemos aprovechar esos eventos, el entusiasmo de los niños, la sinceridad
de su alborozo, pero ¿qué tal si en vez de mostrarnos la aculturación de
estilos de vida y creencias lo cambiamos en la enseñanza de nuestro folclor, en
el amor al arte, a la danza y a nuestras tradiciones?
BIBLIOGRAFÍA
- Juan Gil Martínez Tadeo, J
Pedro Monroy Jiménez . (2021). Plan anual de artes (danza) del
ciclo escolar 2021-2022 . En Asignaturas 2022(1-9). México:
Departamento Curricular de nivel medio.
- Ana Isabel Esteve García,
Víctor Manuel López Pastor. (2013). la expresión corporal y la
danza en educación infantil. Revista de Educación Física para la
paz, 9. 1-12.
- Sarahí Lay Trigo . (2021).
Danzar mis raíces. Bailarines de folclor mexicano en Santa Cruz,
California. ARTE, LENGUA Y CULTURA, Volumen sin dato, 109-131.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario