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sábado, 2 de octubre de 2021

 La Casona Blanca 

de Noemí Hernández López y José Agustín Pérez


Palabras del editor

Guillermo Beltrán Villanueva

Editar “La Casona Blanca” se convirtió en varios retos, el primero fue cómo sincronizar dos discursos tan distintos de los coautores en la trama; el de Noemí Hernández López cuyo estilo poético, su principal género, es sencillo, pausado, melodioso, y profundamente emotivo y, José Agustín Pérez, más académico y contestatario, surgido como escritor de las luchas de izquierda revolucionaria, ya en sí se presentan como dos estilos muy diferentes. De igual manera, me enfrenté al trabajo de hacer coincidir en una historia, las descripciones, diálogos sin que se apartaran significativamente del vocabulario de cada personaje.

Recuerdo el comentario de Noemí que luego incluye en su presentación:

 

“—Dentro de las paredes de cualquier casa, siempre se tejen historias que, la mayoría de las veces quedan atrapadas y ocultas dentro de ellas. La casona blanca no es la excepción. Pues aunque la historia está basada y se desarrolla dentro del mencionado aposento, si he de ser sincera solo me constan los sucesos que se dieron fuera de la casona; lo íntimo, lo escondido lo que se desarrolló bajo su techo a puerta cerrada lo saqué de mi ligera imaginación y al final y para mí sorpresa todo ensambló como en un rompecabezas, aún la rica y bien nutrida aportación en interesantes segmentos de mi gran amigo Guillén Pablo fueron cayendo en esta narrativa como piezas claves para llegar al clímax y luego a un final”.

 

Cada uno con su discurso, vocabulario y gramática diferente y el uso o carencia de signos necesarios en las expresiones. Solicitar una y otra vez la adaptación de la historia a un sentido de verosimilitud apartada de la fantasía en que a veces nos entrampamos los poetas al ser demasiado soñadores y optimistas que, muchas de las veces, nos conduce a la fantasía y nos aleja de la realidad.

Esto me llevó a un diálogo colectivo con los autores para escudriñar cada detalle, situación complicada, pues dadas sus ocupaciones difícilmente coincidíamos los tres. Ante ese inconveniente los comentarios se hicieron con cada autor en momentos distintos, lo que dificultaba el avance de la edición.

 

“—Me gusta lo que están haciendo ustedes, dos amigos entrañables, sus propuestas, su originalidad en cuanto a la forma.

Noemí:

—Para mí, el resultado sinceramente, a primer impacto lo consideré catastróficos. Sin embargo…

 Enviaste

—No. Es como si cada uno se empeñara en descifrar al personaje, un ser humano, sin duda, de carne y hueso, con sus máscaras, con su mente discutiendo cual apariencia presentar.

 Respondiste a Noemí su mensaje original:

(Para mí, el resultado sinceramente, a primer impacto lo consideré catastrófico).

—No, no, de ninguna manera. La idea ahí está. Me van a arrimar una "chinga" con la corrección y darle sentido, pero me encanta. Es un gran reto.

 Denme vida, amigos, me he sentido muy desanimado con eso de que esté quedando inválido con tantos proyectos y deseos de escribir y ayudar a los escritores y artistas. Me entusiasta tanto su idea. Así es que a trabajar en cada aspecto del personaje cada uno, me lo mandan y conversamos como encajar en la historia”.

Noemí:

—Sin embargo, te decía, al ir desarrollando la trama me sentía como en un desafío, pues veía que mi nivel no daba mucho, pero al mismo tiempo sucedía lo que al principio, veía los textos que me enviaba José Agustín,

 y me provocaba una gran emoción y me daba ánimos de seguir. Fue algo excepcional.

 —Así es. Tú lenguaje es muy importante en el personaje, lo haces muy original. Ya veremos cómo encajar ambos estilos. Son muy buenos.

—Pues me das esperanza. Aunque me gustó mucho, no le daba posibilidades de vida a este trabajo.(1).

 

Desde ese momento quedé atrapado en la historia. Quise saber más y tenerla en mis manos, a pesar de sufrir una serie de tratamientos, pero sabía que el editar esa obra que tanto me entusiasmó sería un paliativo a mis dolencias. Creo que lo más difícil fue ignorar las dolencias que causan el estar sentado por horas revisando y corrigiendo un texto, aunque estos malestares las mayoría de las veces se olvidan o minimizan cuando uno se enfrenta como editor a un proyecto de novela de gran calidad y potencial, que incluso me atreví a escribir las conclusiones al final de la novela para llenar algunos huecos que llevarían al lector común a la necesidad de conocer algunos detalles.

Dos objetivos, Noemí con una gran historia basada en hechos reales en una comunidad del norte de Sonora, México, con ganas de novelarlo, acudió a la ayuda del profesor José Agustín para darle forma y considerar su posible construcción que llamara la atención del lector, el primero, por supuesto, el editor.

Alrededor de un año los llevó a reunir el material que compartían por medio de mensajes. Al recibir el texto donde se reunió todo el material me di cuenta de que algunos lo iniciaban con fecha y hora de envío, mas no de remitente o destinatario. Fue interesante tratar de descubrir por medio del trozo compartido identificar al autor de tal o cual párrafo.

Desde luego que en las primeras etapas de la edición no se profundiza en el contenido, sino a darle forma al libro, repartir los espacios, episodios y capítulos y enseguida a la corrección de signos, letras, palabras, la claridad de las ideas, la corrección ortotipográfica detallada y a desentramar las ideas, el contexto, las historias y sobre todo el discurso total de la novela, entonces me enfoqué en las expresiones, diálogos hablados y pensados, citas, anuncios, consignas, al final de todo este trabajo empecé a “leer” la obra.

Sin duda fue la parte más interesante del trabajo de edición, cómo “homogenizar” el discurso de los personajes de cómo se expresaba cada uno viniendo el texto de un autor o de otro, incluso de cuándo profundizar en el texto narrativo tal escena o acción. Así que a veces pasaba de una narración sencilla a la visión poética y sofisticada de otro narrador y que debía combinar como momentos de reflexión del personaje del que se trataba. Asunto que me llevó a muchas ideas para “aconsejar” a los autores en agregarles más descripciones poéticas del narrador en ciertos pasajes que consideraba fríos o desangelados al de otros en que se exageraba la visión de un maleante, (no dudo que tengan algo de humanidad, pero leve y siempre proclive a culpar a los demás de sus acciones).

Recuerdo un momento en que felicité a Noemí por la manera tan hermosa de describir un pasaje. Con la sinceridad que le caracteriza, me contestó: “ese pasaje no es mío”. Admiré su honestidad y le extendí la felicitación al maestro José Agustín, quien lo escribió. Nada más que a partir de esa anécdota les pedí que agregaran más narraciones como esa y eso alargó el proceso. Fue un comentario que tuve con Noemí a través del mensajero:

 

(“Dom, 09:48

Enviaste

Qué hermoso párrafo, me emocionaste con lo que dice. Es poesía pura: (A veces las cosas más escondidas, más secretas, están a la vista de todos, a plena luz del día, tal es el caso de Lucas Alberto, le robó el sueño, el futuro prometedor, el florecimiento de la flor tierna desflorada a destiempo; pobre Jimena, guiñapos son los pétalos esparcidos sobre el suelo que más adelante el vientecillo los llevará al confín del olvido.

Dom, 10:18)”

Con una sensación que colmaba mi espíritu de poeta, le reafirmé:

Enviaste

("…guiñapos son los pétalos esparcidos sobre el suelo que más adelante el vientecillo los llevará al confín del olvido…)"

 

Son las frases memorables que se quedan en el lector. (también soy lector, ¡eh!, ¿Noemí?

Ella contestó a mi mensaje:

 

(“Mensaje original:

[Qué hermoso párrafo, me emocionaste con lo que dice. Es poesía pura: A v…].

—Este párrafo es todo el mérito para nuestro ínclito amigo Guillén. A mí también me encantó…”.

—Estoy tan emocionado con la novela que se me olvida que tengo una intervención en la región lumbar y debo estar preparado.

—No te presiones querido amigo. Recuerda que tienes que estar relajado para tu cirugía. Mejor para y la puedes dejar para cuando estés totalmente recuperado. De verdad amigo).(2).

 

No le hice caso, por el contrario, me fui a la conversación con José Agustín:

 

(“—Maestro Agustín. Lo lograremos. ¿Sabes que los escritores que empiezan su obra literaria, con poesía son las mejores? ‘En un lugar de la Mancha… Cervantes” “Vine a Comala porque me dijeron…Rulfo”, Quería hablar, pero no pudieron; había lágrimas en sus ojos, Dostoievski,  “…una piedra, una hoja, una puerta ignota…”: Thomas Wolfe.

Las mejores historias son aquellas que desarrollan "emociones" en los lectores. Y eso se logra con el sufrimiento, el amor, la desesperación, las luchas, los retos, se identifican con los personajes y les dejan una lección de supervivencia.

Un poeta escribe "emociones" ya tiene la costumbre, la idea es mejorarlas a través de la novela y llevarlas a un plano universal del ser humano que lo identifica.

Mándame tus textos. Ya veremos qué hay que modificar o adaptar.

Conocer los elementos de la novela y acomodar el desarrollo de esas emociones de tal manera que impacten. Ya lo verás cuando se trate de que la "emoción" que quieres transmitir no se logra del todo. Es lo que tienes qué trabajar. Por eso es mi interés que lo enriquezcas de esa manera. Toda buena obra conlleva los demás géneros, novela, cuento, teatro, cine, y Poesía y eso haces muy bien. Bueno. Descanso mientras hacen la tarea. Uf, sí que estuvo cansadito el asunto.

Un gran abrazo a ambos.

Agustín:

—Ahora a descansar, tómate el tiempo, lo importante es tu salud y tu rehabilitación.

—Mi estimado Agustín, ojalá y no eches en saco roto las sugerencias y agregues esos pasajes maravillosos lleno de poesía. Hay muchas posibilidades en esos campos que dices al principio de tu estudio y que no se reflejan en la descripción del paisaje.

Hay momentos que puedes magnificar como cuando el asesino arrastra a la niña y se acerca al bosque, allí el reto no es describir al asesino, sino que el paisaje describa la terrible acción. Ya sea un paisaje tenebroso, una lucecita que se apaga, algo que se esconde entre la zanja, rocas que ruedan al fondo y se tiñen de rojo.

Agustín:

—Me agarraste ayer desprevenido, hoy escribiendo atrás del espejo la parte oscura, o no contada de los personales de la Casona blanca. Gracias por todos tus consejos, los tomo en cuenta, trataré de adjuntar tus sugerencias a los diálogos mencionados e enriquecer la obra.

—No voy a salir a Facebook un rato pues quiero dedicarme a tu novela, para que la perfeccionemos al 100.

—Maestro. Deje la edición para cuando se reponga. Saludos. (3).

(1,2,3) Textos tomados del libro “Memorias de un editor” de mi autoría.

Por supuesto. No le hice caso.

Quiero destacar el trabajo de Noemí Hernández López al escribir y compartirnos esta historia; la coautoría de José Agustín Pérez, la construcción dedicada y hermanada de esta obra; sin ellos no hubiese tenido en mis manos esta novela “La casona blanca” descrita magistralmente por los autores en los textos que abren la novela; una historia singular de una familia de clase media con relativo éxito económico producto del trabajo y el amor de una pareja que fundó su familia, y dadas las terribles circunstancias en que se vieron envueltos los llevó a situaciones sumamente difíciles de solventar, que les causaron el resquebrajamiento del seno familiar al verse en manos de delincuentes que los llevó a situaciones y decisiones terribles entre los miembros de la familia. Romance, traiciones, pérdida de fe y valores, víctimas y victimarios, desolación, muerte, suspenso…

 

 

 

jueves, 27 de mayo de 2021

Caminos de la Historia Cultural

  Caminos de la Historia Cultural

A loa historiadores José Gabriel Rivera Delgado. Josué Beltrán, Rafael Z Flores. 

A mi esposa Imelda Islas por su apoyo constante en mis investigaciones

1.    Introducción.

Como vimos en la Escuela de los Annales, la cual se crea debido a la oposición a seguir estudiando desde la perspectiva de una historia "cientificista", basada en el uso de los documentos y de la deformación total de los análisis históricos para beneficiar a las clases altas enquistadas en el poder y, como únicas fuentes para escribir la historia, no estaban de acuerdo en que los textos producto de la corriente positivista decimonónica se dedicaran a justificar el poder de la riqueza y la política y se les consideraba  "superiores" sobre los pobres, para quienes no existía la historia de los de abajo.

Esta corriente histórica propuso nuevas formas de enfrentar los hechos históricos, usando el análisis desde las ciencias sociales como la antropologíasociologíaeconomía, entre otras, y el uso de las mentalidades. Estas ideas crearon una dinámica de investigación y nuevas propuestas para enriquecer los estudios historiográficos proponiendo nuevos horizontes de estudio y análisis hasta llegar a la microhistoria.

La historiografía tradicional o los primeros intentos por estudiar la historia desde la perspectiva de las ciencias, la cual no determinaba sus bases y, las características y método de estudio, los críticos de esta nueva forma de escribir la historia condenaron el trabajo de Carlo Ginzburg cuya inquietud e imaginación lo llevó a escudriñar en los pequeños detalles alrededor de los grandes acontecimientos históricos, la cultura popular olvidada. En ello aplicó el rigor científico, trabajando las fuentes hasta en lo más mínimo, por caminos escondidos e ignorados de la sociedad. Su talento para la escritura lo llevó a contar una historia de un personaje sin igual, pero olvidado, su ejemplo y devoción por aprender sin la opresión clerical nos transporta al espíritu de libertad naciente de la época de finales del siglo xvi, nos muestra el espíritu de la época con las emociones y vivencias de sujetos que el autor vuelve a la vida para mostrarnos los problemas de personas sencillas y humildes.

Para Luis González y González tampoco le fue bien al presentar su trabajo producto de su año sabático, “Pueblo en vilo”, por la mayoría de los integrantes de la Academia de Historia de México, sin embargo, aplaudida por sus maestros y reconocida a nivel mundial por los estudiosos de esta nueva perspectiva historiográfica, la microhistoria. González saca sus fuentes entre la población, la de clase baja, utiliza a los ancianos como fuente de consulta. Su entorno geográfico y minúsculo no le permiten aparecer en la geografía nacional, salvo algunas imprecisiones de la   geografía local, “La parroquia o municipio de San José de Gracia, tema de estos apuntes, no aparece citada en ningún otro libro de historia de México, ni se menciona siquiera en alguna historia de Michoacán.” (González, 1995:15), Su dedicación nos da una lección de cómo un historiador debe estudiar a la comunidad. Busca documentos históricos y no encuentra nada. En San José de Gracia, su pueblo natal se da cuenta de la riqueza de lo que saben y cuentan los ancianos, de ahí arma el entramado de la historia.

 

2.    Carlo Ginzburg

Historiador y ensayista italiano, Carlo Ginzburg graduado de la carrera de filosofía en la Universidad de Pisa y luego profesor de esta, así como la Universidad de Bolonia, actualmente en la Universidad de california.

Como ensayista son muy importantes los trabajos sobre el Renacimiento y la Historia Moderna, enfocando su método historiográfico desde la perspectiva de la microhistoria, a través de la que ha realizado importantes aportaciones como “El queso y los gusanos”, ensayo de 1976 en el que presenta a la Europa de finales del siglo XVI a través de los ojos de Menocchio, un simple molinero italiano que fue juzgado por la Inquisición por su manera  de pensar con libertad, lo que se ha considerado como símbolo del nacimiento de las ideas modernistas. Carlo Ginzburg (y su libro El Queso y los gusanos el cosmos de un molinero del siglo XVI) y Giovanni Levi con su obra: “La herencia inmaterial” proponen el modelo clásico de la historiografía, y con ellas fundan la corriente de la microhistoria. (Et. Al. Sánchez. 2017).

 

3.    Luis González y González

Estudió Derecho en Guadalajara, la maestría en Ciencias Históricas en la Escuela Nacional de Antropología e Historia el doctorado en Historia en El Colegio de México y cursos en la Universidad de París (1951–1952). Fue discípulo de Daniel Cosío Villegas y de Silvio Zavala. Impartió clases desde 1953 en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. En El Colegio de México dirigió el Seminario de Fuentes de la Historia Contemporánea de México (1957–1960), el Centro de Estudios Históricos (1963–1965 y 1970–1973) y coordinó el Seminario de Historia de la Revolución Mexicana (1973–1980). Participó en la fundación y fue el primer director de El Colegio de Michoacán. Sus trabajos sobre Historia se han difundido en obras colectivas, en publicaciones periódicas de corte académico y en algunas enciclopedias, entre ellas, la Enciclopedia Metódica LarousseThe New Católica Encyclopedia de Grolier. Publicó en Historia Mexicana, en donde fue miembro del consejo directivo, Historia de AméricaDiálogosRelacionesBoletín de El Colegio de MichoacánVueltaEstudios AmericanosEl Trimestre EconómicoNexos, "El Semanario Cultural" y otras publicaciones nacionales y extranjeras.

Luis González y González, historiador, escribió rigurosos ensayos de temas históricos, el periodo histórico de México que abarca desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el primer tercio del siglo xx. Destaca su ensayo "El liberalismo triunfante", Los artífices del cardenismo y su trabajo sobre Historia Regional, y sus artículos y libros sobre Michoacán y Jalisco. Su experiencia aporta a la teoría de la Historia una propuesta vivencial en El oficio de historiar y en Todo es historia, en donde presenta una selección de artículos publicados en distintos momentos, pero con el propósito de examinar la Historia como una disciplina compleja. Pueblo en vilo (1968) es el libro que nos ocupa en este ensayo.

 

4.    Breve reseña de cada uno de los libros.

a)            El Queso y los gusanos” es la obra pionera de la microhistoria italiana. El autor, basado en documentos narra el transcurso del juicio por parte de la Inquisición que se hace a un molinero friulano (de la ciudad de Friuli), el cual es acusado de herejía y de blasfemia.

En este sentido, el tipo de texto que nos ofrece Ginzburg gira en torno a la narración de un proceso judicial que sufre un condenado por el clero Una narración que lejos de quedarse en la crónica del acontecimiento, analiza las características que tuvo para así delimitar el pensamiento, valores y ética que regían la época circunscrita en el siglo XVI, haciendo explícito el sentir de religiosos (representantes de la clase dominante) y de los campesinos (representantes de las clases subalternas) en la figura de Menocchio (Domenico Scandella).

Tal vez en su búsqueda Ginzburg se interesó en un pobre molinero llamado Domenico Escandela al que le apodaban Menocchio y al que hacían referencia en uno de los archivos de la inquisición (que nunca tuvo nada de “santa”), porque era un suceso anómalo, desde la perspectiva actual, juzgar y condenar a un pobre porque se instruyó y refutaba las ideas arcaicas de la religión. En esos archivos olvidados de la Inquisición, el autor se dio cuenta que la gente leía y tenía ideas propias y en particular el personaje juzgado y condenado por hereje. Menocchio dentro de las limitaciones de su poca educación, ya que apenas leía, cuenta que en la tierra “todo era un caos, que la tierra, el aire, el fuego formaron de ese caos una masa putrefacta, de ahí nace dios y los ángeles de la misma manera que del queso nacen los gusanos”. (Et. Al. Ginzburg. 1976). Estas ideas las consideraron peligrosas, además de refutar el hecho de que la alta curia, vivía en la riqueza y el dispendio. No lo consideraban loco, sí con su propia visión del mundo, para ellos les era difícil de comprender que el pueblo tuviese al menos algo de cultura como la concebían y dictaba, sí al menos la tenía, esa fue la razón del choque entre culturas.

b)            “Pueblo en vilo” o microhistoria de San José de Gracias, une la crónica al rigor de la historiografía moderna. El autor hace un ensayo de historiografía parroquial desdeñada desde un principio por los historiadores que piensan en grande, sus condiscípulos del Colegio de Historia de México, pero aceptada por sus maestros y por la historiografía mundial.

Un Pueblo que está en vilo, inseguro, frágil, inestable, precario, prendido con agujas perdidas en un pajar que es la historia nacional a punto de ser borrada y lo fue por las fuerzas del callismo y la educación socialista, sin aparecer en los mapas mundiales, tal vez un pequeño dibujo a escala del paralelo 20 y el meridiano 103.

Colindante con Jalisco en una pequeña meseta de Michoacán, el pueblo llamado con el nombre del patriarca que lo fundó, Habitaron el lugar "a la buena de Dios" regidos por sus santas leyes, para fines del siglo XIX la villa tuvo templo, escuela, botica, panadería, mesón, y candidato a engrosar las filas del panteón religioso.

Así nace una microhistoria a la manera de Agustín Yáñez, Juan Rulfo y Juan José Arreola, con sus "tierras flacas, Vida lenta y población sin brillo", “con personajes novelescos, y su insignificancia histórica” como lo dice el propio autor.

San José de Gracia se ha convertido en un pueblo-personaje, con una población viva y que cuenta historias y ni un cercano volcán lo borrará de los Anales de la Historia, todas esas insignificancias están identificadas con millones de pueblos iguales y personas nulas y desconocidas. De esa manera el autor, fracasó en su microhistoria sobre San José de Gracia que creció de tal manera que la historia universal del poblado terminó en convertirse en macro historia. brindarnos identidad como grupo humano y también para mantener la herencia de costumbres y tradiciones que van dejando nuestros antepasados.

La aportación de “Pueblo en Vilo” de González y González va encaminada a su trabajo que gira en alrededor de un análisis histórico de lo local, ya sea del pueblo al que pertenecemos (lo que él conoce como terruño) o de la comunidad en la que nos desenvolvemos cotidianamente.

En suma, “Pueblo en Vilo” vino a darle vigor y audacia al estudio histórico que ya adormecía a los estudiosos empeñado en mostrarnos episodios con los cuales nos sentíamos engañados y no convencidos.

 

5.    Identificación de los elementos centrales de cada obra, conceptuales y metodológicos.

Wingzburg a través de sus obras ha aportado de una manera muy importante el desarrollo de la microhistoria. A través de sus estudios nos invita a analizar las fuentes desde una perspectiva innovadora, con agudeza y profundidad, con el propósito que nos hablen y describan lo que los historiadores han ocultado y que están guardadas veladamente en sus páginas, la vida cotidiana del pueblo mismo.

Nos enseña a leer entre líneas, sin interpretar literalmente la evidencia, escrutando las particularidades, además de lo que consigna el texto, las representaciones, creencias y prácticas por medio del análisis desde la perspectiva cultural, no de una clase sino la cultura que aglutina lo mismo la vida cotidiana con la vida de los personajes protagonistas de los sucesos relevantes en el espacio y tiempo de que se trata. Con esto, podemos decir que el autor de la obra pretende mostrarnos una época determinada a través de una figura representativa, Menocchio, un representante de la clase baja, pero no pobre, ya que era molinero y podía tener tiempo para leer y compartir ideas, Ginzburg presenta una cosmovisión que regía la vida de fines del siglo XVI.

González y González se propuso a estudiar las peculiaridades de su pueblo natal San José de Gracia, Michoacán, respecto a otras regiones del país, con esto, muestra que su pueblo tenía ciertas características aunque lo que contara no era tan significativo  supuestamente, no se realizaron las grandes batallas de donde emergieron héroes nacionales o su  defensa y victoria trascendental en la historia nacional, pero era algo que se podía contar de la misma forma que muchas comunidades del país, cuya vida local tiene casi las mismas características, costumbres, modo familiar, educación, ocupaciones, ideologías y cultura, que en un momento dado se revela  contra  imposiciones arbitrarias gubernamentales.

Don Luis utiliza a los ancianos como fuente de consulta. Busca en documentos históricos y no encuentra nada sobre la historia de su pueblo, es entonces que se da cuenta de la riqueza de lo que saben y cuentan los ancianos.

 

6.    Identificación del debate entre los autores y las obras.

En la obra de Luis González y González nos muestra como en el pueblo había una cultura oral, la reunión de la comunidad en el parque o en el seno familiar donde comentaban y compartían. Con ello demuestra que la cultura popular de abajo hacia arriba retroalimenta a la cultura alta y viceversa. González al describir al detalle los rasgos de una población, la hace visible en la macro historia.

En cambio, Ginzburg estudia la cultura, las diferencias que existen en un extracto social respecto al otro. González lo busca entre la población y la clase baja. Don Luis describe en” Pueblo en vilo” lo que sucede durante la guerra cristera, como afectan en la tenencia de la tierra, el reconocimiento de una comunidad como parte de la nación, el desprecio de las autoridades por una comunidad no reaccionaria, sino apegada a las tradiciones de la familia, el trabajo y la convivencia social. Detalla en su libro que la producción de leche y carne era para abastecer a las grandes ciudades cercanas como Morelia y Guadalajara, mientras que el frijol y el maíz es para autoconsumo. Con ello nos da una lección de cómo un historiador debe estudiar a la comunidad.

Por medio de las entrevistas arma el entramado de la historia de San José de Gracia y encuentra que el núcleo de los relatos son la tradición religiosa; cada momento de desarrollo. La cristiada fue un evento que involucró al pueblo; su fe sometida al poder del estado. González propone por medio de la microhistoria una historia local; busca las ricas tradiciones, las formas de ser de un pueblo que sobrevive todos los días.  

Ginzburg se basa en el pensamiento del hombre y su fenómeno cultural. Sus procesos y anomalías.

Son dos libros que nos permiten comprender una historia en una pequeña comunidad, un pequeño evento que puede despertar la curiosidad o ser modelo de lo que se puede repetir en otros pueblos, como lo hace González con “Pueblo en vilo”, circunstancias y sucesos replicados en los pueblos de México.

 

 

 

  1. En tu argumentación debes incluir elementos reflexivos en torno a los dos libros.

“El queso y lo gusanos” de Carlo Ginzburg publicada en 1976 analiza la situación trágica del molinero herético Menocchio cuyas  lecturas de libros renacentistas los llevó  a discutir la falta de verdad en las historias e ideas impuestas por el clero, además de la riqueza desmedida de


quienes exigían para el pueblo su miseria como salvo conducto para “merecer un paraíso” mientras la curia se ahogaba en riqueza desmedida, vicios, corrupción y apoderamiento de la tierra y del producto de trabajo de la gran población  explotada, sus discusiones basadas en el razonamiento y la influencia de las lecturas no canónicas, lo llevan a la muerte. El autor, con ello busca revalidar la cultura popular y su relación con la cultura oficial, esta última tomada desde arriba desde las clases dominantes, mientras que el pueblo trabajador, creador de su propia cultura es ignorado. El molinero y su comunidad lectora demuestra: “…la necesidad que tienen las sociedades de crearse ciertos ideales que le permitan hacer la vida más bella y hacer más soportable la existencia”. (Ríos. P. 87).

La historia del molinero coincide con el inicio del Renacimiento como un período antropocéntrico, donde el ser humano se convierte en el centro de referencia en contra de las ideas teocéntricas donde todo sucedía por designio divino, incluso las teorías de la creación sin bases científicas comprobables. La analogía empleada por Menocchio, aunque rudimentaria, muestra que el hombre puede razonar, experimentar y plantear sus hipótesis, prueba y error, pero que al menos son propuestas más creíbles y comparables con lo material.   

“Pueblo en vilo” nos muestra las cosas que nos son comunes al resto de pueblos de México, las parroquias, los trazos sencillos de sus casas, calles y callejas, el modo de gobernar y elegir, la subsistencia por la agricultura y la crianza de aves y porcinos, el ganado y la caballería como medio de transporte, (ya modernizados la mayoría). De cómo “el dinero sirve para pocas cosas: ganado, tierra y ser enterrado”. (González. 1995). En los pueblos tienen tradiciones y costumbres familiares que les son comunes; códigos de conducta, historia económica, distribución de la riqueza, oligopolios que dominan el comercio, las relaciones con la iglesia, etc. Cada detalle de su comunidad con un alto contenido histórico, a diferencia de las grandes ciudades.

En ambos libros y sus microhistorias los autores logran una historia total. La microhistoria es parte de la historiografía, una perspectiva de estudio, para tomar los temas inadvertidos de la historia. Se trata de presentar lo raro, la escala a su mínima expresión, un lugar para poner a prueba la hipótesis de la macrohistoria, que le sirve a la historia misma, no a la microhistoria, esta se convierte en una compleja construcción de la macro historia.

Desde la macro historia se han contado tantas mentiras, “la historia la escriben los vencedores” dice una vieja conseja, aducida a Churchill, lo que definitivamente esconde la historia de los vencidos y excluye a los pueblos, siempre perdedores al convertirlos en carne de cañón, pueblo contra pueblo para beneficio de los grupos de poder. Tenemos una historia nacional que idolatra a personajes que se levantaron contra José Napoleón a favor de Fernando VII y que hoy los proclaman independentistas de España; héroes nacionales, al grito de algo que no dijeron: “Viva la independencia de México”, “Viva la virgen de Guadalupe” (por cierto, traída de España), cuando no había tal, ni ese nombre como país teníamos. En cambio, Hidalgo exclamaba “Viva Fernando VII”, “Muera el usurpador José Napoleón”.

Es clara la diferencia entre historia regional y la microhistoria, en esta última es un personaje narrador el que cuenta, el que sube a un campanario de la iglesia y capta una visión panorámica de su pueblo, el bullicio, la gente, y busca qué hay más allá de esas personas que deambulan por las calles y se propone a investigarlo. Si cualquiera de ellos hubiesen contado desde la perspectiva  de la historia regional, desde ese campanario donde contempló Luis González su pueblo natal, trataría de hurgar qué hay más allá de lo que ve, de los alrededores, de cómo llegó a esos lugares la cultura, las tradiciones, el lenguaje, la democracia o el autoritarismo, el clero, el gobierno que afecta los intereses locales, sin que particularice en un pueblo, ciudad o comunidad, sino con el espacio y  tiempo histórico que le ha  tocado vivir, entonces estamos hablando de una historia regional o nacional.

 

8.    Conclusión.

El trabajo de Carlo Wingzburg no se circunscribe nada más a escribir y comentar un libro, una historia, sino a reconstruir un método de la historiografía,  conocida como microhistoria, este modelo de estudio nos muestra que el autor es un historiador excepcional, preocupado de su oficio, sus métodos, su manera creativa de exponer sus ideas las que propone considerando lo particular, la creación y la interpretación del actuar del sujeto, del porqué el personaje se condujo de tal manera y defendió sus ideas ante un poder monolítico y nefasto como es el clero.

No se trata de reivindicar sino de buscar la verdad y consignarla a reconstruir un pasado para comprender lo que estamos viviendo, de esa manera nos desafía a que nosotros como historiadores prospectos, tomemos nuevas perspectivas de análisis e innovemos sin temor lo que implican las metodologías propias de la disciplina, aportar de alguna manera para cultivar y desarrollar el oficio del Historiador, sobre todo, a reforzar los estudios de las Humanidades y las Ciencias Sociales.

En el caso que nos compromete a comparar no se trata de argumentar cual microhistoria es mejor ni por ser el mejor método micro histórico para estudiar pequeñas localidades. Cada una es diferente, la microhistoria italiana se ha estudiado más porque muchos estudiosos ven la vida del molinero como el inicio del modernismo, las ideas que renovaron la sociedad y se deshicieron de un sistema feudal regido por la  iglesia y sus ideas retrógradas, es decir, desde el punto de vista cultural, además de que ha tenido más escritores con esa  temática, de hecho, “El queso y los gusanos” ha sido traducido en más de 20 países mientras Pueblo en vilo en unos cuantos en diferente idioma .Así es que la microhistoria italiana ha tenido una divulgación mayor, sin embargo, “Pueblo en vilo” es único en cuanto al estilo y, la temática, la verosimilitud de las fuentes entrevistadas y avalado lo dicho con sus propios documentos familiares de los narradores, fotos, actas, nombramientos, dominio de la tierra, etc.

Sin duda los estudios de Giovanni Levi, este último con su libro “Formas de hacer historia” fue quien puso de moda el estudio de la microhistoria como un método de la historiografía para estudiar locaciones pequeñas. Tanto Wingzburg como Luis González fueron llamados los padres de la microhistoria italiana y, mexicana; “Pueblo en vilo” es una obra original que marca la pauta para estudios de historia regional y es la obra más significativa de Luis González y Gonzalez.

 

9.    Referencias.

Javier Cervantes Mejía. (XXX). El queso y los gusanos: El repunte de la historia de la cultura popular. Consultado el 24 de mayo de 2021, de www.monografias.com. Sitio web: https://www.monografias.com/trabajos19/queso-y-gusanos/queso-y-gusanos.shtml#google_vignette

LaCapra, D. (1988). Chartier, Darnton y la gran matanza del símbolo.  Recuperado de https://www.estudioshistoricos.inah.gob.mx/revista Historias/wp-content/uploads/historias_25_27-45.pdf

Aguirre Rojas, Carlos Antonio. (2003). El Queso y los Gusanos: un modelo de Historia, Critica para el análisis de las culturas subalternas. Revista Brasileira de História. São Paulo, v. 23, nº 45.

María Cristina Ríos Espinoza. (XXXX). Johan Huizinga (1872-1945). Ideal caballeresco, juego y cultura. Casa del tiempo, 1 # 9, 71-87.

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sábado, 13 de marzo de 2021

Lenguaje y comunicación


Lenguaje y Comunicación

Índice:

Unidad 1.  Lenguaje y Comunicación

1.1.1.  Introducción

1.2.1. El hombre como ser social

1.3.1. El lenguaje

1.3.2. Lenguaje verbal y no verbal

1.3.3. El habla

1.3.4. La lengua

1.3.5. Funciones del lenguaje en el proceso de comunicación

1.4.1 La comunicación

1.4.2. Elementos de la comunicación

1.5.1. Reflexión final

Referencias

Anexos

Apéndices.

 

 

Lenguaje y Comunicación

 

1.1.1.         Introducción

Las primeras manifestaciones del hombre lo llevaron a crear un lenguaje compuestos de voces, olores, sonidos, movimientos corporales, gestos, y el contacto entre sí; es decir, involucrados los sentidos, similar al resto de los animales; el desarrollo de cada una de esas expresiones iniciados por medios de gestos, señales y movimientos las convirtió en palabras, que le daban sentido al lenguaje y a la expresión de sus pensamientos.

 La comunicación al igual que el lenguaje se ha ido desarrollando; las personas fueron adquiriendo más información y conocimientos de su entorno; su deseo de sobrevivir en un ambiente hostil rodeado de animales más fuertes. Todo ello les obligó a comunicarse de manera más efectiva con relación a las necesidades que lo forzaron a prepararse, defenderse y evolucionar en las formas de vida como en las maneras de transmitir sus habilidades a los demás para sobrevivir.

 

1.2.1. El hombre como ser social

El hombre creo al principio una manera de comunicarse a gritos, gestos, señales, gruñidos que manifestaban sus deseos naturales de alimentación, resguardo y apareamiento, esas necesidades sumadas a las pocas habilidades físicas lo obligaron a convertirse en un ser social con intereses comunes de protección y sobrevivencia, habilidades que influyeron en su proceso evolutivo, particularmente su cerebro que lo llevó a la creación de un lenguaje diferente a los demás primates.

 

1.3.1. El lenguaje

El lenguaje, aunque es una característica de todos los seres vivos, el desarrollo que se da en los seres humanos para distanciarlos de los primeros homínidos y su paso de ser un Homo Hábilis a un Homo Sapiens y en ese trayecto se va formando el Homo Loquens, “es decir, la especie del 'hombre que habla' cuyas manifestaciones culturales son el lenguaje y las derivadas del lenguaje” (Quin Thana. 1994:23).

Es sin duda un factor muy importante en su desarrollo y la evolución del lenguaje a uno más sofisticado que le permitiera transmitir sus ideas y expresar con cierto sentido sus pensamientos y poder comunicarse entre sí.

Charles Darwin en su obra: “El origen del hombre y la selección en relación con el sexo”, sugiere que “la selección sexual era responsable de la evolución del lenguaje”. (Fitch y Bickerton 2009:2) Los autores hablan sobre la teoría de Darwin acerca del origen del lenguaje en su blog Temas de Biolingüística” , en ese artículo disertan sobre: Darwin y la “selección y evolución del lenguaje”.

Podemos decir que el ser humano utiliza muchos medios para transmitir sus sentimientos y pensamientos; sin embargo, el lenguaje es el único que el propio hombre en su evolución cultural le da un sentido. En la antigüedad el sentido del lenguaje es la filosofía, en el Renacimiento “se pasa de una filosofía del ser a una filosofía del pensar, en el momento actual se pasa de una filosofía del pensar a una filosofía del lenguaje controlado“. (Quin Thana, 1994:11).

 El lenguaje tienes varias funciones, la primera es la capacidad “de simbolizar con ideas su realidad”, “Es propia del hombre”. (Roca Ponds 1973:13). No obstante, para definirlo exactamente son cada vez más amplios los perfiles que se descubren. Para Chomsky es más importante “como aquel componente de la mente y cerebro humanos que está específicamente dedicado al conocimiento y uso del lenguaje” (Chomsky 2004: 104). Podemos decir que en los últimos tiempos se ha profundizado en el concepto del lenguaje, creando para ello diversos estudios gramaticales.

Es claro que en relación con nuestro cerebro existen varios lenguajes, un lenguaje interno en el que se dan los pensamientos, al parecer caóticos, pero que nos ofrecen palabras posibles para articularlas y con ellas las ideas, las cuales, en un proceso casi instantáneo, las transmite a nuestra habla particular para que finalmente decidamos “qué expresar”; es decir, considerar al interlocutor, su nivel académico, cultural, económico, circunstancial y configurar el lenguaje externo para darnos a entender, y es esa construcción final con el que hemos de expresarnos.

Los estudios modernos desde las perspectivas de otras ciencias han enriquecido el concepto del lenguaje, incluso en las nuevas tecnologías fue necesarios echar mano de la electrónica, la electricidad, la digitalización y que grandes mentes como Alan Turing plantearan la posibilidad de un lenguaje alterno basado en impulsos electromagnéticos hacia la región del cerebro receptor del lenguaje a través de los sentidos y, retransmisión hacia el área frontal para el control ejecutivo y producción del lenguaje. Podemos decir que las investigaciones sobre el lenguaje se enriquecerán mediante el desarrollo de la tecnología aplicada a la neurofisiología, la informática, la psicología y muchas ciencias aplicadas en este tema específico.

 

1.3.2. Lenguaje verbal y no verbal

El lenguaje se da en forma verbal o no verbal. Es decir, de manera verbal cuando podemos emplear palabras por medio del habla de cada quién, (personal), o de manera escrita. La forma no verbal se expresa a través de gestos, sonidos, y señales. Y como lo hemos señalado fue una de las primeras formas de comunicación. Figura 3. El Lenguaje.

Por su deseo de búsqueda de mejores lugares que lo llevan al nomadismo y finalmente al sedentarismo alternadamente, esa evolución no se da de la misma manera en todos los grupos humanos por lo que en su proceso de comunicación el habla, lengua y lenguaje como elementos de la comunicación difieren de un grupo a otro.

 

1.3.3. El habla

El hombre tiene la capacidad innata de aprender una lengua y crear su propia habla, su expresión psicológica. Alimentada por su propia concepción del mundo, educación, cultura, dentro de una lengua común en una sociedad.

El habla muere con el sujeto, es individual, un acto momentáneo, es la concretización de la lengua psicológica, es producida por el aparato fonador, el corazón, los pulmones, el pensamiento y crea una lengua individual, una manera de decir las cosas, aún dentro de la lengua de una comunidad, región o nación. Figura 4. El Habla.

 

1.3.4. La lengua

Existen más de siete mil lenguas en el mundo, aunque solamente unas 260 se hablan en Europa, en cambio en Asia existen más de 2200. Muchas de ellas son consideradas dialectales y pocas como idiomas de un país o nación, conceptos que han ido variando al integrarse las lenguas autóctonas de cada país como lenguas nacionales.

La lengua es histórica, no inmutable pues se va renovando como un ente vivo, enriqueciendo su contenido en relación con la ampliación de sus funciones: representativas o informativas, emotivas, fáticas, apelativas-sintomáticas, para expresar emociones, sentimientos, estados de ánimo, emociones; referenciales, estéticas y metalingüísticas. [Et Al. Pável Yábar Gonzales. 2019:] Figura 5. La Lengua.

 

1.3.5. Funciones del lenguaje en el proceso de comunicación

El conocimiento de la lengua, sus funciones, la convivencia y la manera cotidiana en que se da el lenguaje en sociedad. Los planos del lenguaje, la lengua y sus sistemas de signos, conceptualizados en la Fonología; el habla del individuo, su Fonética. En cuanto a las variantes regionales de la lengua sus formas dialectales cuyo desconocimiento pueden construir barreras de entendimiento. En diferentes regiones muchas palabras tienen un significado distinto, lo que es usual en México pude ser ofensivo en Argentina o España o viceversa y eso constituye una forma de ruido en la comunicación.

Todos esos elementos y funciones nos llevan a considerar que el lenguaje es un producto social “universal, inmutable y articulado” (en morfemas y fonemas). [Pável Yábar Gonzales. Opus Citátum, para una comunicación más efectiva.

La función apelativa se emplea con el propósito de llamar la atención del oyente, evitar distracciones de su parte a efecto de que la comunicación se dé de manera efectiva. “Escucha con atención las indicaciones sobre cómo evitar el contagio”, “Vota por la vida”, “Come sano”. Es apelativa pues el emisor apela a la atención del receptor:

La función expresiva nos permite comunicar deseos, estados de ánimos, emociones. “Estoy triste”, “Qué bien luces”, “Buena suerte con la tarea”, Involucra el “estado psíquico del hablante”.

La función estética o poética como las obras literarias, las novelas, la poesía, el teatro, los guiones cinematográficos, un lenguaje que sale del alma, del corazón en sentido figurado, echa mano de la retórica, las imágenes, las metáforas, de alguna manera le dan sentido a la vida del ser humano ante la gran incógnita del amor, el dolor, las desilusiones y la muerte.

De mi libro: Soledario.

Senryus

 

Calles al vaivén

laberinto inconsciente,

ciudad instante.

Vientre que ciñe,

calleja en la aurora,

apresa el tiempo.

La imagen triste

sigila a la mañana,

inmaculada brisa… Beltrán, 2020:23).

.

La función fática se enfoca en validar el canal comunicativo: “Cierto”, “De acuerdo”, “¿Me escuchas?”, “Sí”. “Oiga”, “Mande”, “Cómo usted diga”.

La función metalingüística cuando usamos el propio lenguaje para estudiarlo es metaverbal pues va más allá de la comunicación verbal: “se centra en el propio código de la lengua. Se manifiesta en declaraciones y definiciones (Jacobson. 1984:384).

Análisis crítico de Soledario:

”El lector se da cuenta de lo inútil que ha sido la vida, por donde caminas y te encuentras fantasías creadas por personajes que salen a la calle aparentando lo que quisieran ser sin serlo, es como huir de uno mismo sin lograrlo.

"Las copas recicladas en los labios, los besos susurrando en los oídos, las carcajadas que humectan las caras, las botellas compartiendo regurgitados tragos que retardan el vacío.

El amanecer y el hastío. La vastedad del amor fraternal. (Mientras el Covid se regodea).

Vuelve pronto, hasta entonces…

Nunca más”.      (Ríos. 2020: 42).    

 

1.4.1 La comunicación        

En el ejercicio del lenguaje se da la comunicación: “la intención de compartir ese algo con otros” (Collado y L. Dahnke. 1986:3). El sentido común. La expresión que se da a partir de los sentidos, la cual se ve enriquecida por un creciente sentido común a la hora de comunicarse. Considerando al sentido común “como la capacidad natural de juzgar los acontecimientos y eventos de forma razonable” (Torres. 2016:5).

De allí que lo que parte de “lo cognitivo (natural)” de los cinco sentidos, el sentido común  nos lleva a una “una construcción social” (Pérez Porto y Ana Gardey. 2010:3). Comparar con las experiencias transmitidas y procesadas internamente para configurar nuestra percepción con relación a los demás. Es un primer proceso en la comunicación que nos lleva a otros planos de conceptualización y perfeccionamiento en sus propios elementos.

 

1.4.2. Elementos de la comunicación

Para que se dé la comunicación son necesarios al menos tres elementos:

 

Habla individual          Arrow Right          lo traduce a su habla particular

El emisor Arrow RightMensajeArrow RightReceptor

Crea y transmite                     Información en sí                    Recibe y comprende.

 

Figura 6. El Lenguaje y la Comunicación.

 

¿Cómo la transmite?  A través de un Código (lengua).

El contexto, ya que este influye tanto en el emisor como en el receptor.

El canal, ya que a través de él se logra la comunicación.

Y estos actos de comunicación crean el Lenguaje. (La capacidad de comunicarnos con palabras).

Los estudiosos como Schramm, Westley y McLean, Fearing y Johnson (citados en Berlo, 1980:24), apelan a que la comunicación se establece a manera de círculo cuyos elementos son más complejos y están dados en la conversación, es decir en la comunicación recíproca de ideas en donde el emisor primero codifica la información, selecciona el canal, forma el mensaje, lo envía para que sea decodificado por el receptor; este a su vez se convierte en emisor, codifica su información, selecciona el canal  construye el mensaje, selecciona el canal y es decodificado por el receptor. Esto sucede alternativamente de manera que se convierte en una retroalimentación de las ideas, conceptos, sucesos relacionados con la comunicación. A simple vista vemos que en este proceso particular de comunicación existen dos hablas y una sola lengua.

Un elemento más es el ruido, todo aquello que se interpone entre el emisor y el receptor, puede ser el mismo ruido ambiental, el nivel de conocimientos y habilidades tanto del emisor como el del receptor.

 

1.5.1. Reflexión final

El lenguaje nos permite transmitir, comunicar, informar de hechos, sentimientos, emociones y conceptos, de conocer elementos lejanos en el espacio y tiempo.

El hombre por su característica nómada se obligó a diversificar la manera de comunicarse, de un lenguaje primigenio a otro más elaborado modificado por las circunstancias del entorno, las creencias, la búsqueda de respuestas a climas y regiones variadas; poco a poco fue distanciándose de un lenguaje original conformando un lengua distinta la que dio nacimiento a diversos dialectos; su nomadismo transformado en sedentarismo lo llevó a otros niveles de relaciones sociales y a determinar lo que para ellos sería la lengua particular de su comunidad expresada con características propias, reglas, leyes sociales dando paso a los Idiomas considerados en determinados asentamientos humanos o naciones.

El habla representa lo que somos, lo que pensamos, en nuestras manos y empeño está nuestro nivel de conocimiento, seguridad de lo que hablamos, verosimilitud y pulcritud en la comunicación, cada uno creamos nuestro propio sociolecto, el cual se considera en diferentes niveles como supra estándar, estándar, y subestándar, que va desde lo académico a lo marginal. Para la transmisión efectiva de la información es necesario ser claro y preciso, pero sobre todo prepararse y participar en el entorno social, en los intereses comunes. De cada uno depende ser entendido y la capacidad de comunicarse propiamente. El estudio y la memorización “…es el tesoro de toda erudición y si ella falta, todo su trabajo se pierde o se queda baldío…”  “Habla tú como oyeres que hablan los hombres doctos o leyeres en los escritores…:”, “…  gusta de alternar con los que tienen una templada facundia.” (Vives. 1523:433).

 

Anexos:

Figura 7. Los seres vivos se comunican entre sí a partir de un deseo innato de convivencia. Un perro que expresa sus sentimientos hacia una niña tal vez por el instinto de comer brinca para que la niña le dé un trozo de pan. La niña no tiene desarrollado un lenguaje verbal, pero se vale de su instinto de convivencia para acariciar al perro. Cada uno tiene motivos diferentes para comunicarse.

Figura 8. La niña y los cantos infantiles.

Figura 9. La convivencia social a través de la comunicación.

Figura 10. Celebración en video conversación a través de las redes sociales en tiempos de pandemia.

 

 

Apéndices

1, Fundamentos biológicos del lenguaje. Me parece muy interesante las discusiones que en la página Biolingüística sobre los fundamentos biológicos del lenguaje comenta el editor del Blog sobre los estudios de Fitch y Bickerton sobre la teoría de Darwin acerca del origen del lenguaje pues según el autor mismo señala “la existencia de los cantos de aves y otros complejos sistemas de, digamos, comunicación vocal que no dependen de un lenguaje semántico. Eso parece respaldar su teoría. Sin embargo, aún queda el gran problema de explicar cómo este protolenguaje asemántico utilizado para espantar competidores y atraer hembras pudo llegar a ser el sistema composicional que hoy todos llamamos lenguaje (Fitch y Bickerton 2009:3).

 

2. Funciones del lenguaje. En cuanto a las funciones del lenguaje, es bueno leer a otros autores para conocer diferentes teorías basadas en otros aspectos distintos a los de Roman Jacobson. “La Gramática sistémica funcional o Lingüística sistémica funcional de Michael Halliday cuestionó las propuestas de los lingüistas estructuralistas (Ferdinand de Saussure y su sucesora, la Glosemática de Louis Hjelmslev) y generativistas (Noam Chomsky), que hasta entonces no permitían un estudio de la combinación "lengua / habla", simultáneamente. Halliday plantea la discusión al respecto en su libro: El lenguaje como semiótica social (1978) donde formula un nuevo punto de vista que integra el componente sociocultural como clave en la comprensión del lenguaje. Sitúa al contexto como parte intrínseca de este, tornándolo cuestionable sólo en tanto esté en uso y ya no separado del mismo. Considera que el lenguaje es inter e intra-organismos, a diferencia de sus antecesores, que lo aislaban”. Consultado el 6 de marzo de 2021 en https://es.wikipedia.org/wiki/Funciones_del_lenguaje.

 

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Beltrán Villanueva. (2020). Guillermo. Soledario. Tijuana, México.

 

¿Por qué es importante publicar los resultados de la investigación científica en revistas indexadas y/o arbitradas con un determinado factor de impacto?

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