Estudio Crítico a Soledario por Socorro Contreras Yocupicio

Sombras, días dudosos

Socorro Contreras Yocupicio

 Ciudad Obregón, Sonora

 He recibido Soledario de Guillermo Beltrán Villanueva escritor, poeta, narrador, y otras facetas indiscutibles de su personalidad, da a conocer su obra Soledario. Yo, como una soledad acompañada, con días grises y luminosos, con alegrías y tristezas. 

Con razón y sinrazón, enmarcado en su poesía nos ofrece como un oasis en medio del desierto, como flor entre espinas que laceran, pero no matan; con sinsabor de lo que subyace a su alrededor: virus letales, muerte pánico y desesperanza mundial.

 Como poeta no puede desligarse de esa alma sensible, analítica, objetiva, lo mismo escribe una poesía a un ser querido fallecido, o construye una narrativa objetiva y tenaz de todo tipo de acontecimientos que le llaman poderosamente la atención y, al mismo tiempo, invita al poeta a descubrir su ideal ante lo que le rodea: sombras, días dudosos, si será el fin hoy o mañana. La pandemia tiene al mundo en el foso del destierro como maldición centenaria. 

Como autor de su obra da el cáliz de hombre sabio que enseña aprendizajes significativos, de que el dinero y deudas son nuestros propios verdugos y que nos dejamos envolver en la superficialidad olvidando quiénes somos. 

Hace soslayar que la poesía eleva sobre cualquier estatus y abate el fúnebre visto presentido y llorado como carta final de un juego victimario este 2020; de hombre poeta  pasa a un gran papel de hombre humanista  al ser certero cuando dice: "...desde que el hombre, tergiversado la civilización creo las armas para destruirse, la poesía desde entonces intenta rescatarnos...".

 Gracias maestro, por incluirlos en esta gran obra, su obra bella, sublime, certera. Gracias. ¡Mucho éxito!

Sancho Panza

Sancho Panza en verdad fue único. Sus andanzas en burro fueron hecatombe pura. 

Cuenta la historia:

 Él era un peregrino, dada su extremada sencillez, se desdobló en otro para que aquellos que no entendieran la grandeza de la Humildad comprendieran al menos la suya.

A veces, como en todos, sentía la soberbia vana y quería contar sus andanzas. Sin holgura en el vestir no aceptaba que la especie humana, lograra con disfraces absolutos "dissimularse y poder ir con más libertad" como en las carnestolendas, una apariencia falsa; y no hablaba de revertir géneros, sino caracteres menos o más afortunados. 

Sancho con su sencillez inventó su avatar a un cuarto de cintura y dos palmas de alarga o, tal vez menos; cambió el bastón por la espada, el equipal del asno por finas vestiduras y el holgado sayal y destrozados greguescos por el jubón de armar, adarga y valones caballerescos.

El resultado no pudo ser más atinado; al fin, sin recato alguno,  se decidió a contar la historia del Hombre, al que sólo podía desmenuzar en malogradas aventuras, tomando para sí una nueva investidura, la de un tal Quijote de la Mancha.

A mi querida amiga Clarissa Perez Inclan

Ante la sobriedad de su mirada
se esconde el gozo de la vida
sabe que detrás de la pena, escondida
está la paz y el don de ser Amada.

Sabes que vas a donde está lleno
de almas buenas que dieron consuelo.
Ve tranquila por el camino al cielo
que tu lograste con amor pleno.

Dejas acá tu sangre y tu herencia
de lo que es ser una buena madre
ya tu hija podrá hacer alarde
de haber tenido en ti la luz y esencia.

Ve tranquila a los brazos de Dios
que ya tu ser cumplió la encomienda
deja que tu hija tu legado trascienda
con la misma fe y dulce devoción

Tarde de Pandemia

                       Desde mi ventana

Las imágenes van y vienen

en fantasmales ecos

profundos recovecos

horadan el alma.

 

Intranquila

la palabra desalma

y deja en seco

la solemne tarde

de pandemia.

 

SOLEDARIO Estudio crítico de Diana Ríos Ramírez

Diana Minerva Ríos Ramírez

San Diego, USA.

 

Soledario es “la compilación de paisajes, que se atraparon en momentos específicos que se fueron construyendo como se sintieron”.

Sus imágenes van y vienen en fantasmales ecos y su pluma lista, pero, “…cansada de tatuar el alma, refleja al fin una rara especie de lenguaje…”,  y, desde su ventana, las imágenes van y vienen, observa la ruta  fúnebre, al músico olvidado, escucha en las noticias a los artistas que abrazó la pandemia Covid-19, “…en la ignota distancia del espacio y no tiempo, el reloj desglosa las horas…”, mientras observa y escribe que tiene fe dentro de todo lo que se ha visto y la fe lo hace continuar.

Se lamenta por el músico ciego por la madre desamparada que no cuida a sus hijos, es la tristeza de lo que el virus se lleva sin poder hacer nada. Lo mejor es observar y escribir, donde el más cuerdo es el poeta tratando de salvar el alma para darle un objetivo a la vida.

Al final de tanta tristeza encuentra unos deditos que tocan su mejilla para darle a entender que a pesar de tanta muerte inevitable también hay vida y se lo demuestra cuando toca su lágrima y lo acaricia y consuela. Ahí entiende el ciclo de la vida, mientras… “…la sortílega mano…”, llena de enigmas disfruta del encanto que la nada dispone.

 

Diana Minerva Ríos Ramírez

Diana Ríos nació en México. Es fundadora de “Revista Radio de las Artes”, plataforma online donde ha desarrollado trabajo independiente orientado a la formación de la niñez, la mujer maltratada y difusión cultural.

 Su producción poética ha sido incluida en numerosas antologías impresas y electrónicas. Cuenta con cinco poemarios publicados: Poexeída (2015), Líneas delgadas (2016), y Huellas sin memoria (2017) Dados invisibles (2018) Miss voces (2018)

Dados invisibles (2019)

Su poesía es conocida en países como Argentina, España, Puerto Rico, Estados Unidos y África. Ha sido traducida al inglés en USA.

 En 2017 fue nombrada “Embajadora de la paz en México” por la Unión Hispano

mundial de Escritores (UHE), con sede en Ginebra, Suiza y París Francia.

Participó en la FIL Guadalajara (2019).

A Marina Sánchez Rosales

 

A Mary SanRo

La sutil sonrisa

 que sale del alma

es la misma que Riguito

 hoy te acompaña

Cuántas alegrías compartidas

y travesuras de niños

 que a nadie apaña.

Es tan difícil

desentrañar el misterio

del tiempo que corre

sin concluir la hazaña

sólo cenizas

de un triste sahumerio

y el final del relato

 nunca desentraña.

Gracias a Dios

que conocí tu alegría

tu respuesta a todo

lo que al dolor ensaña

y la Gracia Divina

 que acogió este día

Tu alma buena

Que de amor nos baña.

Quedó la promesa

de contar historias

de todas aquellas

que viviste un día

no alcanzó el viento

 para formar palabras

que cantaran odas

 en mi poesía.

 

¡Sólo mi llanto que mi tristeza acompaña!

Aroma de Presagios

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