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lunes, 28 de septiembre de 2020

Hipótesis sobre la literatura fronteriza. Poetas del siglo XXI

 

Con dedicatoria especial a: A mi esposa Imelda Islas, a mis hijos Luis Guillermo, Yesenia, Xóchitl, Alicia, Rafael, Julio, Christian, Imelda, Denisse y Cynthia,.

A los poetas Ana Karina Balderrábano, Diana Ríos Ramírez, Silvia González Tejeda y Francisco Morales.

 

Preparación de mi tesis maestrante.

 

Primera parte.

 

Hipótesis sobre la literatura fronteriza. Poetas del siglo XXI

Guillermo Beltrán Villanueva

RESUMEN

En los estudios de la Literatura contemporánea mexicana particularmente en el posmodernismo se hace énfasis en la Literatura de la frontera norte como tema: la violencia y muy poco sobre la literatura que enmarca la poesía, el ensayo y los temas que le son inherentes al escritor fronterizo para evolucionar en su concepción literaria humanista. Afortunadamente ya contamos con numerosos ensayistas en la frontera norte de México provenientes de la Facultad de Humanidades de la UABC y eso nos da una perspectiva diferente de la literatura que identifica la frontera norte. Esta hipótesis la desarrollamos desde una perspectiva mixta, es decir, cuantitativa y cualitativa. De la manera que reunimos el material que analiza las obras regionales desde diversos tópicos y perspectivas literarias, así como la temática y los puntos de vista del investigador y los entrevistados.

Palabras clave: Literatura mexicana. Literatura fronteriza, Frontera Estados unidos-México. Poesía.

ABSTRACT

In the studies of the Mexican contemporary Literature particularly in the postmodernism it is emphasized in the Literature of the North border of México, as topic: the violence and very little on the literature that frames the poetry, the essay and the topics that are inherent to the man to evolve in their literary humanist conception. Fortunately, we already have numerous essayists on the northern border of Mexico from the Faculty of Humanities of the UABC and that gives us a different perspective on the literature that identifies the northern border. We developed this hypothesis from a mixed perspective, that is, both quantitative and qualitative. In this way we gather material that analyzes regional works from different topics and literary perspectives, as well as the thematic.

Keywords: Mexican literature. Border Literature, United States-Mexico Border. Poetry.

Perspectiva cualitativa desde donde se estudia el fenómeno literario

La frontera norte, más bien la región transfronteriza, o post fronteriza desde el lado que se le mire, es una región que reúne la cultura americana del sur de California y la cultura de la frontera norte de Baja California. La debemos estudiar desde una perspectiva psicosocial y en lo literario apartado de las ideas centralistas del país, una perspectiva literaria particular para reconocer nuestras propias obras resultado de la posibilidad de existir con identidad propia, no extraña ni como parte de, a las que las instituciones se empeñan en incluir y delimitar.

¿Es la producción literaria de la frontera norte apología de la violencia?

Objetivo

Demostrar que nuestra literatura fronteriza no se basa únicamente en la apología de la violencia como lo aseguran estudiosos de la Literatura Mexicana en su apartado el posmodernismo.

Anteproyecto

Una hipótesis aceptable sería demostrar que nuestra literatura se nutre de diversos elementos, la representación cultural de una región binacional, inclusiva, posmoderna y particular, dista mucho de esta última todavía, pero a fuer de insistir, proponer, experimentar, cada vez nos podremos acercar a la realidad, no imitarla y ni llenarla de heroísmos falsos con fines clientelares, no nada más encasillar la literatura con elementos de la violencia.

Proponer una visión más amplia de la literatura fronteriza y hacer énfasis en la producción cultural de dos ciudades contiguas, Tijuana-San Diego, convergencias y divergencias culturales y literarias y, la producción literaria reflejo de la sociedad donde vivimos. En nuestras propuestas hacer énfasis en las nuevas corrientes literarias, las generaciones de los últimos 50 años; enriquecer y aclarar los diversos tópicos en los textos de escritores de Baja California y California y una serie de entrevistas y, el estudio de sus obras como nuestro principal objetivo.

Hipótesis nula

En nuestra comunidad fronteriza existe una nueva generación de escritores que buscaron y explotaron los temas de violencia, interés nacido del periodismo amarillista, que por cierto les ha costado la vida a muchos profesionales del periodismo fronterizo (véase las crónicas del periódico ZETA) y numerosos estudios:

a) “Podemos partir del principio de que la así llamada narcoliteratura se opone al narcotráfico y la violencia que desata, y que los discute como una realidad inevitable en el México actual”. (Michael. p. 11).

b) “Desde allá se escribe una literatura que alude irreparablemente al narco. Es imposible huir: el narcotráfico lo avasalla todo y toda escritura sobre el norte es sobre el narcotráfico” (Lemus, p. 1).

Pero de ninguna manera significa que sea el único elemento que aborda el escritor.

Rafael Lemus, crítico certero, ya que demuestra en sus ensayos que la narcocultura es un subgénero fallido: “El subgénero, en vez de acercar a la realidad, aleja, ordena, traiciona” (Lemus, p. 3), no se anda por las ramas ante las inconsistencias con las que el escritor quiere reflejar una realidad y con sus textos intenta poner el dedo en la llaga, pero no, solamente la acaricia y ve con benevolencia la oportunidad de dramatizar un heroísmo que cale al lector igual de fallido.

Otros estudiosos de la literatura nacional con sus análisis poco profundos de las obras abarcan distintos temas existenciales y se enfocan en etiquetar con vehemencia la literatura de la violencia: “En la narcoliteratura mexicana nos trasladamos a menudo a las zonas del norte: Sinaloa, Ciudad Juárez, Mexicali, Monterrey, Tijuana”, (Santos, p. 11), como sinónimo de la literatura fronteriza con el objetivo claro de posicionar sus ensayos en el gusto del público, amén de su actitud centrista, “porque la cultura se da únicamente en la ciudad de México”, (Trujillo, p. 86). por lo que si quieres triunfar o ser reconocido deberás escribir sobre narcoviolencia para los lectores de la Cd. De México o cambiar de alquiler hacia o muy cerca de la metrópoli, “…la cúspide del mito cultural que manifiesta que fuera de Cuautitlan todo es barbarie. (Trujillo, p. 86).

Ante esa circunstancia, la literatura de la violencia no llega siquiera a ser literatura sino remedo de la nota roja que vio en el tema la manera de comercializar más sus productos literarios, desgastada la manera del realismo ramplón, o el costumbrismo relatado con candor, novelas que no retratan pero si nos muestra un aspecto de la misma farsa de la vida, intentos por construir un mundo perfecto, ideal, ordenado, conciliado con la manera de describirlo en sus obras. Todo parece una estafa si no se logra rascar las heridas, los odios y mentiras de una sociedad iracunda; en ella se ha afianzado una iconografía, un lenguaje ya extraño, un abismo esperando el suicidio literario.

Hipótesis aceptable

Algunos estudios sobre la narrativa fronteriza afirman:

“El término ‘narrativa fronteriza’, si bien encasilla una literatura variada a sólo una literatura geográfica, también expande la visión hacia variadas acepciones que en un principio no cabían dentro de este marco literario” (González, p. 9).

Variables

a) El análisis de textos sobre el tema.

b) El análisis de obras modelo para reafirmar nuestra propuesta desde diversos aspectos: históricos, literarios, sociales, culturales y analítico.

c) Características de la literatura en los últimos años por la descentralización de algunas prácticas literarias.

d) Intentos para superar las restricciones y trascender lo contemporáneo y posmoderno.

e) Característica particular del posmodernismo fronterizo.

f) Influencias del posmodernismo estadounidense.

g) La literatura fronteriza en voz de la poesía.

Elementos

Estructuración.

Es claro que nuestra región empieza a adquirir “forma” literaria para los críticos, quienes superan el discurso centrista y profundizan en sus análisis y ofrecen nuevas perspectivas sobre la literatura fronteriza, a partir de su reestructuración para al menos anhelar cierta particularidad. De alguna manera esbozan en surgimiento de una literatura particular, ya no como parte septentrional del país sino con una suerte de características que le son propias.

La literatura se muestra como la representación del pensamiento, los acontecimientos, los sentimientos, las vicisitudes por las que el ser humano atraviesa, como una especie de catarsis y expresión de sus preocupaciones. La poesía no se escapa de ello y surge novedosa, diferente, incluso desde la dialéctica de los mismos autores que quieren dominar todos los estilos y géneros sin llegar al verdadero escrutinio y proposición que los libere de definiciones estrictas.

Etapas

a) Tomar como modelo a los escritores de los sesentas y setentas y las obras colectivas que les unieron como la antología: “Doce poetas jóvenes en la poesía de Baja California “: José Javier Villarreal, Roberto Castillo Udiarte, Gabriel Trujillo Muñoz, Juana Ríos Aizú, Francisco Morales, Rosina Conde, Víctor Soto Ferrel, Luis Cortés Bargalló, Raúl Rincón, Víctor Hugo Limón, Manuel Romero y Alfonso René Gutiérrez, dramaturgos como Ignacio de la Lama, poetisas como Ruth Vargas, ensayista como Gabriel Trujillo Muñoz, Crítico, poeta, novelista, y promotor de las Humanidades y la cultura fronteriza Rubén Vizcaíno Valencia, Cronista y promotor cultural Fernando Quirós Andrade, la ruptura que todos ellos proponían escribir de manera distinta, fuera de lo anquilosado, decimonónico o en contraposición a un modernismo desgastado.

“Una de las regiones pioneras en la descentralización literaria ha sido la frontera norte de México, especialmente en los estados de Nuevo León, Chihuahua, Sonora y Baja California”. (Trujillo, p. 86).

b) De esa manera les abrieron las puertas a generaciones subsecuentes donde destacan Elizabeth Cazessus, Vianka R, Santana, Marcos Tizoc García, Edward Coward.

c) Como generación de la Facultad de Humanidades de la UABC, sobresalen Heriberto Yépez, Marvin Durán Rodríguez, Laura Jáuregui, Gilberto Licona, Charlynne Curiel, Iliana Hernández, Úrsula Tania, Roberto Partida, Dolores Navarrete, Elizabeth Villa Pérez, Mauricio Ramos, Pedro López Solís, y muchos más, con los modelos no muy lejanos de quienes nunca intentaron copiar sino superar con una verdadera literatura que representara al posmodernismo fronterizo; nada parecido con el modelo del centro del país.

d) La poesía en los primeros veinte años del siglo XXI, particularmente los autores: Silvia González Tejeda, Francisco Morales, Diana Ríos Ramírez y Ana Karina Balderrábano.

Variable cualitativa

Es tan vasta la producción literaria en la frontera norte del país, cuya característica binacional, más que debilitarla le da una vitalidad propia alimentada por esa convivencia transfronteriza, por el alcance y simbiosis cultural que cada día se muestra como algo propio, como el emerger de una gran región.

“debe cumplirse la condición de que dos culturas, o más, creen algo nuevo que no tenga precedentes para ninguna de ellas y que aquello nuevo que se produce surja de una verdadera necesidad cultural”. (Villa, p. 18).

Producto de dos ciudades hermanadas, con los programas culturales compartidos como la Ópera de San Diego-Tijuana, un sincretismo cultural y literario cada vez más enriquecido por los colectivos que promueven nuevos valores.

La poesía fronteriza es uno de los géneros más desarrollados para tomar como anteproyecto de tesis, particularmente las obras: “Conjuro” de Silvia González Tejeda, “La desalmada palabra” de Francisco Morales, “Dados Invisibles” de Diana Ríos Ramírez, “Memoria de octubre” de Ana Karina Balderrábano, quienes respondieron a la invitación. Resaltar las nuevas adjetivaciones, cobijados por las generaciones que les precedieron el sentido de pertenencia, de reflexión y de apego a la vida, no lejos de las vicisitudes del amor, el desencuentro, la resignación y el encumbramiento de una filosofía de paz y meditación con la propia naturaleza de la que formamos parte en nuestra dicotomía existencial.

Referencias

1. Luis Enrique Escamilla Frías. ( 2018). “El reino desplegado. La mirada oblicua en la trilogía fronteriza de Yuri Herrera”. Visitas al patio.

2. Gabriel Trujillo Muñoz. (1991). La literatura Bajacaliforniana: tendencias, propuestas y protagonistas. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, IV # 11, 169-182.

3. Josefina Elizabeth Villa Pérez. (2010). “La frontera norte de México como modelización de mundo en ‘Estrella de la calle sexta’ de Luis Humberto Crosthwaite”. 14 de septiembre de 2020.

4. Rafael Lemus. (septiembre (2005). “Balas de salva notas sobre El narco y la narrativa mexicana”. Letras libres, X, pp. 39-42.12 de septiembre de 2020.

5. Alejandro G. González. (2008). “Espejos profundos. Un atisbo a la narrativa. San José University State, California.

6. Joachim Michael Narcoviolencia y literatura en México. Sociologías, Vol 15 # 344 septiembre-diciembre 2013, pp 44-75,Diana Ríos Ramírez. (2019). “Dados invisibles”. Tijuana, México: Ediciones alternas.

7. Francisco Morales. (2015). “La desalmada palabra”. México. Editorial Artificios.

8. Ana Karina V. Balderrábano. ( 2008 ). “Palabras de mi piel”. Glíglico Ediciones: Tijuana, México.

9. Ana Karina Balderrábano. (2018). “Memoria de octubre”. Tijuana, México: Eterno Femenino Ediciones.

10. Silvia González Tejeda. (2015). “Conjuro”. Tijuana, México: Nódulo editores.




sábado, 26 de septiembre de 2020

Visión de pandemia en Soledario, la novela rota

Visión de pandemia en Soledario, la novela rota

Guillermo Beltrán Villanueva

 

Al leer Soledario el lector se encuentra con una estructura caótica, al parecer displicente, banal; abunda en el drama lírico, sea la forma poética, teatral, cinematográfica, relataria o reflexiva. Al leerla se debe abandonar la idea de que se trata de una novela, ya que ésta se presenta como espasmos vivientes, momentos que se capturan según los acontecimientos en el entorno al autor. De cualquier manera, si la novela intenta representar un drama de la existencia, perdido el instante como única representación del tiempo, al igual que el espacio, esa no es la intención, si consideramos que cada ser viviente coexiste en medio de infinitas representaciones de sí mismo en cualquier instante de su existencia.

 

“Una lluvia pertinaz y el viento confundieron los pasos perdidos, vacilantes, escuetos, lejanos; entonces, me llegó como un chispazo, la idea loca de que algún día pudiese escribir una historia larga, larga, como una oda, una fábula, un gran poema que trascendiera mis palabras, que llenara el espacio de un par de hojas y sólo entonces, empezaría por describir…” (p. 34).

 

La soledad implica estar en un mundo difícil, el libro trata de representar cómo transcurre la vida misma, específicamente durante la pandemia 2020 y sus consecuencias para todo el género humano sin distinción. Las escenas, acciones, inacciones, los seres fantasmales en que nos hemos convertido, la realidad del abandono, la miseria de valores y solidaridad extremas, el miedo al devenir, la posibilidad de muerte mucho antes de la vuelta a la esquina.

Desde mi ventana

Las imágenes van y vienen

en fantasmales ecos

profundos recovecos

horadan el alma.

 

Intranquila

la palabra desalma

y deja en seco

la solemne tarde

de pandemia. (p. 36).

 

La forma es el fondo y el fondo es lo que trata de mostrar: su estructura a la par de una sociedad que parece desmoronarse y surgen pequeños esfuerzos para que no suceda aunque sucede. Nadie está exento de ser afectado, no hay riqueza que lo evite, ni el espacio dónde protegerse, solamente la naturaleza y el poder individual de cada uno de superar el contagio al que indudablemente todos estamos expuestos y con la seguridad de ser contagiados.

 

“El olor a gasolina, aceites, llantos, pasos perdidos; la brisa untuosa por caminos y veredas, el olor a miedo, sensación extraña para quien le sonríe la vida”. (p. 40).

 

Todo es un caos como en el Principio de la creación o inicio de la vida, la pregunta es ¿de ese caos vendrá el orden en forma natural? ¿O nos cobrará la propia naturaleza su destrucción por la obra humana? La industrialización alimentaria, sintética, envenenada,  inmoral, sobrevalorada, al alcance de unos cuantos, desechada para el resto en migajas y sin valor, destructora de nuestra natural inmunidad y generadoras de otras pandemias asesinas silenciosas, todo eso nos cobrará la factura.

Son interrogantes que subliminalmente nos cuenta la historia, el discurso, la trama si es que los hay en este libro.

Es un deambular por momentos, encuentros y desencuentros confusión consigo mismo.

 

“Me asomé a la puerta desde la recepción del banco. Usaría el paraguas, me dije, pero no, no lo traigo”. (p. 38)

 

Es vivir en el abandono por los demás quienes a su vez buscan su propia salvación, es como el estar en una tumba donde se enseñorea el olvido.

 

“Las sombras y rostros figuran las angustias de un día por venir: intentos por entrar, ellos por escapar, todos se escabullen entre sí”.  P.38).

 

 

El lector se da cuenta de lo inútil que ha sido la vida, por donde caminas y te encuentras fantasías creadas por personajes que salen a la calle aparentando lo que quisieran ser sin serlo, es como huir de uno mismo sin lograrlo.

 

"Las copas recicladas en los labios, los besos susurrando en los oídos, las carcajadas que humectan las caras, las botellas compartiendo regurgitados tragos que retardan el vacío.

El amanecer y el hastío. La vastedad del amor fraternal.

Vuelve pronto, hasta entonces…

Nunca más” (p. 42).    

 

Son conjuntos, escenas, actos, teatro, farándula, pantomima, sketches, cine mudo, recorridos de la cámara desde perspectivas distintas, visiones de camarógrafo del autor. “Compilación de paisajes que se atraparon en momentos específicos que se fueron construyendo como se sintieron”.

“La Puerta se abrirá y en su arrastrar consigo se llevará el reflejo que retrata la calle, tu silueta rilará ante el dantesco trajinar a tus espaldas…”. P. 38).

 

Cada día puede ser una escena de teatro. Una historia diferente al día anterior; una situación de miedo, ira, lamentación, alegría, esperanza..., representada por una parodia, una comedia, un acto de magia y reflexión de la inutilidad espacio y tiempo para ocultar la realidad.

 

“Una mujer se tropezó con él.

Hablando sola levantó la voz, reclamándole a la vida su histeria hecha locura. Observo para ver si hablaba con alguien o… ¡No!” p. 38).

 

La artista en un escenario vacío, gente que nunca llega por vivir ensimismada en sus miedos a lo que pueda ocurrir en la calle; el arte es lo de menos, las instituciones lo abandonan mucho antes y se permitirá mucho después de los acontecimientos.

 

“Es casi la hora…

Si ésta es dos horas antes de la hora anunciada.

La cantante se asoma hacia el vestíbulo y ve con desesperación un par de moscas rondando un caramelo a mitad de salón”. (p. 41).

 

La fábula de cada texto relata eventos imaginarios y cómo se perciben sin ser realidad.

 

“Un halo evanescente y el vapor a ras de suelo aplastado por el clima, da la sensación de relatar un minigestuoso momento desapercibido para los demás”. P. 40).

 

 Son visiones, retratos, imágenes intentos de captar a los transeúntes desde perspectivas distintas, movimientos de cámaras, elevaciones, tomas aéreas por drones inexistentes, a ras de suelo, a través de los cristales, del reflejo de una gota de agua, a través de la densidad de la brisa, desde dentro mismo de cada persona, objeto, ser vivo vegeta lo animal; historias de personajes alrededor y dentro de cada escena, spot, sketch, o sentimiento.

 

“…el humor acuoso que deja la llovizna; el correr de transeúntes, hurgan en las pisadas la prisa por llegar”. P. 40.

 

El teatro del instante, escenas en el umbral de un banco; un mar de gentes deambula fuera burlando la pandemia, en realidad la pandemia se burló de ellos irremediablemente morirá.

 

“La colina se inclina ante el peso del convoy como si fuese un vaivén perseguido por la lejanía”. (p. 45).

 

La escena de un filme: una mujer hablando sola, un hombre temeroso, el bullicio de la gente, el horror que ello implica; la brisa densa que humedece los cristales, el reflejo de la puerta que ofrece una realidad distinta, lóbrega; adentro, el dinero, los créditos que te ofrecen fantasías y solo son yugos, deudas que te hacen más miserable.

 

“Miro la entrada del banco.

Un hombre ve cogitabundo a todos lados a través de la puerta sin atreverse a salir”. (p.39).

 

Una serie de terror: Ver cómo la gente desaparece a unos pasos, como si fuesen fantasmas de quienes enfermaron y morirán.

 

“Lo ajeno se hizo propio y lo nuestro, falacia; nos vemos como imanes encontrados, rechazos, huidas entre sí, inútil escape”. (p. 61).

 

Observar cómo la gente pasa riendo, jugando con sus niños, sin protección y en total descuido, respirando lo que la gente expira. Francis, Becky, Irma, Memuz, Hébert, Yanine, Blanca, SanRo, El Tocos  se mezclan con el recuerdo de la tía amada, Rita Christensen que nos recibió en este mundo fronterizo; todos ellos dejaron hijos, familia, amigos.

 

“Miro la calle, el bullicio de la acera, el humor vítreo se hace fantasma. Nube. Vapor funesto. Se adhiere a la ropa, al resuello; al pelambre del perro jalando la correa, a la chapa, a las paredes, al paso del auto que ventea hasta mi ventana”. (p. 61).

 

Un teatro real del que el único director y apuntador es la muerte y la soledad que ello implica sobre los cuerpos en la tumba, o en las cenizas que alguien derramará algún día por el aire, esa es la única realidad tangible del ser humano.

 

“Surgen caminos sinuosos entre grandes rocas, cielos y precipicios y el ruido displicente de carriles de acero y durmientes satisfechos atesoran las andanzas de viejos usos por la vía serpentaria”. (p. 45).

 

Reintegrarse a un todo, como al final de la función de la existencia.

 

Acto 1

 

“En la ignota distancia,

del espacio

 y no tiempo

el reloj desglosa las horas.

 

¿Cuál será el verso instante?,

¿la lejana simetría

que encadena al pasado?” (p. 47).

 

De los personajes los únicos cuerdos son los poetas. Cada obra de ellos es como actos de justicia a su lirismo.

 

“Surca el alma

el rostro y los adagios

la eterna retórica

del dios Cronos…,” (p. 52).

 

El poeta de la boina luchando contra el Alzhéimer irremediable, contra la soledad y el olvido;

 

“Se calzó el vestuario que le permitiría estar a tono con su alta investidura. Ensayó sus ademanes frente al espejo; una y otra vez leyó sus versos para darle la concatenación exacta”. (p. 56).

 

el Sr. Trudó, de cuyo fragor de la vida se escapa con su arte y ofrece aliento para los más miserables: particularmente los acumuladores de cosas materiales.

 

“…cansado y taciturno; como si en los hombros llevara a cuestas cada verso y prosodia del poema desgastado de su vida”. (p.31).

 

Cada personaje cree tener razón al igual que todos los seres humanos.

Es la poesía, la que se incluye en todo, pero que le da verosimilitud a la reflexión.


“…Las imágenes van y vienen

en fantasmales ecos

profundos recovecos

horadan el alma. (p. 36).

 

Nos rescata. Nos vuelve a la cordura. Es la única teoría del pensamiento capaz de definir todas las ciencias, porque es la esencia misma del ser humano.

 

“El viento trasiega lamentos por las aceras desoladas.

El anciano padre no encuentra sosiego.

La realidad se oculta en lo irracional de la mente”. (p. 69).

 

Ese hálito y fuerza de la primera expresión del individuo al despertar su conciencia que lo separó de la animalidad.

 

“El viento confunde lamentos y el fagot de la umbría imaginaria distrae las nubes, ulula los adioses”. (p. 70).

 

El novel y prehistórico poeta de la imagen, con sus dibujos en las cuevas; pequeño ante los animales gigantescos, un ser mínimo que desarrolló el cerebro para igualar su poder y dominio sobre la naturaleza. Desde que el hombre tergiversara la civilización como la manera humana y correcta de convivir y en su soberbia creó las armas para autodestruirse o posesionarse de lo material, la poesía, desde entonces, intenta rescatarnos de la mayor estulticia que la estupidez ha generado en toda esta "civilización".

 

“Manerales horolagios

ante un planeta que fenece;

falsa carátula que desfasa

cada huella incinerante

del verdugo;” (p. 50).

 

La misma poesía que irrumpe en la lógica para buscar respuestas en lo ilógico de la metáfora y la multiplicidad de imágenes que ofrece el libro…

 

“Cansan los sueños repetidos

del final que acecha a media noche

del tictac ignoto del latido

que las sienes exageran con espanto”  (p. 81).

 

desentrañarlas les permitirá percibir la realidad, para vivir su propia locura.


Guibelino

 

 


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