La
novela
Los antecedentes inmediatos
de la novela es la Epopeya, pues esta se componía de capítulos que más o menos
dividía el texto en subtemas donde se presentaban cada uno de los personajes, las
acciones, los momentos y el espacio que interactuarían en el transcurso de la
historia que la novela cuenta.
La novela es un relato
largo escrito en prosa, generalmente ocupa todo un libro a menos que
pertenezcan a alguna antología u obras completas de un autor.
Generalmente se divide en
capítulos y antes de iniciar la historia, algunos escritores le agregan una sección
de palabras preliminares para escribir una presentación, proemio, prólogo o
varios estudios críticos. Le sigue un índice con las secciones que la componen
y la página correspondiente.
En una novela se presentan
múltiples conflictos o la búsqueda de algo o el planteamiento de un conflicto
existencial. La novela ha pasado de ser un simple texto donde se exponen problemas
amorosos, una larga guerra, o la reconstrucción social, económica, filosófica
de alguna gran guerra, una peste o una pandemia, una crisis económica sin
precedentes, o simplemente un grave conflicto personal, psicológico,
ideológico, etc., que transformó la manera de vivir.
La novela se guía por la
narración, el relato que alguien cuenta ya sea uno de los personajes sin
importar su posición o calidad o alguien externo que recuerda la historia, le
fue contada, fue testigo o simplemente el alter ego del escritor. Para ello
necesita establecer un punto de vista, una perspectiva desde la cual narra los
hechos, la trama, los momentos y los objetos importantes que darán vida y
propósito al discurso, a los significados y a la simbología.
Para el escritor que
inventa la obra influye mucho la época, así como su actitud frente al
mundo; el estado de cosas que le afectan o benefician, los conflictos al
interior, a su psique, y que aquella lucecita virtual al otro lado del río
le permite darse cuenta de que no todo está perdido[1]
en este mundo y a ello debe llegar al finalizar su novela.
Otra de las influencias
importantes es el estilo contemporáneo, aunque es válido recurrir al pasado, a
aquellos estilos no agotados con nuevos vocablos, ideas, y herramientas como
las plataformas virtuales y los vocabularios que se emplean en cada uno de ellos.
(No olvidemos el uso del teléfono que obligó una serie de acotaciones para escribir
los diálogos, tipos diferentes de grafías y símbolos, como en esta época
contemporánea que con su enorme velocidad nos ha llevado desde el Beeper, (con
lenguaje quasi telegráfico), a los mensajes SMS, del correo electrónico, el
Messenger, el WhatsApp, Twitter, Instagram, Facebook que nos obliga a nuevos
lenguajes cuya brevedad es la característica principal.
Lo que se cuenta debe ser
una historia original o al menos usar o agregar los lenguajes ultramodernos
de la intercomunicación.
Debe tener la sagacidad
para proponer la forma y la narrativa empleada en el proceso, depende
para ello además de la originalidad, su cacumen, sí, sus conocimientos sobre el
arte de la escritura; la preceptiva literaria, la avidez por la lectura
clásica, contemporánea y posmoderna, antes de intentar ser el non plus
ultra de la creación no vaya siendo que solamente logre ser un non minus
caca. Claro que como hemos visto
cada tanto tiempo surge un genio de la escritura que nos ofrece nuevos
elementos para la creación, no importa sean tomados de movimientos artísticos
de otras artes fuera de la Literatura.
Recuerden que la novela
hizo surgir un nuevo género con un autor conocido (no tomemos en cuenta los
plagios ni los seudónimos masculinos a los que tuvieron que acudir grandes
escritoras al margen de una sociedad machista que no fenece. Esta visibilidad
del autor lo separa de las leyenda y mitos, particularmente porque se
toman de hechos reales y aunque ficticios su acercamiento a la realidad, a los
caracteres mostrados en los personajes, los lugares y el tiempo les da cierta
verosimilitud. Así es que es muy importante asumir cierta objetividad y,
de alguna manera acudir al origen en cuanto a los Exiemplos, que le dieron
vida a El Quijote de la Mancha y otros autores que fueron modelo para el
gran Miguel de Cervantes Saavedra, todos ellos fundadores de este género, el
cual muy pocos autores le aportan cambios o elementos nuevos, por lo que la
novela no pierde vigencia, sino, vean ustedes la gran variedad de temas que
ofrece desarrollarlos con genios precursores como Sir Walter Scott, quien
quebrado por imprimir poemarios recurrió a la novela para escribir Waverley
en 1814, “en la que se narraba el levantamiento jacobita de 1745” se
consideró como una novela histórica inaugurando el género.
Cabe mencionar que la
novela es el más tardío de los géneros, surge ya con fuerza en la Edad Media y
se considera limítrofe con el cuento y el Romanzo italiano, del
cual adoptó el nombre durante un tiempo, pero que otro término lo acercaba más
a la novedad, la nouvelle, lo nuevo. Su extensión fue la principal
característica dedicándole un pequeño espacio a las historias breves como noveletas,
novelas cortas y en el caso de tener pocos personajes y girar la trama
alrededor de un conflicto, algunos le llaman cuento largo.
Si volvemos un poquito al
pasado previo diremos que las novelas anteriores se han clasificado como novelas
de viaje, novelas románticas, novelas satíricas y novela bizantina. Sin
olvidar las Noticias que eran verdaderas novelas, como Las Noticias de la Nueva
España, las historias o Tales (antiguo precursor la obra Tales de
Mileto). Famosas las andanzas de conquistadores como Julio César que
escribe La guerra de las Galias, Comentarios de las Guerra de las
Galias, Ferdinand de Cortés, el más grande genocida español en América, "Historia verdadera de la
Conquista de la Nueva España", sía ya sé que muchos textos le
dan la autoría a otro. Nuevos críticos como el historiador francés Christian
Duverger asegura que Cortés fue el verdadero autor.
Muchos escritores intermedios
desde La Epopeya de Gilgamesh Hasta la novella caballeresca, la romántica, la
moderna, la contemporánea y posmoderna, seleccionando a grandes rasgos las
obras de Boccaccio, Chaucer, Maquiavelo, Cervantes que dan vida a El Decamerón,
Los cuentos de Canterbury, El Quijote. La novela pastoril o bucólica con
sus lances de amor. ¿Se acuerdan de Daphne y Cloe? Todas estas nuevas corrientes no dejan de lado
la Epopeya en la crónica, la sátira en las Novelas de tocador
de Maquiavelo, elementos que no se abandonan fácilmente, como el
Romanticismo que produjo Fausto de Goethe. La sátira ya con personajes como El
Quijote y don Sancho quiso llevarse a Francia como Román Comique nunca
quisieron abandonar la raíz del término italiano Romanzo.
Romanticismo (no siempre
el amor) de Fausto y Los miserables. Saltos hasta Robinson
Crusoe de Daniel Defoe, hasta la novela de los grandes temas, el
sentimentalismo, la novela psicológica, la Gótica, y las del individuo y su
circunstancia, La Comedia Humana de Dante Alighieri; la realista
francesa con Flaubert y Maupassant. La naturalista de Emilio Zola.
En la novela satírica inglesa con autores como Charles
Dickens la extendieron más allá de otras corrientes al igual que la novela rusa
de Nicolai Gógol, con Almas muertas en 1840, tema que también logró
Fiodor Dostoievski con La ciudad de Stepánchikovo y sus habitantes, en 1859.
Decimos que la novela se escribe en prosa, pues
no faltó el autor ruso Aleksandr Pushkin con su novela en verso Eugenio
Oneguin escrita entre 1823 y1831.
En su estructura externa la
novela es un producto literario apoyado en el discurso. La novela pasa de ser psicológica
o colectiva para unir en una estructura diversos elementos heterogéneos que
los lleva a la novela polifónica con el intento de reflejar una época
determinada integrando elementos de reflexión e ideas filosóficas, pero pronto
llega a su fin esos intentos con En
busca del tiempo perdido de Marcel Proust y Ulises de James Joyce, y
quienes le sucedieron como Virginia Wolf y William Faulkner, siendo este
último vital por su influencia en escritores hispanoamericanos como Ernesto
Cortázar, Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Juan Rulfo y muchos más;
los lugares míticos, el monólogo interior, la inclusión de varios narradores, o
puntos de vista, saltos en el tiempo. ¿Quién no sabe de su mítica comarca Yoknapatawpha, convertida por otros en Comala, La
catedral, Macondo, París, Tisandìe.
La novela existencialista con Søren Kierkegaard en Diario de un
seductor, Jean-Paul Sartre con La nausea, Albert Camus en El extranjero.
Para pasar a Primo Levi con Si esto es un hombre ante el horror del
totalitarismo genocida de Hitler y Mussolini. Novela de espionaje, la distopía o antiutopía, un mundo dejado
a la arbitrariedad de una dictadura, el modernismo totalitario y
arbitrario reflejado en Metamorfosis y El proceso de Franz Kafka, también
1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley, y Nosotros de
Yevgueni Zamiatin. Ante tanta historia novelesca sigue prevaleciendo la voz
narradora, y, del narrador que
presenta el punto de vista dominante.
”El
último minuto
Por
alguna razón extraña el tren se detuvo. Aun así, seguí analizando el último
minuto del viaje. Tal vez desesperado por llegar y saber si efectivamente me
habían concedido el indulto.
Trabajadores
de las vías cubrían con grandes palas llenas de cascajo lo que parecían restos
sanguinolentos o quizás, diseccionados, no de una manera correcta, pues eso no
podrían hacerlo las ruedas de acero del trolebús que recorría del sur de la
frontera hasta la vecina ciudad de Tisandìe…”.
(Beltrán. 2020. Ciudad desolada Tisandìe. P. 133).
Referencias
Linda Ojeda. (2019). La
novela y sus elementos. 20 de agosto de 2020, de Vista Higher Learning Sitio
web: https://vhlblog.vistahigherlearning.com/la-novela-y-sus-elementos.html
Desconocido. (2020). Scott, Sir Walter, el
precursor de la novela histórica. 20 de agosto de 2020, de Ciberoteca Sitio
web: https://www.ciberoteca.com/search/autor_mes.asp?idAutor=103
Historia de la novela. Consultado en
Wikipedia el 20 de agosto de 2020.
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_novela.
Beltrán Villanueva, Guillermo. 2020.
Ciudad desolada Tisandìe.
Sin Límites. México.
[1] Mientras
la escribo escucho una bella canción con este par de versos de Al otro lado
del río de Jorge Drexler.
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