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domingo, 31 de marzo de 2024

¿Por qué es importante publicar los resultados de la investigación científica en revistas indexadas y/o arbitradas con un determinado factor de impacto?

 ¿Por qué es importante publicar los resultados de la investigación científica en revistas indexadas y/o arbitradas con un determinado factor de impacto?

Guillermo Beltrán Villanueva.

Introducción.

 La mayoría de los estudiantes de posgrado tienen la ilusión de publicar en algunas revistas consideradas de importancia en el medio de la investigación científica. Vemos que los mismos estudiantes se afanan en detallar la estructura, contenido, formato, teorías en las que se apoya, enfoques, temas y objetivos, así como una buena discusión con sus pares (los censores de las revistas, no nosotros), con el aliciente de salir airosos en tal ejercicio.

Saber si en su constructo existe un buen referente, un marco contextual donde se ha agotado el tema y en tales acciones darse cuenta de que quedan pendientes otras observaciones, perspectivas al cabo de las cuales se puede ahondar y dar nuevas luces en la investigación que nos ocupa; luego, lograr en base a nuestras propuestas la capacidad de ofrecer algo nuevo que complemente, aclare, modifique lo ya investigado y conocido en la comunidad científica.

Sería el momento de iniciar una nueva tarea: meticulosa, probada, que nos convenza a escoger la revista en la cual queramos publicar e irrumpir en el grupo selecto de investigadores dispuestos a aportar algo nuevo, discutible, propositivo, revolucionario, según la idea de Kuhn. “Salirnos de esa idea cómoda de encajar con la idea del -progreso continuo-, (Cfr. Kuhn citado por Briseño Tarcila, 2009); el acumular saberes como vemos en muchas revistas, sin ser capaces de revolucionar las teorías con nuevos paradigmas con sus enfoques, conceptos y compromisos hacia dentro de una comunidad que desea proponer y pertenecer. Separarnos de esa “matriz social” a la que pretendemos formar parte, sin otro mérito que parecernos a ellos y encajar en los criterios por lo que evalúan esos “pares”; ser parte de la “historia” de ese momento identitario y de pertenencia. Encontrar la esencia como investigador; ser único y capaz de revolucionar el conocimiento sin más compromiso que él mismo y la pureza de la ciencia que es al final de cuentas a quien se debe como investigador.   

Antecedentes.

En las lecturas que constantemente revisamos como material de cada una de las asignaturas, vemos con preocupación errores ortotipográficos en la mayoría de ellos. Así mismo, documentos de consulta en los que no se precia la originalidad en los temas y respecto a las estructuras obligadas en los trabajos de investigación, errores comunes que copiamos y, en los que caemos la mayoría de los estudiantes.

Propósitos.

Debemos enfocarnos en superar nuestro analfabetismo en muchos órdenes. Hacer una revisión personal sobre el manejo correcto de las reglas gramaticales, pues ello refuerza o debilita cualquier trabajo que hagamos. Es nuestra obligación como estudiante de posgrado el haber superado esa etapa de aprendizaje y aplicar correctamente las reglas ortográficas, la redacción y el nivel de lenguaje (académico) con el que escribimos.

 

La escritura académica.

En cuanto a la escritura académica debemos cumplir con una serie de requisitos para que el documento sea considerado como referente en futuras investigaciones. Es indudable que muchos condiscípulos nos describen con detalle la estructura, apartados, temas, métodos y conclusiones a las que debemos llegar en nuestro trabajo de investigación, tema que con acierto nos proponen los aquí participantes, desde diferentes aspectos como los que señala: (Marco Montejo Que, 2024), “procesos sistemáticos aplicados al estudio de un fenómeno”, como dice el maestro, (Herminio Alatorre Villanueva, 2024):  “fomenta(r) el interés a futuras generaciones a investigar en campo disciplinar. Una vez dominados esos referentes, es menester detallar y profundizar los siguientes pasos a seguir.

En busca del Tema.

Dilucidar primero si el tema que nos interesa es resultado de una concienzuda lectura de textos que les son similares en los contenidos investigados, las ideas que desarrolla y que el material reunido es producto de una selección seria que nos permita evaluar y seleccionar el contenido que citaremos en el documento resultante de un “diagnóstico”; es decir, un estudio detallado y selección de ideas para que de ahí se “delimiten” y sean la base y referente; hacer “acopio” de las lecturas que vamos a “priorizar” y, elaborar “fichas de lectura” suficientes que refuercen nuestra propuesta. En pocas palabras, “nuestro texto es un ‘constructo’ de otras construcciones”. (cfr. Rodríguez y García (2015:251).

Su estructura.

Debemos ser capaces de distinguir si lo que escribimos es un ensayo o un artículo académico. Estar conscientes de que nuestro texto puede ser consultado o desechado por contener propuestas nada serias o falta de sustento o considerado por su calidad y originalidad.  Muy bien los puntos que trata la maestra, (Leyli Matilde Domínguez Jacob, 2024), en cuanto a que lo que pretendemos publicar sea resultado de un proceso metodológico de acuerdo con lo que se desea proponer y una vez culminado su constructo se enfoque a publicarlo. Es en este paso donde debemos tener especial cuidado al seleccionar la revista donde pretendemos enviar nuestro trabajo.

El ensayo.

Como lo citan Rodríguez Hernández y García Valero (2015:251), ‘un texto académico es un documento de tipo proposicional que presenta un razonamiento, un estudio empírico y una experimentación o revisión teórica”. Está claro que no es una novela, relato o análisis de textos líricos donde se enseñorea la opinión y gusto personal donde el “yo” es el personaje principal del escrito. Bien lo citan Rodríguez Y, García: “escribir académicamente es una práctica letrada estrechamente vinculada con las características del área del saber en la cual se desarrolla”.

Acuerdos y precisiones entre los investigadores.

En su texto, la maestra Leyli enfatiza respecto a la calidad de la revista en la que deberíamos publicar y nuestro objetivo para hacerlo. Ella dice que, En cuanto a una aportación al debate, es importante recordar que el énfasis en publicar en revistas con alto factor de impacto puede generar presiones indebidas en los investigadores y fomentar prácticas poco éticas”, (2024). Creo fundamental, profundizar en la investigación sobre cada una de las revistas que hayamos preseleccionado para enviar nuestro trabajo, ya que son demasiadas las poco serias en sus criterios de evaluación al anteponer el enfoque, la ideología, o las bases teóricas con que se sustenta el trabajo, si es de carácter cualitativo o cuantitativo y si como árbitro dentro de las decisiones de la revista se inclina a favorecer ciertas investigaciones por sintonizar con los criterios editoriales de la misma. Parece fácil simplemente enviar el trabajo sin saber por qué algunas revistas rechazan lo que otras les parece un buen esfuerzo y trabajo por proponer algo nuevo, sea una perspectiva, aspecto teórico o enfoque el que haya llevado al investigador a plantear los objetivos y la necesidad de profundizar en un tema de investigación multicitado.

En mi caso lo primero que hago al revisar lo publicado en una revista, la calidad literaria y lo más elemental, la gramática y la ortografía, pues como usted sabe, en los criterios de evaluación de nuestros maestros, revisan la correcta redacción y eso, sin duda, nos ayuda a mejorar. Por lo que he visto en muchas revistas eso no sucede ni en otras universidades, no corrigen ni ayudan a mejorar los contenidos para guiar al alumno en la calidad, seriedad y profundidad de las investigaciones. Obviamente, las revistas que he revisado donde prolifera el analfabetismo literario en la redacción, (forma, estilo, gramática, ortografía, caligrafía y nivel de estudiante universitario) es suficiente para saber que publicar en esas revistas ni nos favorece ni evolucionaremos como investigadores.

Respecto al tema de las revistas, es importante lo que nos propone, (Moreno, Diana. 2024): En cuanto a que “existen garantías en el acto de revisión por pares en las revistas indexadas … garantiza la calidad y rigurosidad…”, sobre todo que a los primeros “pares” a los que se refiere seamos los propios condiscípulos y nuestra docente de la materia;  sería importante no dejar de lado el hecho de intensificar la lectura de trabajos de varias revistas antes de decidir en cuál de ellas publicaremos. Desafortunadamente no todas reúnen calidad, ecuanimidad y rigor al seleccionar los textos por publicar. Es cierto que el tiempo apremia por lo tardado del proceso de titulación y el que, si es escogido alguno de nuestros materiales el tiempo de espera para publicarlo pueden ser meses o años; a la par de cumplir con los requisitos de una buena investigación como usted acertadamente propone, maestra Diana Moreno, debemos iniciar la tarea de “investigar” los contenidos, criterios, compromiso editorial de las revistas para una vez concluida satisfactoriamente nuestra investigación enviemos nuestro material a la editorial seleccionada con el mismo rigor de selección que nos favorezca. La presión para enviar nuestro texto a la primera revista que nos den cabida como participantes o aspirantes a ser publicados previas cuotas o aportaciones es un riesgo.

Conclusión.

Hemos revisado los pro y contras para decidir la opción por la que deseamos titularnos en el doctorado en Docencia y Educación artística. El primero ha sido el titularnos por “trabajos publicados” en lugar de una tesis para lograr la titulación, en esta opción no debemos perder de vista el tiempo para cumplir con todos los trámites a que nos obliga algo de lo que no estamos de acuerdo en esperar para ejercer nuestra profesión. Si ulteriormente el propósito es publicar para aumentar su currículo experiencial, entonces hagámoslo bien para lograr que tal publicación cumpla uno de sus objetivos: "suponer un logro de notoriedad, prestigio, promoción y reconocimiento personal, aumento de los ingresos, obtención de recursos, etc. (Craig y Wheeler, 2011). La segunda opción es titularse por tesis por lo que debemos entrar en materia y avocarnos a trabajar y revisar cada paso por dar y lograr nuestra meta, la titulación.

Referencias.

1.    Romero, C. (2011). Redacción científica: prolegómenos y práctica. Tunja: inédito.

Universidad Nacional Autónoma de México. (2002). Redacción científica.

En: www.unam.mx/redacción científica. Visitado el 25 de noviembre de 2002.

2.    Briceño, Tarcila. (2009). El paradigma científico y su fundamento en la obra de Thomas Kuhn. Centro de Investigaciones Históricas. "Mario Briceño Iragorry" (UPEL-IPC). Caracas-Venezuela. En:

https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-94962009000200006#:~:text=Kuhn%2C%20cuestiona%20el%20uso%20desmedido,compromisos%20por%20la%20comunidad%20cient%C3%ADfica.

 

 

 

 

1 comentario:

  1. Advertimos un responsable compromiso con la rigurosidad académica, el camino mediante el cual deben divulgarse nuevos paradigmas que contengan la creación y/o la captación de conocimientos inéditos sobre la materia que se trate, en beneficio del avance de la humanidad. Es menester seleccionar las revistas más prestigiadas, serias y reconocidas para la divulgación. Felicidades maestro, doctorando y amigo Guillermo Beltrán Villanueva.

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