MSc
Lic. Guillermo Beltrán Villanueva
Doctorando en Docencia y educación artística.
¿Cuáles son los retos que
enfrenta la investigación en el siglo XXI?
Primera parte
A principios de siglo se consideraba
la investigación como una actividad cuyo avance era lento con respecto al ritmo
del último decenio del siglo XX con la abrupta irrupción de las plataformas
electrónicas; la información que a través de ella se gestaba y publicaba no era
confiable o de fuentes reconocidas en el medio; la preparación docente con
respecto a las tecnologías del momento se quedaba al margen. Muchos
investigadores seguían apegados al ritmo lento de la investigación
bibliográfica y con la elaboración de apuntes, citas, desglose y notas al
margen de los textos, tradición que continuó hasta por lo menos la segunda
mitad del siglo XX.
Se crearon plataformas especializadas en difundir los resultados de la
investigación en todos los órdenes de la vida académica cuya referencia era
obligada, particularmente de las universidades que compartían los últimos
avances de la investigación.
A partir de esas acciones la ciencia adquirió presencia en cuanto a las
novedades, experimentos y logros.
Por otra parte, la tecnología
avanzaba vertiginosamente a la par de los Sistemas operativos que permitían el
acceso a los equipos de cómputo. Al investigador le fue obligado aprender el
manejo y hacerse de asistencia especializada para avanzar en sus
investigaciones y confrontarlas con los resultados obtenidos por sus pares en
el mundo de la investigación.
Ante ese reto, de manera personal me
preparé en el manejo, reparación y programación y en la informática y,
relacionarla con la docencia, la capacitación de compañeros y el apoyo en la
redacción de sus trabajos y/o investigaciones doctorales. Debo decir que el
aprendizaje no era fácil, por la competencia de las compañías para ofrecer lo
último en programación, sistemas y equipos cada vez más veloces y, mucho menos,
darnos a la tarea de convencer a compañeros maestros para actualizarse en el
manejo de los equipos.
El terrible contagio que ocasionó el
virus SARS-CoV-2, detuvo toda actividad académica volviendo al ostracismo
científico con muy pocas reuniones; sin embargo, la tecnología cada vez más
avanzada fue el auxiliar necesario para continuar el desarrollo de las
investigaciones. La capacidad de adaptación de estudiantes, maestros e
investigadores se impusieron, además de la oferta académica EN LÍNEA u ONLINE
creó un “Boom” aún en las universidades que se negaban a ofrecer esos
servicios, los cuales les parecía de baja calidad por no ser presencial. Mi
Alma Máter de la licenciatura no fue la excepción, pues se negaba
constantemente a esa oferta académica, por lo que no teníamos oportunidad de
seguir nuestra educación, coartada por esas decisiones.
Con la ampliación de los programas y
creaciones de las universidades VIRTUALES con programas de buena calidad y
respaldo de universidades reconocidas, se abrió un abanico de oportunidades en
nuestras aspiraciones educativas; la creación de bibliotecas especializadas de
gran calidad en su contenido; la guía de buenos maestros capacitados en la
tecnología, todo ello repercutirá para que se dé un gran avance en la
investigación.
Segunda parte
En lo general puedo estar de acuerdo
con usted, apreciados maestros, es cierto que las ciencias exactas muchas de
las veces no congenian con las llamadas ciencias sociales; unas avanzan con
ciertos criterios, particularmente bajo las directrices de la economía (término
corrompido en su esencia), es decir, regida por las grandes potencias, las
necesidades de sus países, la oferta y la demanda de artículos de "primera
necesidad" (aparentemente), ya que la publicidad, (los anuncios de
productos) manipulados por mensajes subliminales nos hacen consumir artículos cuya
necesidad va más allá de la realidad y llevada a los instintos del ser humano;
esas necesidades son tan diferentes en los pueblos del primer y/o tercer mundo,
desde esta perspectiva vemos que la investigación científica va encaminada al
consumismo desenfrenado de alimentos dañinos, no siempre es una investigación
enfocada al crecimiento material a la par del crecimiento espiritual. Por otro
lado, la industria impulsa al saqueo de los pueblos dominados por las modas,
costumbres, creencias, armamentismo y, falsas definiciones de lo que es “culto”,
“desarrollado”, "civilizado", a menos que lo sea el sojuzgar pueblos
débiles o pacíficos.
Vemos como nuestra antigua herbolaria
es superada por medicamentos milagrosos que resultan ser una falacia y
enriquecimiento de la industria farmacéutica, cuando nuestras medicinas
ancestrales son superiores y apenas se incluyen en el catálogo de la medicina e
investigación seria.
Todo ello nos lleva a una falsa
visión de civilización, avance, desarrollo de la ciencia. Sin duda, la misión
de nuestras universidades nos da la oportunidad de poner en la mesa de
discusión, conceptos, significados, definiciones, los cuales, deben ir a la par
con el crecimiento espiritual y material del ser humano.
Tercera parte
No olvidemos que antes de conciliar
debemos plantear el modelo, la forma, el sistema o el paradigma con que
calificamos lo que expresamos. Thomas Samuel Kuhn no quita el dedo de
renglón en cuanto a sustituir un paradigma por otro y en eso debemos tener
cuidado, pues el propio Kuhn, no propone claramente si la reconstrucción de un
nuevo paradigma para dirimir las investigaciones debe ser resultado de una
ligera o profunda modificación de los argumentos o bases que constituirán la
nueva forma de investigar y proponer. No es nada más aplicar la lógica de
manera desmedida en el supuesto progreso de la ciencia, sino un cambio
sustancial al interior de la comunidad científica de la que muchas veces “hay
que esperar a que mueran y sean sustituidos por nuevas generaciones de
investigadores más abiertos al cambio para aceptar nuevas propuestas” A
ello hay que aplicar “la reflexión filosófica sobre la construcción, la
reelaboración, la sustitución y la reconstrucción del modelo para las teorías
científicas” (Thomas Kuhn, 1962).
En lo anterior va implícito lo dicho
por el investigador, Juan Sierra, quien propone: “Para que la ciencia
prevalezca como una herramienta de cambio y bienestar de la humanidad”.
(Sierra. 2022).
Cuarta parte
El mundo va tan acelerado, compañeros
investigadores, los tiempos tan
distintos en cuanto a los progresos sean científicos, sociales o personales que
no debemos "flexibilizar" o bajar la guardia en nuestros
propósitos de aportar a la investigación un nuevo cariz enfocado al bienestar
humano. Lo otro, la batalla por el dominio económico en cuanto a tener el poder
de decidir, producir, comercializar la industria como lo vimos en la
fabricación de medicamentos para aliviar o menguar el Covid, se convirtió en
una lucha descarnada de intereses, en lo que menos importaba era la salud
global, solamente producir o “etiquetar”, para los que puede "pagar"
los precios sobrevaluados de los medicamentos " paliativos o placebos"
que resultan inertes para
desaparecer el virus, pero que tranquilizan al paciente sin efectos para bien o
para mal.
Por
esas decisiones, muchos de nuestros familiares pasaron a mejor vida, por no poder pagar las medicinas que menguaban
las "secuelas", estas que en realidad no existen, sino que se trata
de la enfermedad extendida que va debilitando nuestra capacidad de sobrevivir.
Como
se observa la investigación se ha enfocado a llevar dinero a los inversionistas
y no al bienestar humano.
Ante
estas circunstancias, ¿podríamos decir que todos los paradigmas que sustentan
hoy la investigación han fallado?
Habría que ver si las críticas
esgrimidas son ciertas para entender la evolución científica de Samuel Kuhn sobre
“el cambio de un paradigma a otro tiene algo de irracional, incluso de
relativista, ya que el autor no justifica por qué un paradigma es mejor que
otro: en última instancia" (T. S. Kuhn. 1962), cuando en realidad son
las propias comunidades, sean surgidas del estudiantado en diálogo con los
maestros, las que cotidianamente luchan por subsistir y ofrecen respuestas con
"sentido común" o comunidades científicas, al servicio de los
grandes intereses gobernados por el "Poder de Facto" o por la
intención de obrar en bien del humanismo, y que todos superemos las
adversidades.
Quinta parte
A mi parecer, los Paradigmas son
inmunes a los problemas en el sentido de que sean la causa de estos. La mayoría
de los principios en los que se basan los paradigmas, en un tiempo y espacio determinado,
sea una época de la civilización europea, americana, oriental o alguna otra
región, fueron los adecuados para aplicarlos como modelo; más bien, en el
avance de las tecnologías por más rudimentarias que fueran llegaron a una “crisis”,
al superar esos conocimientos para una nueva realidad y eso los obligó a crear
nuevos paradigmas, sistema de análisis, criterios acorde a los nuevos
descubrimientos. En esencia es lo que afirma la obra "La estructura de
las revoluciones de la ciencia" de Thomas Samuel Kuhn (1962).
Si un simple aparato construido en
un tubo circular y varios lentes fue suficiente para sustituir el geocentrismo
por el heliocentrismo a partir de un nuevo paradigma, es claro que los nuevos
descubrimientos del universo y con la ayuda de aparatos combinados con los
sistemas computacionales, tal vez descubramos la inexistencia del tiempo y el
espacio y sólo sean figuraciones virtuales, energía, magnetismo, o auras
corporales en una danza interminable de números, operaciones algebraicas,
conjuntos, diferencias entre funciones y relaciones, orden en los números
naturales y las propiedades de los números enteros, además de la combinatoria y
los polinomios y la suma sea lo que vemos y percibimos de nosotros mismos.
Sexta parte
Estoy de acuerdo con su afirmación
de que "muchas veces estas surgen desde el interés y recursos
personales, que desde la academia y la conjugación de esfuerzos". Por
lo general, los recursos vienen del propio interés de los grupos de poder, ya
sea para la fabricación de armas más mortíferas a partir de nuevos paradigmas
enfocados para tal propósito; medicamentos "milagros" por obra
y gracia de la publicidad subliminal, y a precios elevadísimos para aumentar la
plusvalía, aunque nuestro sistema inmunitario salga avante o descubra por la
"falsación" en los métodos "la inutilidad del cangrejo".
Es una gran diferencia de "lo
que es" y "debería ser" la investigación científica.
Y más cuando las academias trabajan proyectos "a modo" de las
necesidades de la gran industria productiva. "Tener que trabajar",
"dedicación" "desmotivación", palabras claves que mencionan
algunos investigadores y, lo “más grave" es precisamente la falta
de motivación, fin último de nuestro sistema ultra capitalista donde sólo
interesa la plusvalía y la reducción del género humano para que solamente
queden los que al sistema les conviene. Espero que el
"pragmatismo" a lo que nos llevan esas circunstancias, más temprano
que tarde, lo superemos con esfuerzo y dedicación para ser mejores actores de
cambio como nuevos investigadores proponen.
Séptima parte
¿Es necesario un nuevo paradigma
de investigación para la solución de los problemas de nuestro país?
Debemos partir, primero, del respeto
a nuestra idiosincrasia, cultura inclusiva, multiplural y Multilingual;
considerar la industria cultural ancestral para el aprovechamiento de la salud,
el cuidado de nuestro entorno, la confiabilidad; el amor a las tradiciones, a
nuestra historia y valores sociales y familiares. Depurando nuestra mentalidad
acerca de nuestra “nacionalidad” , podemos pensar, entonces, lo que
realmente necesitamos para avanzar en nuestra sociedad.
No dejemos como simple onomástico nuestra
herencia cultural, lo que nos hace fuertes ante una globalización de saqueo y
explotación. Tengamos fe en nosotros mismos y guiemos nuestros propósitos en la
creación de paradigmas que nos lleven a evolucionar como seres pensantes,
tomemos lo mejor de las ciencias exactas, sociales y espirituales; el amor a la
tierra, la naturaleza y a la vida, canalicemos los objetivos de todas las
ciencias y disciplinas hacia la felicidad y entendimiento, meta que todo
estudiante debemos trazar y portar como estandarte. Dejemos abierta nuestra
mente para la experimentación, “falsación” y selección de los principios
adecuados para crear un nuevo mundo.
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