¿Por qué es importante publicar los resultados de la investigación científica en revistas indexadas y/o arbitradas con un determinado factor de impacto?
Guillermo Beltrán Villanueva.
Introducción.
La mayoría de los estudiantes de posgrado tienen
la ilusión de publicar en algunas revistas consideradas de importancia en el
medio de la investigación científica. Vemos que los mismos estudiantes se afanan
en detallar la estructura, contenido, formato, teorías en las que se apoya,
enfoques, temas y objetivos, así como una buena discusión con sus pares (los
censores de las revistas, no nosotros), con el aliciente de salir airosos
en tal ejercicio.
Saber si en su constructo existe
un buen referente, un marco contextual donde se ha agotado el tema y en tales
acciones darse cuenta de que quedan pendientes otras observaciones,
perspectivas al cabo de las cuales se puede ahondar y dar nuevas luces en la
investigación que nos ocupa; luego, lograr en base a nuestras propuestas la
capacidad de ofrecer algo nuevo que complemente, aclare, modifique lo ya
investigado y conocido en la comunidad científica.
Sería el momento de iniciar una nueva
tarea: meticulosa, probada, que nos convenza a escoger la revista en la cual
queramos publicar e irrumpir en el grupo selecto de investigadores dispuestos a
aportar algo nuevo, discutible, propositivo, revolucionario, según la idea de
Kuhn. “Salirnos de esa idea cómoda de encajar con la idea del -progreso
continuo-, (Cfr. Kuhn citado por Briseño Tarcila, 2009); el acumular
saberes como vemos en muchas revistas, sin ser capaces de revolucionar las
teorías con nuevos paradigmas con sus enfoques, conceptos y compromisos hacia
dentro de una comunidad que desea proponer y pertenecer. Separarnos de esa “matriz
social” a la que pretendemos formar parte, sin otro mérito que parecernos a
ellos y encajar en los criterios por lo que evalúan esos “pares”; ser parte de
la “historia” de ese momento identitario y de pertenencia. Encontrar la
esencia como investigador; ser único y capaz de revolucionar el conocimiento
sin más compromiso que él mismo y la pureza de la ciencia que es al final de
cuentas a quien se debe como investigador.
Antecedentes.
En
las lecturas que constantemente revisamos como material de cada una de las
asignaturas, vemos con preocupación errores ortotipográficos en la mayoría de
ellos. Así mismo, documentos de consulta en los que no se precia la
originalidad en los temas y respecto a las estructuras obligadas en los
trabajos de investigación, errores comunes que copiamos y, en los que caemos la
mayoría de los estudiantes.
Propósitos.
Debemos
enfocarnos en superar nuestro analfabetismo en muchos órdenes. Hacer una
revisión personal sobre el manejo correcto de las reglas gramaticales, pues
ello refuerza o debilita cualquier trabajo que hagamos. Es nuestra obligación
como estudiante de posgrado el haber superado esa etapa de aprendizaje y
aplicar correctamente las reglas ortográficas, la redacción y el nivel de
lenguaje (académico) con el que escribimos.
La escritura académica.
En
cuanto a la escritura académica debemos cumplir con una serie de requisitos
para que el documento sea considerado como referente en futuras
investigaciones. Es indudable que muchos condiscípulos nos describen con
detalle la estructura, apartados, temas, métodos y conclusiones a las que
debemos llegar en nuestro trabajo de investigación, tema que con acierto nos
proponen los aquí participantes, desde diferentes aspectos como los que señala:
(Marco Montejo Que, 2024), “procesos sistemáticos aplicados al
estudio de un fenómeno”, como dice el maestro, (Herminio Alatorre
Villanueva, 2024): “fomenta(r) el
interés a futuras generaciones a investigar en campo disciplinar. Una vez
dominados esos referentes, es menester detallar y profundizar los siguientes
pasos a seguir.
En busca del Tema.
Dilucidar
primero si el tema que nos interesa es resultado de una concienzuda lectura de
textos que les son similares en los contenidos investigados, las ideas que
desarrolla y que el material reunido es producto de una selección seria que nos
permita evaluar y seleccionar el contenido que citaremos en el documento
resultante de un “diagnóstico”; es decir, un estudio detallado y
selección de ideas para que de ahí se “delimiten” y sean la base y referente;
hacer “acopio” de las lecturas que vamos a “priorizar” y,
elaborar “fichas de lectura” suficientes que refuercen nuestra
propuesta. En pocas palabras, “nuestro texto es un ‘constructo’ de otras
construcciones”. (cfr. Rodríguez y García (2015:251).
Su estructura.
Debemos
ser capaces de distinguir si lo que escribimos es un ensayo o un artículo
académico. Estar conscientes de que nuestro texto puede ser consultado o
desechado por contener propuestas nada serias o falta de sustento o considerado
por su calidad y originalidad. Muy bien los
puntos que trata la maestra, (Leyli Matilde Domínguez Jacob, 2024), en
cuanto a que lo que pretendemos publicar sea resultado de un proceso
metodológico de acuerdo con lo que se desea proponer y una vez culminado su
constructo se enfoque a publicarlo. Es en este paso donde debemos tener
especial cuidado al seleccionar la revista donde pretendemos enviar nuestro
trabajo.
El ensayo.
Como
lo citan Rodríguez Hernández y García Valero (2015:251), ‘un texto
académico es un documento de tipo proposicional que presenta un razonamiento,
un estudio empírico y una experimentación o revisión teórica”. Está claro
que no es una novela, relato o análisis de textos líricos donde se enseñorea la
opinión y gusto personal donde el “yo” es el personaje principal del escrito.
Bien lo citan Rodríguez Y, García: “escribir académicamente es una
práctica letrada estrechamente vinculada con las características del área del
saber en la cual se desarrolla”.
Acuerdos y precisiones entre los investigadores.
En su texto, la maestra Leyli
enfatiza respecto a la calidad de la revista en la que deberíamos publicar y
nuestro objetivo para hacerlo. Ella dice que, “En cuanto a una aportación al
debate, es importante recordar que el énfasis en publicar en revistas con alto
factor de impacto puede generar presiones indebidas en los investigadores y
fomentar prácticas poco éticas”, (2024). Creo fundamental, profundizar en la investigación
sobre cada una de las revistas que hayamos preseleccionado para enviar nuestro
trabajo, ya que son demasiadas las poco serias en sus criterios de evaluación
al anteponer el enfoque, la ideología, o las bases teóricas con que se sustenta
el trabajo, si es de carácter cualitativo o cuantitativo y si como árbitro
dentro de las decisiones de la revista se inclina a favorecer ciertas
investigaciones por sintonizar con los criterios editoriales de la misma. Parece
fácil simplemente enviar el trabajo sin saber por qué algunas revistas rechazan
lo que otras les parece un buen esfuerzo y trabajo por proponer algo nuevo, sea
una perspectiva, aspecto teórico o enfoque el que haya llevado al investigador
a plantear los objetivos y la necesidad de profundizar en un tema de
investigación multicitado.
En mi caso lo primero que hago al revisar lo publicado en una
revista, la calidad literaria y lo más elemental, la gramática y la ortografía,
pues como usted sabe, en los criterios de evaluación de nuestros maestros,
revisan la correcta redacción y eso, sin duda, nos ayuda a mejorar. Por lo que
he visto en muchas revistas eso no sucede ni en otras universidades, no
corrigen ni ayudan a mejorar los contenidos para guiar al alumno en la calidad,
seriedad y profundidad de las investigaciones. Obviamente, las revistas que he
revisado donde prolifera el analfabetismo literario en la redacción, (forma,
estilo, gramática, ortografía, caligrafía y nivel de estudiante universitario)
es suficiente para saber que publicar en esas revistas ni nos favorece ni
evolucionaremos como investigadores.
Respecto al tema de las revistas, es importante lo que nos propone, (Moreno, Diana. 2024):
En cuanto a que “existen garantías en el acto de revisión por pares en las
revistas indexadas … garantiza la calidad y rigurosidad…”, sobre todo que a
los primeros “pares” a los que se refiere seamos los propios condiscípulos y
nuestra docente de la materia; sería importante no dejar de lado el hecho de intensificar
la lectura de trabajos de varias revistas antes de decidir en cuál de ellas
publicaremos. Desafortunadamente no todas reúnen calidad, ecuanimidad y rigor
al seleccionar los textos por publicar. Es cierto que el tiempo apremia por lo
tardado del proceso de titulación y el que, si es escogido alguno de nuestros
materiales el tiempo de espera para publicarlo pueden ser meses o años; a la
par de cumplir con los requisitos de una buena investigación como usted
acertadamente propone, maestra Diana Moreno, debemos iniciar la tarea de
“investigar” los contenidos, criterios, compromiso editorial de las
revistas para una vez concluida satisfactoriamente nuestra investigación
enviemos nuestro material a la editorial seleccionada con el mismo rigor de
selección que nos favorezca. La presión para enviar nuestro texto a la primera revista
que nos den cabida como participantes o aspirantes a ser publicados previas
cuotas o aportaciones es un riesgo.
Conclusión.
Hemos
revisado los pro y contras para decidir la opción por la que deseamos
titularnos en el doctorado en Docencia y Educación artística. El primero ha
sido el titularnos por “trabajos publicados” en lugar de una tesis para
lograr la titulación, en esta opción no debemos perder de vista el tiempo para
cumplir con todos los trámites a que nos obliga algo de lo que no estamos de
acuerdo en esperar para ejercer nuestra profesión. Si ulteriormente el propósito es publicar
para aumentar su currículo experiencial, entonces hagámoslo bien para lograr que
tal publicación cumpla uno de sus objetivos: "suponer un logro de
notoriedad, prestigio, promoción y reconocimiento personal, aumento de los
ingresos, obtención de recursos, etc. (Craig y Wheeler, 2011). La
segunda opción es titularse por tesis por lo que debemos entrar en materia y
avocarnos a trabajar y revisar cada paso por dar y lograr nuestra meta, la
titulación.
Referencias.
1. Romero,
C. (2011). Redacción científica: prolegómenos y práctica.
Tunja: inédito.
Universidad
Nacional Autónoma de México. (2002). Redacción científica.
En: www.unam.mx/redacción
científica. Visitado el 25 de noviembre de 2002.
2.
Briceño,
Tarcila. (2009). El paradigma científico y su fundamento en la obra de Thomas
Kuhn. Centro de Investigaciones Históricas. "Mario Briceño Iragorry"
(UPEL-IPC). Caracas-Venezuela. En:
https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-94962009000200006#:~:text=Kuhn%2C%20cuestiona%20el%20uso%20desmedido,compromisos%20por%20la%20comunidad%20cient%C3%ADfica.
Advertimos un responsable compromiso con la rigurosidad académica, el camino mediante el cual deben divulgarse nuevos paradigmas que contengan la creación y/o la captación de conocimientos inéditos sobre la materia que se trate, en beneficio del avance de la humanidad. Es menester seleccionar las revistas más prestigiadas, serias y reconocidas para la divulgación. Felicidades maestro, doctorando y amigo Guillermo Beltrán Villanueva.
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